Reportaje

Urge ampliar los sistemas de detección integral de la TB y el VIH para abordar ambas epidemias interrelacionadas

24 de marzo de 2009

A pesar de que en gran parte sea prevenible y curable, la tuberculosis (TB) es una de las principales causas de mortalidad entre las personas que viven con el VIH en todo el mundo. De acuerdo con el informe anual de la Organización Mundial de la Salud sobre el control mundial de la TB, que se ha presentado hoy, de los 33 millones de personas que viven con el VIH, solamente el 20% saben que están infectadas y una mínima parte, el 2% en 2007, se ha sometido a pruebas de detección de la TB.

Según el informe, el VIH está avivando con gran fuerza la epidemia de TB en África subsahariana, donde hasta el 80% de los pacientes de TB están coinfectados por el VIH. Una infección respiratoria que se propaga como el resfriado común, la TB se aprovecha de un sistema inmunitario ya debilitado por el VIH.

“Debemos evitar de una vez por todas que las personas que viven con el VIH fallezcan como consecuencia de la tuberculosis,” ha declarado el Sr. Michel Sidibé, Director Ejecutivo del ONUSIDA. “El acceso universal a la prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH debe incluir la prevención, diagnóstico y tratamiento de la TB. Cuando los servicios relacionados con el VIH y la TB están integrados, salvan vidas.”

"Debemos evitar de una vez por todas que las personas que viven con el VIH fallezcan como consecuencia de la tuberculosis. El acceso universal a la prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH debe incluir la prevención, diagnóstico y tratamiento de la TB. Cuando los servicios relacionados con el VIH y la TB están integrados, salvan vidas."

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA

Control mundial de la tuberculosis 2009proporciona una evaluación actualizada de la situación de la epidemia de TB y de los progresos realizados en el control de esta enfermedad. En el informe se destaca que en el mundo solamente el 16% de los pacientes de TB conoce su estado y que la mayoría de los pacientes de TB que son VIH-positivos desconocen que están viviendo con el VIH y no solicitan tratamiento para esta enfermedad.

No obstante, se han realizado algunos avances en esta área, como el aumento en el número de personas sometidas a pruebas del VIH entre las que siguen tratamiento para la TB, en particular en África. En 2004, tan solo el 4% de los pacientes de TB de esa región se hizo la prueba del VIH; en 2007 esta cifra aumentó al 37%, y en algunos países (Kenya, Lesotho, Malawi, Rwanda y Swazilandia) más del 70% de todos los pacientes de TB conocía su estado del VIH.

Gracias al aumento de las pruebas del VIH entre pacientes de TB, un mayor número de personas está recibiendo tratamiento apropiado, aunque esa cifra sigue correspondiendo a una pequeña parte de las personas que lo necesitan. En 2007, 200.000 pacientes de TB que eran VIH-positivos iniciaron tratamiento con cotrimoxazol para prevenir infecciones oportunistas, y otros 100.000 recibieron terapia antirretrovírica..

Se necesitan servicios integrados de la TB y el VIH

Durante muchos años, los esfuerzos para enfrentar la TB y el VIH se han mantenido en buena parte separados a pesar de la interrelación epidemiológica que existe entre ambas enfermedades. Una mayor colaboración entre los programas que se ocupan de la TB y el VIH contribuirá a conseguir una prevención y un tratamiento más eficaces de la TB entre las personas que viven con el VIH y a obtener notables progresos en la esfera de la salud pública.

La publicación del informe coincide con el Día Mundial de la Tuberculosis y con la importante congregación de 1.500 personas en Rio de Janeiro con motivo del tercer Foro de la Alianza Alto a la Tuberculosis.

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