Reportaje

Líderes religiosos de Lesoto intensifican la respuesta al sida

18 de julio de 2007

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Líderes religiosos de Lesoto junto al Primer Ministro
Pakalitha Mosisili, Hodan Haji Mohamed, coordinador
residente de la ONU; y Mahesh Mahalingam,
coordinador de ONUSIDA en Lesoto.
Fotografía: ONUSIDA

Catorce destacados líderes religiosos de Lesoto firmaron una declaración de compromiso sobre el sida con la que asumen la responsabilidad de plantar cara a la epidemia y apoyar a las personas que viven con el HIV en un frente unido.

En presencia de Su Majestad, el Rey Letsie III y el primer ministro, Bethuel Mosisili, los líderes religiosos subrayaron su compromiso de ayudar a que Lesoto consiga el acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH.

El Reino de Lesoto presenta una de las tasas de prevalencia del VIH más altas del mundo; se estima que el 23,2% de personas de entre 15 y 49 años viven con el VIH. De acuerdo con la Comisión nacional sobre sida y ONUSIDA, se calcula que se producirán unas 29.000 nuevas infecciones en 2007.

En Lesoto, al igual que en el continente africano, las organizaciones religiosas ofrecen atención y apoyo a las personas que viven con el VIH, así como también educación y asistencia a niños y huérfanos afectados por el VIH. Alrededor del 90% de las escuelas en Lesoto y más del 50% de los hospitales pertenecen a la iglesia.

En la mayoría de las comunidades, especialmente en aquellas que se encuentran en las zonas rurales del país, los líderes religiosos desempeñan un papel importante en la vida de estas personas: son considerados como pilares espirituales y como una fuente de orientación, apoyo moral y asesoramiento sobre los temas cotidianos en la que se puede confiar. “Obispos, reverendos y pastores ofrecen apoyo espiritual y psicológico a las familias y a los niños afectados por el VIH, especialmente a los niños huérfanos y a los más vulnerables. Ayudan también a fomentar el apoyo comunitario y a superar el silencio, la negación y el miedo,” explica Mahesh Mahalingam, coordinador de ONUSIDA en Lesoto.

Durante la firma de la declaración, el comisario principal y reverendo Mokhakhlane, de la Iglesia Evangélica de Lesoto, destacó la necesidad de que los líderes religiosos actúen urgentemente en la respuesta al sida. “El trágico índice de mortalidad de la epidemia del sida hace imperiosa la necesidad de hacer un llamamiento para que los líderes religiosos renueven su compromiso de lograr el acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH, así como de mitigar su repercusión”, explica.

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De izquierda a derecha, el primer ministro Pakalitha
Mosisili, Su Majestad el Rey Letsie III, y Hodan Haji
Mohamed, coordinador residente de la ONU.
Fotografía: ONUSIDA

El arzobispo B. Mohlalisi, de la Iglesia Católica, reiteró la importancia de que los líderes religiosos formasen un frente unido en la respuesta al sida. “Como líderes religiosos nos hemos comprometido ante nuestro pueblo para demostrarles que no se encuentran solos: estamos unidos en esta misión y somos responsables los unos con los otros; trabajaremos mano a mano para encontrar soluciones innovadoras para responder a esta crisis,” afirma.

Mediante la declaración, los líderes religiosos prometieron fomentar la dignidad, la igualdad y los derechos de todas las personas, especialmente de quienes viven con el VIH. También se comprometieron a dialogar abiertamente sobre el sida y las formas más efectivas de prevención del VIH; rechazar comentarios negativos tales como que el sida es una forma de castigo “divino”; y apoyar una educación efectiva sobre la prevención del VIH, la atención y los tratamiento integrales, la mitigación del impacto y la inclusión total en la comunidad de las personas que viven con el VIH o que se ven afectadas por el virus. Los líderes destacaron su apoyo para eliminar la desigualdad por razón de género y las prácticas sociales y culturales negativas que puedan incrementar la vulnerabilidad a la infección por el VIH. Asimismo, prometieron aplicar políticas, estrategias y estructuras dentro de las instituciones religiosas y sus organizaciones para combatir cualquier tipo de marginación de las personas que viven con el VIH o que se ven afectadas por el virus.

“Es la primera vez que la sociedad ecuménica ha hablado con una voz fuerte. Estamos situados estratégicamente para llegar a las personas de cualquier condición social y actuar como catalizadores para conseguir una acción positiva y duradera”, explica el reverendo Daniel Rantle de la Iglesia Metodista de África.

La Comisión nacional sobre sida y las Naciones Unidas han estado colaborando estrechamente en Lesoto con líderes y organizaciones basadas en la fe para responder al sida. En junio de 2007, el Consejo nacional del sida y ONUSIDA, en asociación con grupos como Catholic Relief Services y Visión Mundial, organizaron un curso de formación especializada sobre el sida dirigido a los principales líderes religiosos.