Reportaje

Sida: un agente para el cambio

11 de mayo de 2007

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El director ejecutivo de ONUSIDA, Dr Peter Piot, en
la conferencia Payne 2007, celebrada en la
Universidad de Stanford el 9 de mayo.

“El sida nos está forzando a cambiar la forma de proceder, de ver las cosas, y está transformando la manera en que actuamos”, dijo Peter Piot, director ejecutivo de ONUSIDA, en la conferencia Payne 2007, celebrada en la Universidad de Stanford el 9 de mayo.

En sus explicaciones, que apoyó con estadísticas, Piot reflexionó sobre la evolución de la epidemia y la respuesta, y sobre cómo el sida está cambiando el mundo. También subrayó algunos de los principales desafíos que se plantearán en el futuro a la hora de continuar con la respuesta al sida a largo plazo.

“Aún estamos en medio de una crisis. Ocho mil personas mueren cada día de sida”, afirmó.

El director ejecutivo de ONUSIDA hizo hincapié en que el sida se ha vuelto uno de los desafíos más serios a los que se haya tenido que enfrentar nuestro planeta, figurando junto con el cambio climático, el terrorismo internacional y la amenaza de guerra nuclear como “uno de los problemas que caracterizan nuestro tiempo”.

También señaló que se han logrado progresos significativos en muchos frentes, entre los que se incluyen el descenso de la tasa de infección y el aumento de la disponibilidad de los medicamentos antirretrovíricos. Además, destacó que el sida también se ha convertido en el motor del cambio social, contribuyendo, por ejemplo, al movimiento de los derechos de los homosexuales al fomentar la concienciación y al transmitir una concepción más sana y abierta de la sexualidad y de los roles de género.

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El Dr. Piot resumió cómo se lograron progresos muy
importantes en muchos frentes, entre los que se
incluyen el descenso de la tasa de infección y el
aumento de la disponibilidad de los medicamentos
antirretrovíricos.

Sin embargo también señaló que aún queda mucho por hacer.

“La verdad es que después de 25 o 26 años desde que se detectó el sida, no podemos vislumbrar el final de esta epidemia. El sida es un problema mundial y multigeneracional”, dijo.

“Necesitamos la participación de los jóvenes en la lucha contra el sida porque no va a desaparecer de un día para otro”, añadió.

Aproximadamente 65 millones de personas se han infectado por el VIH desde 1891. Lo que comenzó como una enfermedad asociada a hombres de clase media que mantenían relaciones sexuales con otros hombres es ahora un problema universal.

“Hay países en el sur de África en los que el 30-40% de los adultos son seropositivos”, indicó Piot. “Sólo imagínense lo que eso supondría en California: de 10 a 20 millones de personas viviendo con el VIH”.

Afirmó que estas cifras están asolando especialmente a los países que tienen sistemas sanitarios deficientes. Asimismo, apuntó que la epidemia se está expandiendo de forma alarmante por la Antigua Unión Soviética y por la India.

“El sida actúa en la sociedad como el VIH en el cuerpo humano: debilita el sistema inmunitario de la misma manera que debilita la resistencia de una sociedad”, afirmó. “Debilita la capacidad para soportar y afrontar situaciones difíciles”.

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El Dr. Piot habló sobre una “alianza brillante” que
combinaría los esfuerzos de políticos, grandes
compañías, sindicatos e instituciones religiosas para
combatir la enfermedad.

Peter Piot añadió que, en su condición de enfermedad excepcional, el sida requiere una respuesta excepcional, y resumió un número de desafíos futuros, entre los que se incluyen aumentar y mantener el compromiso político y la financiación, asegurar que el dinero llegue a las personas que más lo necesitan, avanzar en el desarrollo científico y abordar los factores impulsores de la epidemia de sida (como las desigualdades de género y la violencia contra las mujeres, el estigma y la discriminación relacionados con el VIH, y la marginación de los homosexuales, los consumidores de drogas y los emigrantes).

“Existe un gran estigma y una gran discriminación vinculados a la enfermedad y esto es lo que la hace única”, afirmó Piot. “Su relación con el sexo y las drogas es lo que provoca que sea tan difícil de abordar”.

Piot habló de una “alianza brillante” que combinaría los esfuerzos de los políticos, grandes compañías, sindicatos e instituciones religiosas para combatir la enfermedad, y añadió: “Necesitamos las mentes más brillantes y creativas para vencer la epidemia”.

 



Fotografía: ONUSIDA/R.Searcey