Reportaje

Aprovechar la experiencia para ampliar progresivamente los servicios

06 de noviembre de 2008

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El día 30 de octubre, más de 30 representantes de 10 países de la Comunidad de Estados Independientes (CIS) celebraron en Moscú juntamente con funcionarios de ONUSIDA la reunión del Consejo de Coordinación de la CIS sobre el VIH/Sida.

El día 30 de octubre, más de 30 representantes de 10 países de la Comunidad de Estados Independientes (CIS) celebraron en Moscú juntamente con funcionarios de ONUSIDA la reunión del Consejo de Coordinación de la CIS sobre el VIH/Sida. La reunión, acogida por el gobierno de la Federación de Rusia, congregó a representantes gubernamentales, líderes nacionales y regionales de la sociedad civil, y miembros de la Unión de Organizaciones de Personas que Viven con el VIH pertenecientes a Europa oriental y Asia central, y su objetivo era aprovechar las experiencias adquiridas para ampliar gradualmente los servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH.

“Se trata de una reunión verdaderamente única no solo para el país anfitrión sino también para la región en general”, manifestó el Dr. Luiz Loures, director de la Oficina de Información Estratégica Nacional de ONUSIDA, en su discurso de apertura de la consulta. “La necesidad urgente de facilitar el acceso universal a los servicios del VIH pone de relieve la importancia de mejorar la coordinación y armonización de nuestros esfuerzos. Es por ello que la CIS, como plataforma regional de coordinación, es tan fundamental para alcanzar este objetivo en la región.”

En el 2007, el número de personas que vivían con el VIH en los países de la CIS ascendió a una cifra estimada de 1,6 millones, con cerca de 15.000 nuevas infecciones por el VIH. Esto representa un aumento del 150% desde 2001.

Las epidemias de VIH en la zona de la CIS están principalmente concentradas entre los consumidores de drogas inyectables (CDI), los trabajadores sexuales y sus respectivas parejas sexuales y, en menor medida, los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres (HSH). De los nuevos casos de VIH notificados en el 2006, para los cuales se tenía información de la vía de transmisión, aproximadamente los dos tercios (62%) correspondían a CDI y más de una tercera parte (37%) a relaciones heterosexuales sin protección.

Partiendo del hecho de que los datos regionales identifican al consumo de drogas inyectables como el principal actor impulsor de la epidemia en la región, todos los participantes estuvieron de acuerdo en la necesidad urgente de eliminar las medidas estigmatizantes y coercitivas y en capacitar a los dispensadores de atención de salud y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley para que puedan trabajar de forma eficaz con los CDI teniendo como punto de mira la reducción de la propagación del VIH. Por el momento, el porcentaje de usuarios de drogas inyectables que se benefician de programas de prevención como el intercambio de agujas y jeringas es reducido, a pesar del aumento de los recursos destinados a dichos programas.

En la región, menos del 1% de los nuevos diagnósticos de VIH correspondió al colectivo de hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, aunque se desconoce el alcance real que tienen las relaciones sexuales entre varones en algunas de las epidemias de la región. El estigma y la discriminación fuertemente arraigados y las crecientes xenofobia y homofobia constituyen importantes obstáculos a la respuesta al sida, pues las personas afectadas tienen miedo de acceder a los servicios del VIH y la epidemia se mantiene y propaga de forma oculta.

Entre los motivos que subyacen a estas tendencias apuntadas en la reunión figuran no sólo el déficit de recursos y capacidad, sino también la falta de un liderazgo y de asociaciones amplios relacionados con el sida, incluido a los más altos niveles de los gobiernos y las comunidades. Dichas asociaciones ayudarían a establecer una relación de trabajo más estrecha entre los responsables de adoptar decisiones y las personas que tienen experiencia de primera mano de la realidad del sida sobre el terreno.

Por consiguiente, los países reconocieron la importancia de fomentar el intercambio de información entre ellos en cuestiones relacionadas con la protección de los derechos humanos y la promoción de enfoques programáticos eficaces y prácticas óptimas pertinentes en el ámbito regional.

Durante el examen del Programa Conjunto del Sida de la CIS para el periodo 2009-2013, los participantes también insistieron en la importancia de movilizar fondos suplementarios para complementar los recursos disponibles por medio de la ampliación de los subsidios y créditos existentes proporcionados por el Fondo Mundial, el Banco Mundial y otros donantes.

Por último, con miras a garantizar el acceso universal a los servicios del VIH en la región, los participantes identificaron la necesidad de desarrollar una política regional que favorezca las negociaciones proactivas de precios para adquirir productos básicos médicos y de laboratorio, así como para mejorar la utilización de los equipamientos regionales de capacitación con miras a aumentar la capacidad técnica en los países.

Como destacó el Dr. Sergei Furgal, director interino del Equipo Regional de Apoyo de ONUSIDA para Europa oriental y Asia central, “el Programa Conjunto de la CIS se fundamenta en los resultados y recomendaciones de las consultas regionales facilitadas por ONUSIDA sobre el acceso universal y en los principios de colaboración horizontal entre los países de la CIS. El equipo regional presta un apoyo importante y sólido al CIS como organismo intergubernamental regional dedicado al fortalecimiento y consolidación de la respuesta al sida.”

La próxima reunión del Consejo de Coordinación de la CIS sobre el VIH/Sida está prevista para febrero de 2009. Se centrará en examinar los progresos realizados y los obstáculos encontrados en el ámbito regional, en la ampliación progresiva de los servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo relativos al VIH con miras a alcanzar las metas de acceso universal y desarrollar un programa regional específico para abordar el sida entre los trabajadores migrantes.