Reportaje

La transmisión del VIH en las relaciones íntimas de pareja en Asia

11 de agosto de 2009

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De izquierda a derecha: La Dra. Jean D’Cunha, directora regional de UNIFEM en Asia meridional, Jeff O’ley, director del grupo sobre el VIH/sida del PNUD, y el Dr. Prasada Rao, director del Equipo regional de apoyo de ONUSIDA para Asia y el Pacífico, durante la presentación del informe La transmisión del VIH en las relaciones íntimas de pareja en Asia en el ICAAP 09. Fotografía: ONUSIDA/Donang Wahyu

Se calcula que más del 90% de las 1,7 millones de mujeres que viven con el VIH en Asia se infectaron a través de sus maridos o de sus parejas estables. En 2008, las mujeres representaban el 35% de los adultos seropositivos de Asia, una cifra bastante superior al 17% de 1990.

Un nuevo informe elaborado por ONUSIDA, sus Copatrocinadores y sus asociados de la sociedad civil, publicado hoy en Bali durante el IX Congreso internacional sobre el sida en Asia y el Pacífico con el título La transmisión del VIH en las relaciones íntimas de pareja en Asia, examina la situación de las mujeres casadas o en relaciones estables que están expuestas al riesgo de infección por el VIH debido a que sus parejas adoptan comportamientos de riesgo.

La información recopilada en prácticamente todos los países de Asia indica que las mujeres se están infectando por el VIH no por sus comportamientos sexuales sino por las prácticas de riesgo que adoptan sus parejas. Las parejas estables de los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los usuarios de drogas inyectables y los clientes de los profesionales del sexo constituyen el grupo de población vulnerable más extenso de Asia.

Los programas de prevención del VIH que se centran en las parejas de los hombres que adoptan comportamientos de riesgo todavía no se han desarrollado en Asia, pero es evidente que son esenciales.

Dr Prasada Rao, director del Equipo regional de apoyo de ONUSIDA para Asia y el Pacífico

Al menos 75 millones de hombres acuden de manera regular a los profesionales del sexo en Asia, y 20 millones más tienen relaciones sexuales con hombres o son usuarios de drogas inyectables. Muchos de ellos mantienen relaciones estables, por lo que se calcula que 50 millones de mujeres en la región corren el riesgo de que sus parejas les transmitan el VIH. 

El informe señala que los hombres que acuden a los profesionales del sexo son el grupo de población más afectado por la infección, y la mayoría de ellos o bien están casados o lo estarán en el futuro. Este hecho sitúa a un gran número de mujeres, normalmente consideradas como una población de “bajo riesgo” ya que solo mantienen relaciones sexuales con sus esposos o con parejas estables, en una situación de gran vulnerabilidad frente al VIH.

El informe evalúa diversos temas que están en la base del problema: la sólida cultura patriarcal de los países asiáticos, la violencia de género (incluida la violencia sexual), la gran escala de las poblaciones migratorias y móviles del país y el estigma y la discriminación en torno al VIH fomentan la vulnerabilidad de las mujeres frente al VIH.

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El Dr. Prasada Rao, director del Equipo regional de apoyo de ONUSIDA para Asia y el Pacífico, durante la presentación del informe La transmisión del VIH en las relaciones íntimas de pareja en Asia en el ICAAP 09. Fotografía: ONUSIDA/Donang Wahyu

“Los programas de prevención del VIH que se centran en las parejas de los hombres que adoptan comportamientos de riesgo todavía no se han desarrollado en Asia, pero es evidente que son esenciales”, declaró el Dr. Prasada Rao, director del Equipo de Apoyo Regional de ONUISDA para Asia y el Pacífico durante la presentación del informe. “Invertir en estos programas es esencial para reducir la epidemia del sida en este país de una vez por todas”.

Además de aumentar los servicios para las poblaciones clave, el informe ofrece cuatro recomendaciones principales: 

  1. Ampliar las intervenciones de prevención dirigidas a hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, usuarios de drogas inyectables y clientes de las profesionales del sexo, y enfatizar la importancia de que estos clientes protejan a sus parejas estables..
  2. Implantar intervenciones estructurales para abordar las necesidades de las mujeres vulnerables y de sus parejas sexuales. Esto implicaría asimismo ampliar los programas de salud reproductiva para que incluyan servicios de salud sexual masculina. 
  3. Ampliar las intervenciones de prevención del VIH entre las poblaciones móviles y los migrantes e incluir componentes para que puedan proteger a sus parejas estables.
  4. Dar prioridad a las investigaciones operativas para comprender mejor las dinámicas de la transmisión del VIH en parejas íntimas.

Se espera que el informe sea una llamada de atención que ponga de manifiesto los efectos de la epidemia del VIH en la que hasta ahora ha sido una población prácticamente ignorada.