Reportaje

Dirigentes de las Naciones Unidas instan a mantener financiación para sida en crisis económica

16 de junio de 2009

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Fotografía: ONUSIDA

En el día de hoy, dirigentes de la organización han instado a los países a mantener y fortalecer sus compromisos para hacer frente al VIH y al sida en medio de la desaceleración económica mundial, y advierten de que reducir recursos podrían significar mayores costes y más sufrimiento en el futuro.

Durante la reunión de la Asamblea General convocada para evaluar los avances en la respuesta a la epidemia global, su presidente Miguel D'Escoto apuntó que las personas que viven con VIH/sida están en una situación de mayor exposición como resultado de la crisis económica y financiera global que está minando las economías de todo el mundo.

"Como consecuencia de la presente crisis, me temo que muchos gobiernos se han visto obligados a reducir programas y expectativas", comunicó a los delegados. "Sin embargo, es precisamente en tiempos difíciles cuando nuestros verdaderos valores y la sinceridad de nuestro compromiso se hacen patentes de forma clara".

Conseguir el acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo constituye un imperativo de los derechos humanos. Es esencial que la respuesta mundial a la epidemia de sida se fundamente en los derechos humanos y que se acabe con la discriminación y las leyes punitivas que van en contra de los más afectados por el VIH.

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA

"Aún cuando se pueden apreciar signos de que se está recortando la financiación para el sida de muchos países, debemos recordar a los gobiernos y a la comunidad internacional que el mundo dispone de los recursos necesarios para dirigir el tipo de respuesta a la que nos hemos comprometido".

"Si permitimos reducciones ahora, nos enfrentaremos a costes añadidos y a un mayor sufrimiento humano en el futuro", declaró.

En 2006, la Asamblea prometió que conseguiría para el año 2010 el acceso universal a servicios integrales de prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH. Un informe del secretario general Ban Ki-moon sobre los avances en los compromisos con el VIH y el sida muestra que alcanzar objetivos nacionales de acceso universal para dicha fecha requeriría un desembolso anual aproximado de 25.000 millones de dólares en un bienio.

El Sr. D'Escoto afirmó que, tal y como ha señalado el Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), las cantidades necesarias para conseguir este objetivo representan "una fracción minúscula" de las sumas que se han gastado este año en medidas de estímulo económico.

Asimismo, el informe del secretario general pone de manifiesto una serie de logros alentadores, como el establecimiento de claros objetivos nacionales para conseguir el acceso universal por parte de algunos países, y un aumento continuo en la financiación de programas para el VIH en países de ingresos bajos y medianos, donde alcanzó los 13.700 millones de dólares.

Al mismo tiempo, se señala que aún quedan grandes retos, entre los que se incluyen considerables deficiencias de acceso a servicios clave relacionados con el VIH. Además, las nuevas infecciones aumentan a mayor ritmo que los programas de tratamiento, y el compromiso con la prevención del VIH continúa siendo insuficiente.

"Ahora no es el momento de vacilar", afirmó el secretario general Ban Ki-moon durante la reunión. "La crisis económica no debería suponer una excusa para abandonar nuestros compromisos, sino que debería convertirse en un impulso para realizar las inversiones apropiadas que reportarán beneficios a las generaciones futuras".

El Sr. Ban Ki-Moon declaró que el cumplimiento de los compromisos mundiales de reducir la pobreza, prevenir el hambre, disminuir la mortalidad infantil y proteger la salud y el bienestar de las mujeres está intimamente ligado a una respuesta a la epidemia de sida enérgica y eficaz.

"No obstante, para conseguir el objetivo del acceso universal, hay que superar los obstáculos surgidos. No sólo referentes a nuestra lucha contra la enfermedad, sino también los que la propia sociedad ha impuesto", afirmó, y añadió que la respuesta al sida también precisa que se atajen "las enfermedades del espíritu humano: el prejuicio, la discriminación y el estigma".

El secretario general instó a todos los gobiernos a revisar sus sistemas jurídicos para garantizar el cumplimiento de los principios de los derechos humanos sobre los que se asienta una respuesta al sida sólida. "No se trata de un simple reto médico o científico.También es un desafío moral", alegó.

En la rueda de prensa celebrada tras la reunión, el secretario general habló de sus esfuerzos personales para acometer el prejuicio, la discriminación y el estigma. Por ejemplo, explicó que se reunía con regularidad con personal seropositivo de las Naciones Unidas y está instando a todos aquellos que viven con el VIH a participar en la sociedad sin miedo a la discriminación.

A él se le unió el director de ONUSIDA Michel Sidibé, que elogió el liderazgo del secretario general a la hora de ayudar a acabar con la "conspiración del silencio" en cuanto al estigma, la discriminación y la penalización de las personas que viven con el virus, sobre todo de aquellas que se incluyen entre los grupos más vulnerables: homosexuales, profesionales del sexo y consumidores de drogas inyectables.

Añadió que "nos estamos quedando sin tiempo", puesto que el año 2010 es la fecha límite para conseguir el acceso universal y está a la vuelta de la esquina. "Por desgracia, nos encontramos muy lejos de alcanzar nuestros objetivos".

Según ONUSIDA, alrededor de 84 países han informado de que poseen leyes y políticas que obstaculizan la prevención, tratamiento, atención y apoyo al VIH eficaces para las poblaciones vulnerables.

"Conseguir el acceso universal a la prevención, tratamiento, atención y apoyo constituye un imperativo de los derechos humanos. Es esencial que la respuesta mundial a la epidemia de sida se fundamente en los derechos humanos y que se acabe con la discriminación y las leyes punitivas que van en contra de los más afectados por el VIH", recalcó el Sr. Sidibé.