Reportaje

Día internacional contra la homofobia

14 de mayo de 2009

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La homofobia y la penalización de comportamientos sexuales consentidos entre adultos constituyen las principales barreras a la eficacia de las respuestas al VIH.

Con la firma de la Declaración política de las Naciones Unidas sobre el VIH y el sida en 2006, los gobiernos se comprometieron a acabar con las barreras jurídicas y a aprobar leyes que protegieran a los grupos de población más vulnerables. Sin embargo, más de 80 países todavía penalizan las relaciones consentidas entre adultos del mismo sexo.

En contra de este contexto de represión, cada 17 de mayo, comunidades de todo el mundo celebran el Día internacional contra la homofobia, que señala el aniversario de la decisión que tomó la Organización Mundial de la Salud en 1990: eliminar la homosexualidad de su lista de trastornos mentales. Por lo tanto, el 17 de mayo supone una oportunidad para subrayar una vez más la necesidad urgente de aunar esfuerzos con el fin de reducir y acabar con la discriminación, la violencia y la penalización basadas en la orientación sexual.

La homofobia y la criminalización de comportamientos sexuales consentidos entre adultos constituyen las principales barreras a la eficacia de las respuestas al VIH, que dependen de la protección de la dignidad y de los derechos de todas las personas afectadas por el VIH, sin olvidar su derecho y capacidad para organizar y educar a sus comunidades, trabajar en su nombre y acceder a servicios de prevención y tratamiento.

"La decisión de penalizar las relaciones entre personas del mismo sexo supone una seria vuelta atrás en lo que respecta a la repuesta al sida y a los derechos de aquellos que se ven afectados por la ley", afirmó Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. "Dado que estas leyes discriminatorias pueden empujar a las personas a la clandestinidad, también tendrán un impacto negativo tanto en la aplicación de programas de prevención del VIH como en el acceso al tratamiento".

Los datos muestran que la protección de los derechos de los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las lesbianas y los transexuales, tanto en la ley como en la práctica, combinada con programas del VIH a gran escala para cubrir las necesidades relacionadas con el virus y las sanitarias, son componentes necesarios y complementarios para conseguir una respuesta eficaz a la epidemia.

ONUSIDA insta a todos los gobiernos a tomar medidas para erradicar el estigma y la discriminación a los que se enfrentan los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH), las lesbianas y los transexuales, y a crear ambientes sociales y jurídicos que garanticen el respeto de los derechos humanos y el acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH.

"No hay cabida para la homofobia. El acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH ha de estar al alcance de todas las personas que lo necesiten, incluidos los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres", declaró el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé.

Los países que tienen leyes no discriminatorias hacia los HSH, los consumidores de drogas inyectables y los profesionales del sexo han registrado tasas de cobertura más altas en sus esfuerzos de prevención del VIH.