Reportaje

La violencia contra la mujer y el VIH

10 de noviembre de 2009

20091110_VAW_200.jpg
Las mujeres que viven con el VIH tienen más probabilidades de haber sido víctimas de la violencia, y que aquellas que ya la han sufrido tienen más probabilidades de haberse infectado por el VIH. Fotografía: ONUSIDA/P.Virot

Numerosos estudios realizados en todo el mundo confirman los vínculos entre la violencia contra la mujer y el VIH. Dichos estudios muestran que las mujeres que viven con el VIH tienen más probabilidades de haber sido víctimas de la violencia, y que aquellas que ya la han sufrido tienen más probabilidades de haberse infectado por el VIH.

Del 27 al 29 de octubre, la Organización Mundial de la Salud (OMS), en nombre de la familia de ONUSIDA, organizó un grupo de trabajo de expertos y médicos para revisar los vínculos entre la violencia contra la mujer y el VIH, así como las intervenciones y estrategias programáticas que abordan las intersecciones entre violencia y VIH. El objetivo de la reunión era ofrecer una serie de recomendaciones políticas y programáticas para los programas nacionales e internacionales de sida, así como desarrollar una agenda para el desarrollo de programas, la evaluación y la investigación en el futuro, fundamentada en una revisión de las pruebas reunidas en diversas intervenciones.

Esta reunión forma parte de las iniciativas de ONUSIDA para poner en práctica el documento Acción conjunta para obtener resultados: Marco de resultados del ONUSIDA 2009-2011, que incluye la violencia contra mujeres y niñas como una de sus nueve áreas de acción prioritarias.

Violencia y VIH

Según un informe del Secretario General de las Naciones Unidas de 2006, en todo el mundo una de cada tres mujeres ha sido golpeada, forzada sexualmente o sufrido otro tipo de abuso en su vida por parte de algún conocido.

Las intervenciones a largo plazo que abordan los factores estructurales, la desigualdad de género y las normas de género perjudiciales son esenciales si se desea reducir la violencia contra la mujer y el VIH.

Kristan Schoultz, directora de la Coalición mundial sobre la mujer y el sida

La violencia y su amenaza aumentan dramáticamente la vulnerabilidad de mujeres y niñas, dificultando o imposibilitando que puedan abstenerse de mantener relaciones sexuales, conseguir que sus parejas sean fieles o utilizar el preservativo. El riesgo de transmisión del VIH aumenta en relaciones sexuales violentas o forzadas, ya que las abrasiones causadas por la penetración forzada pueden facilitar el contagio del virus.

La violencia, o el miedo a esta, también dificultan que mujeres y niñas revelen su estado serológico y accedan a los servicios de prevención, atención y tratamiento del VIH. En otras ocasiones las mujeres evitan someterse a las pruebas del VIH por miedo a ser maltratadas o abandonadas si se descubre que son seropositivas.

Como señala la Dra. Claudia García-Moreno, del Departamento de la OMS sobre Investigación y Salud Reproductiva y coordinadora del Estudio multinacional de la OMS sobre la salud de la mujer y la violencia de género: “La violencia contra la mujer es una violación fundamental de los derechos humanos que a menudo está impulsada por normas sociales y culturales antiguas que refuerzan su aceptación en la sociedad, tanto para hombres como para mujeres. Sin embargo, podemos dar pasos concretos en las respuestas al sida y en las iniciativas de desarrollo para abordar la violencia y mejorar así exponencialmente la salud y la calidad de vida de las mujeres”.

Cambio social y conductual

Según los participantes de la consulta, las políticas y los programas que abordan la desigualad y la violencia de género ayudarán a alcanzar los objetivos universales de prevención, tratamiento y atención del VIH. Invertir en respuestas en estos campos es por lo tanto una parte esencial de los programas del VIH.

“Las intervenciones a largo plazo que abordan los factores estructurales, la desigualdad de género y las normas de género perjudiciales son esenciales si se desea reducir la violencia contra la mujer y el VIH”, afirmó Kristan Shoultz, directora de la Coalición mundial sobre la mujer y el sida. “Existe al mismo tiempo la necesidad de avanzar de manera urgente para conseguir logros a corto plazo, como la mejora de los servicios voluntarios de pruebas y asesoramiento y la provisión de una atención integral tras una violación para abordar las necesidades psicológicas y sanitarias de las víctimas”.

Los participantes consideran que un “mosaico” de acción que aborde las necesidades relativas a la violencia y al VIH tanto a largo como a corto plazo tiene el potencial de repercutir no solo el sexto ODM (sobre el VIH) sino también en el resto de ODM relacionados con la salud, como la reducción de la mortalidad materna y la realización de los derechos y de la salud sexual y reproductiva. Además, este enfoque está en el centro del tercer ODM (igualdad de género y capacitación de la mujer) y del primer ODM (reducción de la pobreza).

Los resultados y las recomendaciones de la reunión nutrirán las iniciativas de promoción nacionales y mundiales actuales, como las de la Coalición mundial sobre la mujer y el sida, la Campaña del Secretario General de las Naciones Unidas para la eliminación de la violencia contra la mujer, y la Campaña panafricana para la eliminación de la violencia contra la mujer. Las recomendaciones ayudarán asimismo a las autoridades nacionales a abordar más eficientemente las intersecciones entre el VIH y la violencia en los programas nacionales.