Reportaje

Las escuelas de enseñanzas técnicas de China desempeñan un papel esencial en la educación sobre el sida

16 de octubre de 2009

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Las escuelas de enseñanzas técnicas de China son un lugar óptimo para hacer llegar a miles de jóvenes mensajes de prevención del VIH y de las ITS. Fotografía: OIT 

La Escuela de Formación Profesional Zhaoging de Guangdong, en China, ofrece formación técnica básica a varios miles de trabajadores migrantes cada año. También es una de las primeras escuelas de este tipo que incorpora información sobre la sexualidad, la salud y el VIH en su programa educativo. Este modelo se ha ampliado ahora al resto de la nación con la asistencia técnica de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Programas como el respaldado por la OIT pueden servir como un excelente modelo para llegar a decenas de millones de jóvenes y a sus parejas en China, en una edad en la que están más predispuestos a adoptar conductas que les exponen a un mayor riesgo de infectarse por el VIH o por otras infecciones de transmisión sexual.

Dr. Bernhard Schwartländer, coordinador nacional de ONUSIDA en China

Muchos de los estudiantes que terminen sus estudios en la escuela Zhaoging encontrarán trabajo en la provincia del Delta del Río Perla, la zona mercantil más grande del mundo, donde trabajan 60 millones de trabajadores migrantes de las áreas rurales de China. Antes de que los estudiantes, de edades comprendidas entre los 14 y los 19 años, entren a formar parte del mundo laboral, los profesores se encargan de impartirles conocimientos que les ayudarán a protegerse de incidentes frecuentes, como los embarazos no deseados, o de las altas tasas de infecciones de transmisión sexual, como el VIH.

Para muchos jóvenes estudiantes esta iniciativa parece estar dando sus frutos y ya se están beneficiando de una mayor apertura y un mejor acceso a la información. Según una de las estudiantes, “Cuando comenzó la formación sobre el VIH estaba nerviosa y retraída. Cuando la profesora acabó su explicación me encontraba cómoda y acepté lo que nos contó. Me sentí como si antes no hubiera sabido nada sobre el VIH… Las personas seropositivas no son peligrosas, y no merecen ser discriminadas”.

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Las escuelas de enseñanzas técnicas de China son un lugar óptimo para hacer llegar a miles de jóvenes mensajes de prevención del VIH y de las ITS. Fotografía: OIT

Siguiendo el ejemplo de Zhaoging y otras escuelas similares, la OIT y el Ministerio de Trabajo de los Estados Unidos (USDOL, por sus siglas en inglés) se han propuesto llegar al mayor número posible de los 18 millones de estudiantes del país que acuden a alguna de las 16.000 escuelas de enseñanzas técnicas.

El proyecto de la OIT y USDOL, conocido como SHARE (Strategic HIV/AIDS Responses in Enterprises - Respuestas estratégicas al VIH y al sida en las empresas), reconoce que las escuelas técnicas ocupan una posición óptima para formar a un gran número de jóvenes vulnerables sobre el VIH, las ITS y la salud reproductiva. Por ejemplo, en una encuesta realizada a 1.602 chicas que estudiaban en las escuelas técnicas de Anhui, el 12% afirmaba que ya había mantenido relaciones sexuales y, de ellas, más del 60% habían tenido embarazos prematrimoniales.

En función de esta necesidad, SHARE ha establecido programas en 1000 escuelas técnicas y formado a 2000 profesores sobre cómo ofrecer formaciones participativas. El Ministerio de Recursos Humanos de China está respaldando este esfuerzo con una política nacional que solicita a todas las escuelas técnicas bajo su autoridad que integren la formación sobre ITS, VIH y salud reproductiva en su programa de salud psicológica.

Según Richard Howard, asesor técnico principal de la OIT del proyecto de educación sobre el VIH y el sida en el lugar de trabajo, “Se estima que con la capacidad establecida en las escuelas técnicas, se llegará a cinco millones de estudiantes en China durante los próximos cinco años.”

Las autoridades del país son plenamente conscientes de que, a pesar de los logros conseguidos últimamente, el proyecto necesita un seguimiento y una evaluación minuciosos. “Entre los retos que se plantean ahora está cómo hacer un seguimiento de la repercusión de esta intervención”, afirmó Zheng Dongliang, del Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social y director del proyecto de la OIT y USDOL sobre el VIH y el sida en el lugar de trabajo. También añadió, “Ahora podemos evaluar cómo se ha transmitido ese conocimiento mediante los exámenes, pero nuestro objetivo es promover un cambio de conductas, y esperamos encontrar formas de monitorizar y evaluar mejor el impacto de estas intervenciones para garantizar que consigamos que los jóvenes vulnerables adopten comportamientos positivos”.

La educación sexual se incorporó en las escuelas chinas en 1992. Sin embargo, su aplicación y efectividad varía de unos lugares a otros. Li Hua, profesora de la escuela técnica de Wuhu, afirma que “la mayoría de las veces son los profesores los que se sienten avergonzados al hablar de sexo con sus estudiantes. Los estudiantes están dispuestos a aprender, y cuando se les da la oportunidad, a hablar abiertamente sobre sus experiencias”. Uno de los objetivos del programa es dotar a los profesores de los conocimientos, las habilidades y las herramientas necesarias para dialogar abiertamente sobre la salud sexual y reproductiva en sus clases.

“Es realmente reconfortante y alentador ver cómo los profesores y los alumnos dialogan animada y creativamente sobre cuestiones bastante personales”, afirmó el Dr. Bernhard Schwartländer, coordinador de ONUSIDA en China. “Programas como el respaldado por la OIT pueden servir como un excelente modelo para llegar a decenas de millones de jóvenes y a sus parejas en China, en una edad en la que están más predispuestos a adoptar conductas que les exponen a un mayor riesgo de infectarse por el VIH o por otras infecciones de transmisión sexual”.