Reportaje

Marijke Wijnroks, embajadora del sida de los Países Bajos, afirma que es esencial vincular los derechos y la salud sexual y reproductiva con la prevención del VIH

08 de febrero de 2010

20100209_mw_260_200.jpg
Dra. Marijke Wijnroks, embajadora del sida de los Países Bajos en la Secretaría de ONUSIDA en Ginebra. Enero de  2010. Fotografía: ONUSIDA

La embajadora del sida de los Países Bajos, la Dra. Marijke Wijnroks, visitó recientemente la Secretaría de ONUSIDA para reunirse con Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, y con la directiva superior del Programa Conjunto. Aprovechamos la oportunidad para preguntar a la Dra. Wijnrocks sobre su labor como embajadora nacional del sida y dialogar sobre las cuestiones principales de la respuesta de los Países Bajos al problema mundial del VIH.

ONUSIDA: Dra. Wijnroks, usted fue nombrada embajadora del sida de los Países Bajos en julio de 2009. ¿Cómo ve su labor en la respuesta mundial al VIH??

Marijke Wijnroks: Como embajadora del sida de los Países Bajos, represento al Ministerio de Asuntos Exteriores holandés en el área del sida.

Nuestro gobierno tiene una política que cubre tanto el VIH como los derechos y la salud sexual y reproductiva, ya que consideramos que estas dos áreas están estrechamente relacionadas.

Por un lado, la política se centra en la prevención, y por otro, en la promoción y protección de los derechos asociados a la salud sexual y reproductiva. La política cubre cuestiones de prevención de la infección por el VIH, prevención de embarazos no deseados, y prevención de la morbilidad y mortalidad materna, junto con la promoción y la protección de los derechos de las personas vulnerables a la infección por el VIH, incluidos los derechos relativos a la salud sexual y reproductiva.

Dentro de un marco político más amplio, intento centrarme en dos áreas. En primer lugar, lo que se podría denominar como la “normalización” de la respuesta al sida. Esto implica integrar los servicios de sida en el sistema sanitario y resaltar los vínculos entre el sida y los derechos y la salud sexual y reproductiva. Creo que esto es bastante similar a lo que Michel [Sidibé] denomina el programa de “sida más ODM” o sacar al sida del aislamiento.

En segundo lugar, centro mi trabajo en un área de la respuesta al sida que todavía requiere una atención especial: la posición y la vulnerabilidad de las poblaciones clave, como los usuarios de drogas inyectables, los profesionales del sexo y las minorías sexuales. Estos grupos son a menudo discriminados y marginados dentro de sus comunidades y desafortunadamente no hay muchos organismos o donantes que alcen sus voces por ellos. Por eso, creo que aporto un valor añadido al hablar directamente de las necesidades y derechos de estos grupos

ONUSIDA: Ha mencionado la importancia del vínculo entre los derechos y la salud sexual y reproductiva con la prevención del VIH. ¿Podría describirlo?

Marijke Wijnroks: Bien, como el principal modo de transmisión del VIH sigue siendo sexual, no podemos hablar de prevenir el VIH sin tener en cuenta la sexualidad, los servicios de salud reproductiva o los derechos relacionados con la salud sexual y reproductiva: esto vale tanto para las parejas heterosexuales como para los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.

Como el principal modo de transmisión del VIH sigue siendo sexual, no podemos hablar de prevenir el VIH sin tener en cuenta la sexualidad, los servicios de salud reproductiva o los derechos relacionados con la salud sexual y reproductiva.

Dra. Marijke Wijnroks, embajadora del sida de los Países Bajos

Incluso cuando se habla de epidemias concentradas en usuarios de drogas inyectables, evidentemente se inyectan drogas y hay riesgo de transmitir el VIH, pero también mantienen relaciones sexuales. Por lo tanto, el problema de la sexualidad está prácticamente siempre presente en la transmisión del VIH.

Ante la falta de una vacuna o una cura para el sida, necesitamos un cambio de conductas continuo para detener las nuevas infecciones. Para que esto ocurra se necesitan diversos elementos. Las personas deben tener el conocimiento y los medios necesarios para prevenir el VIH y contar con un entorno habilitante en el que tengan libertad para adoptar decisiones que les permitan protegerse, lo que no siempre es el caso, en especial en lo que respecta a mujeres y niñas.

ONUSIDA: ¿Cómo ha afectado la crisis financiera a la respuesta al sida de la comunidad donante y a la salud y al desarrollo generales?

Marijke Wijnroks
: El impacto ha sido grave. Tampoco somos inmunes a la repercusión de la crisis financiera en los Países Bajos. Nuestro presupuesto para la ODA [asistencia para el desarrollo de ultramar] está vinculada a nuestro producto interior bruto. Durante años hemos ocupado una posición privilegiada en la que nuestro presupuesto crecía a la par que nuestra economía. Pero ahora que la economía está retrocediendo, nos encontramos ante un presupuesto a la baja que nos ha obligado a adoptar decisiones muy difíciles sobre recortes presupuestaros, algo realmente desafortunado.

Pero la crisis financiera no solo afecta a los países donantes, sino que también golpea a los países en desarrollo. Cuando los ingresos de un país disminuyen, es decir, cuando se reducen los ingresos de los impuestos y de las exportaciones, el dinero disponible para los programas del sida o de salud disminuye.

Los ingresos de los hogares también se resienten. Sabemos que hay personas que han abandonado el tratamiento porque no pueden sufragar los gastos asociados, como el transporte, o personas que no pueden acceder a alimentos y por lo tanto no pueden seguir el tratamiento.

El Banco Mundial y ONUSIDA presentaron un informe sobre el impacto de la crisis financiera a la Junta Coordinadora del Programa ONUSIDA. Es evidente que muchos países prevén que habrá un impacto directo en los programas de tratamiento. Se teme que la repercusión será aún más grave en los programas de prevención del VIH: estos cortes afectarán de manera desproporcionada a los programas de prevención dirigidos a las poblaciones clave, ya que se considera que son políticamente prescindibles. Por lo que sí, es una tendencia preocupante.

ONUSIDA: Finalmente, ¿Cómo enmarcaría la respuesta al sida para contribuir al fortalecimiento del sistema sanitario?

Marijke Wijnroks: Ha habido algunos debates muy improductivos sobre el sida frente a los sistemas sanitarios, como si fueran dos elementos opuestos. Pero yo creo que la respuesta al sida ha dado mucha fuerza al movimiento de la salud.

La comunidad del sida ha sido capaz de llamar la atención sobre la necesidad de fortalecer el sistema sanitario, y no creo que esto hubiera sido posible sin ella.

Ha habido algunos debates muy improductivos sobre el sida frente a los sistemas sanitarios, como si fueran dos elementos opuestos. Pero yo creo que la respuesta al sida ha dado mucha fuerza al movimiento de la salud.

Dra. Marijke Wijnroks, embajadora del sida de los Países Bajos

El sida ha sacado a la luz muchas deficiencias en los sistemas sanitarios, poniendo de manifiesto, por ejemplo, la escasez de profesionales sanitarios, lo que obstaculizaba la ampliación del tratamiento y de los servicios para las personas que viven con el VIH.

Asimismo, una respuesta sostenible al sida necesita un sistema sanitario que sea efectivo a la hora de acceder al tratamiento y también en lo que respecta a la prevención del VIH. La respuesta al sida necesita por lo tanto que los sistemas sanitarios sean efectivos y sostenibles.

Recuerdo una visita al hospital de un distrito de Zambia. Me impactó ver el “departamento de enfermedades crónicas” desbordado por la gestión de enfermedades relacionadas con el sida. Desde entonces hemos visto que en muchos países la carga del sida en los sistemas sanitarios ha disminuido gracias a la ampliación de los programas de tratamiento.

La otra área en la que considero que el movimiento del sida ha sido de gran ayuda es en la ampliación del número de partes interesadas implicadas en la planificación y en la ejecución, como la sociedad civil y las organizaciones comunitarias, y lo que es muy importante, las personas que viven con el VIH. El movimiento del sida ha creado un enfoque que va de abajo a arriba, con un llamamiento mucho más claro a la rendición de cuentas.

Personalmente creo que hay muchos elementos del movimiento del sida y de su financiación que han ayudado a fortalecer los sistemas sanitarios. Pero también necesitamos invertir en instalaciones, personal, infraestructuras y políticas para los sistemas sanitarios con el fin de garantizar que sean suficientemente fuertes para ofrecer servicios para el sida así como otros programas.