Reportaje

Llamamiento a una actuación urgente con el fin de mejorar la cobertura de los servicios relativos al VIH para los consumidores de drogas intravenosas

10 de marzo de 2010

512_UN_PAK-02473_low_200.jpg El análisis que ha llevado a cabo el grupo de referencia del sistema de las Naciones Unidas sobre VIH y drogas inyectables 2009 expresa numéricamente el alcance a nivel mundial de la cobertura de los servicios de prevención, tratamiento y atención relacionados con el VIH y dirigidos a los consumidores de drogas intravenosas (CDI). El estudio ha llegado a la conclusión de que, salvo ciertas excepciones, la cobertura de estos servicios para las poblaciones de CDI es muy baja y quizá insuficiente para prevenir, detener o acabar con las epidemias del virus. Photo: ONUSIDA/P.Virot

Por primera vez, el análisis que ha llevado a cabo el grupo de referencia del sistema de las Naciones Unidas sobre VIH y drogas inyectables 2009 expresa numéricamente el alcance a nivel mundial de la cobertura de los servicios de prevención, tratamiento y atención relacionados con el VIH y dirigidos a los consumidores de drogas intravenosas (CDI). El estudio ha llegado a la conclusión de que, salvo ciertas excepciones, la cobertura de estos servicios para las poblaciones de CDI es muy baja y quizá insuficiente para prevenir, detener o acabar con las epidemias del virus.

Asimismo, el informe, publicado en la edición online de The Lancet el día 1 de marzo de 2010, subraya la necesidad de mejorar la recopilación de datos acerca de los consumidores de drogas intravenosas en cada región con el propósito de conseguir una visión más clara de hasta dónde llegan sus necesidades. "Todavía no conocemos suficientes datos sobre la naturaleza y el tamaño de las poblaciones a las que tenemos que dirigirnos".

Estamos seguros de que, si combinamos diferentes acciones para reducir el daño causado por el consumo de drogas, podemos reducir el número de nuevas infecciones de VIH entre los consumidores prácticamente por completo.

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA

Las lagunas que hay en los servicios son evidentes. En el campo de la prevención, el estudio estima que se distribuyen cerca de dos agujas al mes por CDI. En aquellos países en los que se calcula el número de preservativos que se reparten a los CDI, la media resulta de 12 preservativos por CDI al año.

Estas medias globales esconden variaciones regionales y nacionales incluso aún mayores en lo referente a los servicios.

Mientras que casi todos los países de Europa occidental y oriental, Asia central, Australia y América del norte disponen de programas de suministro de agujas y jeringas (PAJ), estos servicios no están presentes en 9 de 25 países del este, sureste y sur de Asia donde existe el consumo de drogas intravenosas. Estos programas tampoco se desarrollan, o al menos no se informa sobre ellos, en 14 de los 16 países del África subsahariana donde también se da dicho consumo.

Además, la cobertura de la terapia de sustitución de opiáceos (TSO) en Asia central, América latina y el África subsahariana se reduce a un 1% o menos y asciende al elevado porcentaje de 61% en Europa occidental.

Acceso a los servicios para todos los consumidores de drogas

ONUSIDA cree que se puede proteger a los consumidores de drogas frente al VIH si estos tienen acceso a intervenciones integrales y basadas tanto en pruebas como en los derechos humanos.

“Para que los enfoques destinados a paliar los daños sean eficaces, en ellos se ha de contemplar el acceso a agujas esterilizadas y a tratamientos antirretrovíricos, la terapia de sustitución de opiáceos para sus consumidores y el fomento del uso del preservativo para reducir la transmisión del VIH por parte de los consumidores de drogas a sus parejas", afirmó Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. "Sin embargo, la cobertura actual de estos servicios es extremadamente reducida.

La financiación del estudio ha corrido a cargo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito (ONUDD), el Centro nacional australiano de investigación de alcohol y estupefacientes, la Universidad de Nuevo Gales del Sur y el Consejo nacional australiano de salud e investigación médica.