Reportaje

Ya está en marcha el plan dirigido a reducir a la mitad la prevalencia de la tuberculosis y las tasas de mortalidad para 2015

13 de octubre de 2010

La iniciativa Alto a la tuberculosis ha lanzado el Plan mundial para detener la tuberculosis (2011-2015), cuyo objetivo es reducir a la mitad para 2015 la prevalencia de esta enfermedad y las tasas de mortalidad. De este modo, se pretende alcanzar el objetivo de desarrollo del Milenio de detener y comenzar a reducir la epidemia para 2015.

El Plan, que se puso en funcionamiento en Sudáfrica, detectó carencias de investigación que deben subsanarse si se quieren proporcionar pruebas rápidas para la detección de la tuberculosis, regímenes de tratamiento más rápidos y una vacuna totalmente efectiva. Asimismo, muestra cómo los laboratorios de diagnóstico se pueden modernizar a través de programas sanitarios, de manera que se empiece a utilizar las nuevas pruebas disponibles para la detección de esta enfermedad en lugar de los anticuados métodos de diagnóstico que aún se siguen usando en muchos países.

La iniciativa Alto a la tuberculosis requiere 37.000 millones de dólares para financiar el plan de 2011 a 2015, una cantidad que, de acuerdo a sus estimaciones, les permitirá diagnosticar y tratar a 32 millones de personas durante los próximos cinco años.

Según sus cálculos, de no contar con la financiación y el compromiso político necesario, entre los años 2010-2015 más de 50 millones de personas desarrollarían tuberculosis activa y se perderían más de 10 millones de vidas a causa de una enfermedad curable y evitable.

Cada año, alrededor de medio millón de personas muere de tuberculosis asociada al VIH. Si se cumplen los objetivos del plan, a finales de 2015 se habrán realizado pruebas del VIH a todos los pacientes con tuberculosis, y cuando el resultado sea positivo, recibirán medicamentos antirretrovíricos y otros apropiados para el VIH. Asimismo, en los tratamientos del VIH se realizarán pruebas para la detección de la tuberculosis a todos los pacientes, y estos recibirán la terapia preventiva apropiada o el tratamiento necesario.

"Más de un millón de personas que viven con el VIH enferman de tuberculosis cada año", dijo el Dr. Paul De Lay, director ejecutivo adjunto de programas de ONUSIDA. "Tenemos que asegurarnos de que, por un lado, todas las personas que viven con el VIH reciben la terapia antirretrovírica que precisan y, por otro lado, de que a todas ellas se les realicen pruebas para la detección de la tuberculosis cada vez que acudan a los servicios de atención sanitaria. Esto nos ayudará a realizar un diagnóstico y a proporcionar un tratamiento temprano y efectivo contra la tuberculosis, con lo que se evitarán muertes innecesarias".

El Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) y la iniciativa Alto a la tuberculosis firmaron el pasado julio un memorándum de entendimiento. Con este acuerdo se comprometen a aunar esfuerzos con el fin de reducir a la mitad para 2015 el número de personas que viven con el VIH y que fallecen a causa de la tuberculosis. El memorándum también señala la importancia que tiene el proporcionar un tratamiento antirretrovírico a todas las personas que vivan con el VIH y que padezcan tuberculosis, pues puede salvarles la vida.

El ministro de sanidad sudafricano, el Dr. Aaron Motsoaledi, presentó el Plan mundial para detener la tuberculosis en una conferencia de prensa celebrada en la escuela primaria Phosolo, en Alexandra, en la que estudian más de 2.000 niños y niñas de la región.‏

Tras el lanzamiento, los oradores de la conferencia de prensa participaron junto a niños de la escuela en un torneo de fútbol enmarcado dentro de la campaña Patada a la tuberculosis. Se trata de una campaña que busca medidas contra la tuberculosis y el estigma asociado a ella, fusionando deporte y movilización social con el fin de crear una plataforma a través de la cual se puedan transmitir de manera efectiva los mensajes sobre la tuberculosis.