Reportaje

Emerger del conflicto: la función de las mujeres en la reconstrucción de comunidades que sean más justas y mejores

20 de octubre de 2010

Varias mujeres despejan los escombros en las calles de Puerto Príncipe, Haití. Fotografía: UN Photo/Sophia Paris

Muy a menudo las mujeres sufren las peores consecuencias de la guerra. En ciertas partes del mundo, la violencia sexual y de género es cada vez más utilizada como arma de conflicto y son una característica prevaleciente en numerosas crisis humanitarias. El último informe representativo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Estado de la Población Mundial 2010, explora las peligrosas consecuencias para las mujeres sorprendidas por el conflicto y la crisis quienes quedaron vulnerables a la infección del VIH, a la incapacidad, al estigma social y al trauma psicológico.

La publicación del informe, que también resalta muchas acciones positivas por parte de los individuos, la sociedad civil y los gobiernos para enfrentar esta cuestión, coincide con el décimo aniversario de la Resolución 1325 sobre Mujeres, Paz y Seguridad. La resolución es el desafío del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre el abuso de mujeres en conflicto y su marginación en el proceso de construcción de la paz.

El informe que lleva como subtítulo «Del conflicto y la crisis hacia la renovación: las generaciones del cambio», examina el desarrollo en los últimos 10 años desde esta resolución clave. El informe está basado en historias de campo en una serie de países que tienen experiencia en disturbios y que están ahora en el difícil camino hacia la recuperación: Bosnia y Herzegovina, Liberia, Timor-Leste y Uganda. 

El VIH en situaciones de crisis

También se ha explorado el impacto del VIH en situaciones de crisis. La violencia sexual hace que las mujeres sean vulnerables a la infección por VIH. La inestabilidad social, la pobreza e impotencia que frecuentemente acompañan a la conmoción social y a los desplazamientos también facilita la transmisión del VIH con el debilitamiento de normas que regulan el comportamiento sexual.

Los países no deberían simplemente reconstruirse, sino construirse de nuevo mejor y de manera renovada, con mujeres y hombres en igualdad de condiciones, con derechos y oportunidades para todos.

Thoraya Ahmed Obaid, Director Ejecutivo de UNFPA

El informe muestra cómo las mujeres y personas jóvenes han superado dificultades y han comenzado a reconstruir sus vidas y sus comunidades. En la era posconflicto, en el norte de Uganda, donde una guerra de rebelión se extendió por más de 20 años, la gente joven está trabajando con la sede local de Straight Talk Foundation, una ONG nacional, que se ha establecido en el Centro para jóvenes gulu. Hoy en día es el mayor proveedor de atención a la salud sexual y reproductiva para jóvenes del área, que incluye ayuda psicológica y análisis de VIH. Este es un servicio muy necesario para las mujeres jóvenes de la región ya que es mucho más probable que las adolescentes vivan con el VIH.

Hombres y mujeres juntos por la paz

Se reconoce también que los hombres tienen una función vital a la hora de provocar cambios positivos. Los líderes tradicionales masculinos de África y la región de Asia y el Pacífico en la actualidad están teniendo en cuenta los derechos y necesidades de las mujeres a la hora de tomar decisiones.

Cada vez más, las mujeres son elegidas como líderes locales por sus propios méritos y toman parte activa en la reconstrucción de la sociedad en situaciones posconflicto. Por ejemplo en Burundi y Nepal, dos países afectados por los conflictos, las mujeres de la sociedad civil han sido aclamadas por sus esfuerzos y el impacto causado en todo el proceso de paz.

De acuerdo con el Estado de la Población Mundial, hay personas preocupadas en todos los niveles que están buscando formas para construir nuevas sociedades saludables donde mujeres y niñas, y hombres y muchachos, puedan florecer.

Tal como dijo Thoraya Ahmed Obaid, Director Ejecutivo de UNFPA, sobre el informe, “los países no deberían simplemente reconstruirse, sino construirse de nuevo mejor y de manera renovada, con mujeres y hombres en igualdad de condiciones, con derechos y oportunidades para todos”.