Reportaje

El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, visita un centro de tratamiento con metadona en Camboya

29 de octubre de 2010

El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, alcanza una dosis de metadona a un paciente del primer centro de tratamiento con metadona de Camboya, en Phnom Penh. 28 de octubre de 2010.

Casi el 10% de las infecciones por el VIH que se producen en todo el mundo se debe a la utilización de drogas inyectables no esterilizadas. Compartir agujas y jeringuillas contaminadas puede transmitir el virus con facilidad. De hecho, de los 15,9 millones de usuarios de drogas inyectables, tres millones lo han contraído.

En su última visita al primer centro de tratamiento con metadona de Camboya, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, elogió a las autoridades del Gobierno y al personalsanitario por los esfuerzos realizados a la hora de reducir la infección por el VIH y los daños que sufren los usuarios de drogas inyectables. Inaugurado en julio del año 2010, el centro ha contado con 61 pacientes hasta la fecha.

Este programa de terapia de mantenimiento con metadona está facilitando un gran servicio, no solo a las personas que luchan por superar su adicción, sino también a toda la comunidad.

Ban Ki-moon, secretario general de las Naciones Unidas.

"Este programa de terapia de mantenimiento con metadona está facilitando un gran servicio, no sólo a las personas que luchan por superar su adicción, sino también a toda la comunidad", declaró el secretario general tras la visita a las instalaciones del centro en el Hospital Khmer Soviet Friendship. “Las pruebas demuestran que dichas iniciativas resultan más eficaces que el ingreso en prisión a la hora de tratar problemas sociales causados por la adicción”.

La terapia de sustitución de opiáceos con metadona o buprenorfina es una de las numerosas medidas basadas en pruebas que han demostrado la reducción de la infección por el VIH y los daños derivados de la drogodependencia. Entre ellas se incluyen el acceso a jeringuillas y agujas esterilizadas, pruebas del VIH, asesoramiento, terapia antirretrovírica, fomento del preservativo para los usuarios de drogas y sus parejas sexuales y programas de divulgación comunitarios.

Mientras que algunos países están adoptando cada vez más medidas de reducción de daños como éstas, la cobertura sigue siendo deficiente. Según el Grupo de referencia de las Naciones Unidas sobre el VIH y drogas inyectables, solo el 8% de los usuarios de drogas inyectables en todo el mundo reciben terapia de sustitución de opiáceos, y únicamente el 4% de los usuarios seropositivos cuentan con terapia antirretrovírica. De hecho, solo se distribuyen dos jeringuillas y agujas esterilizadas por usuario al mes.

La experiencia ha demostrado que los enfoques basados en el fortalecimiento de la ley apenas tienen resultados a la hora de reducir el uso de drogas y los delitos relacionados con ellas. Las leyes que penalizan la posesión de material de inyección o de terapia de sustitución constituyen grandes obstáculos a la respuesta al VIH. Asimismo, el miedo a posibles medidas penales o a un enjuiciamiento obliga a muchos usuarios de drogas a tener que mantenerse en la clandestinidad y pierden la oportunidad de estabilizar sus vidas.