Reportaje

Entrevista a Sigrun Modegal, honrada recientemente por Noruega por su contribución a la respuesta mundial al SIDA

13 de enero de 2011

La Dra. Sigrun Mogedal, ex-embajadora del SIDA de Noruega que ha recibido la Real Orden Noruega.

La Dra. Sigrun Mogedal, ex-embajadora del SIDA de Noruega, ha recibido la Real Orden Noruega de San Olaf por “los distinguidos servicios prestados al país y a la comunidad”. La Dra. Modegal, médico de formación, ha contribuido significativamente a la cooperación internacional en salud.

Cuando la Dra. Modegal visitó recientemente Ginebra, ONUSIDA tuvo la oportunidad de conversar con ella sobre el futuro de la respuesta al SIDA, la importancia del liderazgo de los jóvenes y de la Orden de San Olaf:

ONUSIDA: ¿Cuáles son los desafíos que enfrenta la respuesta al SIDA en los años venideros?
Sigrun Mogedal:
Necesitamos un cambio en la antigua manera de pensar, que consistía en que si uno movilizaba más dinero, iba a solucionar el tema del VIH. Existe una expectativa de que las soluciones provendrán de los donantes, más que de cada país en sí mismo. Dar un giro a esta idea es uno de los grandes desafíos en todas las áreas de la salud mundial.

Además, todos aquellos que hemos participado en la salud mundial por mucho tiempo llegamos a un punto en el cual repetimos, en vez de renovar, la manera de hacer las cosas.

Si bien hemos avanzado mucho, tal vez ahora se necesitan personas nuevas y renovar la creatividad y la manera de hacer negocios tanto en la salud como en el SIDA. Por lo tanto, necesitamos crear un espacio para las nuevas personas, para los jóvenes, con su creatividad, su energía, su manera de entender la complejidad y su manera de avanzar.

ONUSIDA: ¿Observa esto en la respuesta al SIDA actual?
Sigrun Mogedal:
Creo que la nueva Estrategia de ONUSIDA está avanzando en esa dirección. Creo que la manera en que ONUSIDA está hablando sobre sacar al SIDA del aislamiento es otro paso. Lo que vemos en China y en Sudáfrica, donde ambos países se están haciendo cargo [de su propia epidemia] es algo definitivamente nuevo. Pero, algunas de las opciones que debes tomar en cada país no son políticamente atractivas; es una agenda a partir de la cual no se ganan elecciones. Entonces, necesitas un impulso para asegurarte de que no se pierda esa agenda.

En las discusiones a nivel mundial tiende a ser más fácil movilizarse por asuntos donde hay soluciones bastante simples. En lo que respecta a la respuesta al VIH, ahora estamos conscientes de que  no hemos sido capaces de abordar algunas de las cosas más difíciles—en términos de derechos humanos o poblaciones marginadas—ni en el norte ni en el sur.

ONUSIDA: ¿Cómo cree usted que el clima económico mundial puede afectar la respuesta frente al SIDA, y qué es lo que los países pueden hacer para mitigar el impacto?
Sigrun Mogedal:
Es extremadamente complejo y difícil decir cómo la crisis económica puede afectar directamente a la respuesta de un país frente al SIDA.

Algunas veces la crisis financiera, o el hecho de que no puedes tenerlo todo, ayuda a que te muevas en una dirección donde eres mucho más efectivo y eficiente y donde encuentras nuevas formas para hacer mejor las cosas.

En vez de decir “Tengo este gran saco de dinero y quiero usarlo”, es mejor mirar cuáles son las elecciones difíciles que probablemente tenga que hacer y cómo puedo reunir diferentes esfuerzos que trabajen en pos del mismo propósito.

Obviamente, ahí no termina esta historia, ya que a menos que dispongamos de dinero, a menos que podamos bajar el precio de los medicamentos, a menos que tengamos sistemas de entrega con trabajadores de la salud instalados— que necesitan recibir un salario—no hay manera de mantener y sustentar la respuesta.

Los países deben incluir los servicios sociales y de salud como parte de su propio compromiso con el crecimiento y el desarrollo. No pueden obtenerlo desde fuera. Realmente debes tener una política que fomente el cambio desde dentro y eso es lo que se necesita también para la respuesta frente al VIH.

En las discusiones a nivel mundial tiende a ser más fácil movilizarse por asuntos donde las soluciones son bastante simples. En lo que se refiere a la respuesta al VIH, ahora estamos conscientes de que aún no hemos sido capaces de abordar algunas de las cosas más difíciles ni en el norte ni en el sur.

La Dra. Sigrun Mogedal, ex-embajadora del SIDA de Noruega que ha recibido la Real Orden Noruega.

ONUSIDA: Usted ha estado a la vanguardia de la formación de una nueva generación de liderazgo en torno a la respuesta al SIDA. ¿Por qué es importante esto?
Sigrun Mogedal:
En primer lugar es importante porque varios de nosotros que hemos participado por mucho tiempo estamos envejeciendo y, en mi caso,  nos estamos retirando [ríe].

Pero también la manera en que estamos formados y cómo actuamos no es tan útil para lidiar con la complejidad. Cuando nos enfrentamos a una situación compleja no somos tan hábiles para entender cómo pensar y participar de diferentes  maneras. De algún modo, estamos programados en nuestras propias formas de actuar.

Sin embargo, cuando converso con los jóvenes veo que ellos poseen la energía y la capacidad para aventurarse en nuevas formas de comunicación. Realmente me sorprende cómo son capaces de ver todas las posibilidades que existen. No requieren mucho estímulo, ya que su curiosidad y preocupación por la justicia no es programática, sino que es algo que llevan dentro de sí mismos. Eso es inspirador para mí.

He trabajado junto Su Alteza Real la Princesa  Mette-Marit de Noruega, quien se ha centrado principalmente en los jóvenes y en la respuesta al SIDA. Ella me ha estado ayudando a abrir esas puertas y a abrir mi mente a lo que esto significa.

ONUSIDA: ¿Qué significa para usted recibir la Orden de San Olaf?
Sigrun Mogedal:
El valor que tiene este reconocimiento es que destaca los temas y las preocupaciones en las que he estado trabajando. Por lo tanto, no es algo que tenga que ver conmigo como persona, sino que demuestra el valor que tienen estos temas.  Como en mi caso, mi compromiso, a través de la iglesia y sus valores, para con la justicia, la equidad y el VIH y la salud mundial. Ser capaz de usar esta oportunidad y demostrar que estas cosas son significativas y que se les reconoce su importancia, es maravilloso.

ONUSIDA:¿Qué es lo que más le enorgullece de su distinguida carrera?
Sigrun Mogedal:
No se trata mucho de sentir orgullo por un logro en particular, sino más bien de formar parte de un proceso que hace posible que otras personas que han sido, tal vez, marginadas se pongan de pie, caminen erguidos, sientan que tienen dignidad y valor, y puedan hacer algo. Ser parte de eso, cada vez que tú sientes que has contribuido con una pequeña cosa. Y eso es lo que te hace sentir bien interiormente, te enorgullece ser parte de algo.