Reportaje

La Cumbre Internacional de Mujeres explora las maneras de crear un mundo más seguro para las mujeres

13 de julio de 2011

De izquierda a derecha: Hendrica Okondo, directora de programa regional de YWCA Mundial para África y Oriente Medio; Babatunde Osotimehin, director ejecutivo de UNFPA; Mathilda Parau, YWCA de Papúa Nueva Guinea; Lissette Herrera, presidenta de YWCA de Perú; Joanna Kerr, Action Aid Internacional; Jan Beagle, directora ejecutiva adjunta de Administración y Relaciones Exteriores de ONUSIDA; Gill Greer, directora general de FIPF.
Fotografía: YWCA

La YWCA (Asociación de Mujeres Jóvenes Cristianas) Mundial acogió su cuarta Cumbre Internacional de Mujeres (CIM) en Zúrich, Suiza del 12 al 13 de julio de 2011. El evento reunió a más de 1000 participantes de más de 100 países para debatir problemas que afectan a mujeres y niñas en la actualidad, desde la desigualdad de género, la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres jóvenes y el VIH, hasta las dimensiones sociales y económicas de la violencia contra las mujeres.

"La cumbre es una oportunidad de alzar nuestras voces y exigir la protección de las mujeres frente a la violencia. Es además una oportunidad para encontrar posibles recursos para las supervivientes de violencia y para afirmar el liderazgo de las mujeres que viven con el VIH. Nuestro objetivo es desencadenar acciones, alcanzar resultados que cambien vidas y marquen una auténtica diferencia", dijo Nyaradzayi Gumbonzvanda, Secretaria General de YWCA Mundial.

Bajo el lema Las mujeres creando un mundo seguro, las participantes definieron espacios y programas equitativos, seguros e inclusivos para las mujeres. Según ellas, un espacio seguro tiene que ver con la seguridad personal, económica y política de mujeres y niñas, con su derecho a vivir sin violencia, a realizar elecciones sobre dónde vivir y trabajar, a moverse libremente y a participar en todas las facetas de la democracia. También es tener acceso total a los servicios sanitarios sexuales y reproductivos, incluido el acceso universal a la prevención, tratamiento, atención y apoyo para el VIH, sin estigma ni discriminación. 

La cumbre se organizó en torno a sesiones plenarias en las que participó un amplio abanico de ponentes de todo el mundo, incluidas H.E. Thokozani Khupe, viceprimera ministra de Zimbabwe, la Dra. Michelle Bachelet, directora ejecutiva de ONU Mujeres, el Dr. Babatunde Osotimehin, director ejecutivo de UNFPA, y la Sra. Mary Robinson, presidenta de la Mary Robinson Foundation on Climate Justice. Todas ellas interrogaron a las participantes y enriquecieron el debate con ideas convincentes en torno a problemas fundamentales relativos a los derechos y la salud reproductiva y sexual, el VIH, la violencia contra las mujeres, la paz la justicia y los derechos humanos.

Durante su intervención en la sesión plenaria sobre la protección de los derechos sexuales y reproductivos para todas las mujeres, la directora ejecutiva adjunta de la División de Administración y Relaciones Exteriores de ONUSIDA, la Sra. Jan Beagle, destacó que "para la mayoría de mujeres la salud tiene tanto que ver con la justicia social, la dignidad y la igualdad de acceso a los ingresos, la educación y los alimentos, como con los hospitales y los medicamentos".

Para ONUSIDA está claro que la igualdad de género y los derechos humanos, incluidos los derechos sexuales y reproductivos, son elementos innegociables para garantizar unas respuestas sanitarias y al VIH eficaces

Sra. Jan Beagle, directora ejecutiva adjunta de Administración y Relaciones Exteriores de ONUSIDA

Para ONUSIDA está claro que la igualdad de género y los derechos humanos, incluidos los derechos sexuales y reproductivos, son elementos innegociables para garantizar unas respuestas sanitarias y al VIH eficaces", añadió la Sra. Beagle.

Durante la sesión, las participantes indicaron que la falta de anticonceptivos y las relaciones sexuales sin protección son factores de riesgo fundamentales de muerte y discapacidad en mujeres en edad reproductiva. Con frecuencia se ignoran la salud y los derechos sexuales y reproductivos (SDSR) de las mujeres que viven con el VIH y entre un quinto y la mitad de las niñas y mujeres indican que su primer encuentro sexual fue forzado.

Los elementos clave para superar esta situación, según las participantes, son proporcionar una prevención exhaustiva contra el VIH; construir el liderazgo de las mujeres, en especial de las mujeres jóvenes en la defensa y provisión de servicios; crear y mantener espacios seguros e inclusivos y el acceso a una información completa y exhaustiva.

Durante la cumbre también se destacó la necesidad de vincular servicios y programas con la creación de políticas y la responsabilidad. Se debe capacitar a mujeres y niñas para que participen de forma significativa en la creación de entornos más seguros, mientras que la responsabilidad principal de provisión de servicios y seguridad radica en los estados y en sus instituciones gubernamentales públicas. La sociedad civil debe participar y controlar a los estados para asegurarse de que cumplen sus promesas y compromisos bajo la ley internacional como sugirieron las participantes.

"Las estrategias nacionales para el VIH se deben adaptar a las necesidades y los derechos de mujeres y niñas e incluir programas y presupuestos específicos que traten las desigualdades de género, a fin de traducir el compromiso y la voluntad política en una inversión de recursos adecuada", afirmó la Sra. Beagle. "Es inaceptable que menos de la mitad (46%) de todos los países asignen recursos a las necesidades específicas de las mujeres y las niñas en su respuesta nacional al VIH", añadió. La Sra. Beagle destacó también la necesidad de aprovechar la capacidad de liderazgo de las mujeres y las jóvenes en el desarrollo y la ejecución de políticas y programas para hacer avanzar la salud y los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y niñas.