Reportaje

Se pide a las iglesias que se encarguen de prevenir y reducir el impacto de la violencia sexual

21 de marzo de 2011

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, y el arzobispo de Canterbury se comprometen a mantener una colaboración más cercana destinada a prevenir y reducir el impacto de la violencia sexual y el VIH. Clive Mear / Tearfund.

Los hallazgos correspondientes al estudio reciente sobre el papel de la iglesia en la respuesta a la violencia sexual se han presentado en un acto que tuvo lugar en Londres y que fue organizado de manera conjunta entre Tearfund, Christian AID y la comunión anglicana.

El informe, titulado Silent No More (No más silencio, en inglés) y encargado por la agencia cristiana Tearfund para el alivio y el desarrollo, es una mirada autocrítica a la manera en la que las iglesias han respondido a la violencia sexual en tres países africanos que han estado o están en situación de conflicto.

Los resultados de la investigación muestran que a menudo las iglesias se han quedado calladas y no han cuidado ni defendido a quienes se encuentran al margen de la sociedad, en especial a las víctimas de la violencia sexual. Además, revela que a pesar de que la violencia sexual sea endémica en muchos países, su magnitud e impacto reales siguen siendo un misterio y critica a la iglesia por aumentar el impacto de la violencia sexual mediante el silencio y por reforzar el estigma y la discriminación.

El arzobispo de Canterbury, el Sr. Rowan Williams, declaró lo siguiente: «Es muy importante que las iglesias y todas las comunidades confesionales sigan teniendo como prioridad absoluta la defensa de la justicia y la dignidad para todos. Tenemos que preparar a las personas para que se conviertan en agentes de cambio y agentes de esperanza. Espero que esto haga que la iglesia empiece a ser lo que debería ser».

Las mujeres y las niñas se ven más afectadas por la violencia sexual y son más vulnerables al VIH. ONUSIDA trabajará mano a mano con las organizaciones confesionales para garantizar la dignidad y protección de mujeres y niñas.

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA

Las estadísticas de la ONU muestran que en algunos países una de cada tres mujeres sufren abusos físicos, sexuales o de otro tipo durante el curso de sus vidas. Este hecho vuelve a las mujeres particularmente vulnerables al riesgo de infección por el VIH, ya que se les niegan los medios para protegerse.

En la conferencia, el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, declaró que «las mujeres y las niñas se ven más afectadas por la violencia sexual y son más vulnerables al VIH. ONUSIDA trabajará mano a mano con las organizaciones confesionales para garantizar la dignidad y protección de mujeres y niñas».

Desde las recomendaciones fundamentales del informe se pide a la iglesia que reconozca su potencial para prevenir y reducir el impacto de la violencia sexual. Estas recomendaciones destacan la importancia de desafiar la prevalencia de la violencia sexual y piden a las iglesias que demuestren compasión y atención para con las personas afectadas por este tipo de violencia. Además, se insta a gobiernos, organismos de ayuda y donantes a que reconozcan el potencial de la iglesia y a que cooperen contra la violencia sexual.

ONUSIDA ha pedido tolerancia cero con la violencia de género.  En 2009, ONUSIDA puso en marcha un Programa de acción para mujeres, niñas y VIH que se está difundiendo a nivel mundial. Este programa destaca la necesidad de acelerar la acción de los países para transformar el modo en el que se tratan las desigualdades de género y los derechos de las mujeres y las niñas a través de la respuesta al sida.