Reportaje

Una campaña nacional tiene como propósito incrementar la participación de los hombres en los programas de salud del VIH en Namibia

11 de mayo de 2011

Una versión en inglés de este reportaje se publicó anteriormente en www.unicef.org 

Israel Ndeshaanya y Elisabeth Nagula, con su hijo, Nicolas.
Fotografía: UNICEF Namibia/2011/Manuel Moreno González

Israel Ndeshaanya y Elisabeth Nagula viven juntos con su hijo de 8 meses, Nicolas, en el municipio de Katutura, en Windhoek.  

Elisabeth es VIH-positiva y cuenta con el gran apoyo de Israel, quien se asegura de que tome los medicamentos antirretrovíricos periódicamente. «Desde el momento en que se enteró de su condición, nunca le dije nada malo... Estamos como si nada hubiese pasado».

Cuando Elisabeth quedó embarazada de Nicolas, ella y su pareja pasaron por el programa de prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH en Namibia. Nicolas nació libre del virus. El programa comenzó a funcionar hace casi una década y se ha implementado en 238 de las 335 instalaciones sanitarias de todo el país, y proporciona tratamiento a cerca de 59.000 mujeres embarazadas cada año.

La participación de los hombres

Sin embargo, es relativamente escaso el número de hombres que, como el Sr. Ndeshaanya, se involucran en Namibia. Tal como sucede en muchos otros países, la participación de los hombres en los programas de salud tiende a ser menor que la de las mujeres.

La reciente investigación llevada a cabo por UNICEF en colaboración con el Gobierno de Namibia muestra que solo cerca del 3% de los compañeros sentimentales de mujeres que están en el programa de atención prenatal nacional se ha sometido a una prueba del VIH en 2010, frente al 96% de las mujeres.

El hecho de que los hombres de Namibia cubran las necesidades básicas de sus familias, tales como vivienda, alimentos, agua y electricidad, no es suficiente. Deberían también participar activamente en los asuntos de salud, tales como la prevención del VIH.

Presidente Pohamba

La investigación también revela que los hombres influyen de forma directa en la participación de su pareja en la intervención dirigida a prevenir la transmisión maternoinfantil, a la cual se accede a través del programa de cuidado prenatal. En algunos casos, pueden intervenir activamente contra los objetivos de la intervención, retrasando el acceso a los cuidados o negando ayuda económica.

Por el contrario, los hombres que dan apoyo tienen un efecto claramente positivo. Según Ian MacLeod, representante de UNICEF en Namibia, la participación de los hombres es de suma importancia para reducir de manera drástica el número de nuevas infecciones del VIH en los niños. «Se necesita una respuesta integral, que combine la capacitación de los trabajadores de la salud y de consejeros especializados en la alimentación infantil, el apoyo a nivel de la comunidad para madres que alimenten a su hijo con leche materna... y, algo muy importante es que las madres necesitan el apoyo de sus esposos o parejas».

Nuevo objetivo

Esto es algo que la primera dama de Namibia, Penehupifo Pohamba, se plantea fomentar a través de su nueva campaña para reducir la prevalencia del VIH, la cual cuenta con el apoyo del presidente Hifikepunye Pohamba, de UNICEF, y de otras organizaciones.

Al poner en marcha la campaña, el presidente resaltó el papel vital que desempeñan los hombres en el cuidado del bienestar de sus parejas e hijos.

«El hecho de que los hombres de Namibia cubran las necesidades básicas de sus familias, tales como vivienda, alimentos, agua y electricidad, no es suficiente. Deberían también participar activamente en los asuntos de salud, tales como la prevención del VIH», agregó.

El presidente Hifikepunye Pohamba ha fijado un ambicioso objetivo para Namibia, con miras a aumentar de un 3% a un 25% la participación de los hombres en sesiones informativas y pruebas de VIH voluntarias, para fines de 2011.

Se estima que, en Namibia, el 13% de la población adulta vive con el virus y, según los informes, cerca del 20% de todas las mujeres embarazadas son VIH-positivas.