Reportaje

Reconocimiento de las necesidades de las usuarias de drogas inyectables en el noreste de la India

13 de septiembre de 2011

Una versión de esta historia se publicó primero en unodc.org

En el noreste de la India, las mujeres afectadas por el uso de drogas están encontrándose con espacios seguros dedicados a cubrir sus necesidades particulares.

Chawngmawii, de veintidós años de edad y procedente del Estado de Mizoram, en el noreste de la India, dejó su hogar cuando tenía 16 años. Sufrió abusos durante su infancia, después empezó a vivir en la calle y a usar drogas inyectables. Empezó a trabajar como profesional del sexo para poder mantener su hábito en relación a las drogas y se le diagnosticó como seropositiva en 2008.

Gracias a la ayuda de una organización local, Chawngmawii fue a un centro que trabaja con usuarios de drogas, uno de los centros establecidos por el Estado y que cuenta con el apoyo del Programa Nacional de Control del Sida. Sin embargo, dice que no se sintió cómoda porque el centro está casi totalmente orientado a hombres.

La historia de Chawngmawii es parecida a la de muchas otras mujeres en el noreste de la India. A pesar de la disponibilidad de servicios gratuitos para usuarios de drogas a través de los hospitales públicos y las organizaciones no gubernamentales, un número significativo de mujeres han informado de que no les ha sido posible acceder al tratamiento del VIH. La falta de proveedores de servicios con personal femenino con formación disuade con frecuencia a las mujeres de buscar ayuda, y los centros de acogida y consulta (para toxicómanos) existentes son utilizados principalmente por los hombres.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), con el apoyo de AusAID de Australia y de ONUSIDA, está trabajando con el Gobierno de la India para mejorar la calidad y la cobertura de los servicios para el tratamiento de usuarios de drogas. El uso de drogas inyectables es la causa principal de la epidemia de VIH en el noreste de la India y de la infección de cerca de un 25% de los usuarios de drogas inyectables que viven en esta región. En el marco de un programa conjunto de la Naciones Unidas, UNODC trabaja en los cuatro Estados de Manipur, Nagaland, Mizoram y Meghalaya, centrándose especialmente en el establecimiento de servicios de prevención del VIH para mujeres.

La mayoría del personal que trabaja en esta iniciativa son mujeres, lo que ofrece un entorno cómodo para las usuarias de drogas que buscan ayuda. El proyecto también trabaja aspectos relacionados con el género, como la atención pre y postnatal y la asistencia en la educación y crianza de los hijos. También hay acceso a tratamiento antirretrovírico, tratamiento para enfermedades transmitidas sexualmente y servicios para el tratamiento de usuarios de drogas, entre los que se incluyen la terapia de sustitución de opiáceos. 

El uso de drogas en el noreste es un asunto importante y mejorar la asistencia es un elemento crucial y bienvenido

Dr. Charles Gilks, coordinador de país de ONUSIDA para la India

Chawngmawii se inscribió en el centro de acogida y consulta (para toxicómanas) de Aizawl (Mizoram) y ha ido al centro todos los días desde octubre de 2010. “Voy y descanso, me baño y como, algo que nunca podría hacer en los otros centros, ya que hay demasiados hombres. Es un lugar seguro y realmente me siento como en casa”. Al haber una doctora en el centro, Chawngmawii puede hacerse chequeos médicos regularmente y acceder a medicamentos gratuitos.

El resultado más sorprendente de esta iniciativa ha sido la gran aceptación que ha tenido entre las mujeres que usan drogas. En tan solo seis meses, el programa se ha consolidado, siguiendo la trayectoria de proyectos similares de UNODC en Bangladesh y Nepal. A fecha de junio de este año, el proyecto ha llegado a 242 mujeres y a 606 compañeras sentimentales de hombres que usan drogas en los cuatro centros.

El Dr. Charles Gilks, coordinador de país de ONUSIDA para la India, dice que el proyecto es una actividad oportuna y muy necesaria. “Me quedé realmente impresionado con el innovador trabajo del equipo en este proyecto. Las mujeres que he conocido parecen estar respondiendo al hecho de estar en un entorno que se dedica a sus necesidades específicas y que les ofrece un espacio protegido. El uso de drogas en el noreste es un asunto importante y mejorar la asistencia es un elemento crucial y bienvenido”.