Reportaje

Romper el círculo de estigma y discriminación en la Uganda rural

10 de septiembre de 2012

Su Alteza Real, la princesa heredera Mette-Marit de Noruega presenta el Premio Cinta Roja por detener las nuevas infecciones por el VIH en los niños y mantener vivas a las madres al Giramatsiko Post Test Club durante la XIX Conferencia Internacional sobre el Sida, en Washington D.C.
Fotografía: IAS/Ryan Rayburn

Justine, mujer ugandesa de 38 años, tuvo resultado positivo al VIH durante una visita prenatal en el centro sanitario local, cuando estaba embarazada de su cuarto hijo. Después de revelarle su estado serológico respecto al VIH a su marido, éste abandonó el hogar y nunca volvió.

No obstante, no sobrellevó su embarazo sola. Justine tuvo el apoyo de sus pares del Giramatsiko Post Test Club, organización de base establecida en 2002 en Kabwohe, Uganda.

Dicha organización la fundaron siete mujeres que vivían con el VIH, con el objetivo de capacitar y educar a sus pares acerca de la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH. Además de concentrarse en su salud y bienestar físico, Giramatisko también capacita a las mujeres a entender sus derechos a los servicios sanitarios.

Descubrir que eres seropositivo genera angustia física y espiritual, y la vergüenza y discriminación que la acompañan ha evitado que muchas personas buscaran tratamiento y llevaran una vida productiva

Fara Twinamatsiko, fundadora y presidente de Giramatsiko

“Descubrir que eres seropositivo genera angustia física y espiritual, y la vergüenza y discriminación que la acompañan ha evitado que muchas personas buscaran tratamiento y llevaran una vida productiva”, observa Fara Twinamatsiko, fundadora y presidente de Giramatsiko.

Una par y educadora de Giramatsiko derivó a Justine a un centro sanitario durante su embarazo, donde recibió fármacos antirretrovíricos para evitar la transmisión del VIH a su hijo. Los fármacos ayudaron a garantizar que Justine tuviera un hijo sano, seronegativo.

Con poco personal y decenas de voluntarios, el Giramatsiko Post Test Club actualmente ayuda a las mujeres en 19 centros del distrito de Sheema, al oeste de Uganda. En dichos centros brindan apoyo emocional y psicológico, pruebas del VIH y asesoramiento, así como la derivación de mujeres a centros sanitarios para tener acceso a los medicamentos antirretrovíricos, atención prenatal y otros servicios.

Contrarrestar el estigma y la discriminación

Aunque las historias como la de Justine no son poco comunes en Uganda (y en muchas otras partes del mundo), hay señales de esperanza, a medida que las personas y comunidades actúan para contrarrestar el estigma y la discriminación relacionadas con el VIH, así como las normas sociales nocivas.

Las fundadoras de Giramatsiko se han enfrentado a la discriminación directamente, revelando su propio estado serológico respecto al VIH. Al hacerlo, ayudaron a cientos de otros hombres y mujeres en Uganda, jóvenes y ancianos, a hablar abiertamente sobre sus experiencias. Rompen tabús y desafían el estigma asociado al VIH.

“Tenemos una actitud muy conservadora respecto al VIH en nuestra comunidad, pero no se puede resolver ningún problema social sin un debate abierto y educación”, dice Tumushabe Sedrida, coordinadora de Giramatsiko.

De acuerdo a la encuesta de indicadores de sida en Uganda en 2011, la prevalencia del VIH en Uganda aumentó del 6,4% en 2004-5 al 6,7% en 2011. Hasta la fecha, la prevalencia del VIH entre las mujeres en el grupo entre 15 y 49 años de edad es del 7,7% mientras que la de los hombres es del 5,6%. En cuanto a las mujeres embarazadas que viven con el VIH, aproximadamente el 53% recibe servicios para prevenir nuevas infecciones por el VIH en sus hijos y solo el 17% recibe tratamiento para su propia salud. Estas brechas en el acceso a los servicios relativos al VIH subrayan la necesidad de contar con organizaciones como Giramatsiko.

Premio Cinta Roja

Desde hace diez años, Giramatsiko continúa probando que un pequeño grupo de personas puede marcar una gran diferencia en las vidas de toda una comunidad.

En reconocimiento de sus esfuerzos para reducir las nuevas infecciones por el VIH en los niños, mantener vivas a sus madres y cambiar las percepciones de la comunidad acerca de las personas que viven con el VIH, Giramatsiko recibió el Premio Cinta Roja de ONUSIDA en la XIX Conferencia Internacional sobre el Sida en julio de 2012. El premio reconoció a diez organizaciones de todo el mundo que han emprendido trabajo comunitario de manera innovadora y sobresaliente en la respuesta al VIH.

A pesar de los recientes galardones, el trabajo de Giramatsiko dista mucho de estar completo. “Nuestra aspiración es tocar muchas vidas y salvar más de ellas”, observa la Sra. Sedrida.