Reportaje

Diez años después de la creación del PEPFAR: Estados Unidos sigue siendo líder en la respuesta al sida

14 de febrero de 2013

Hace exactamente diez años, el presidente George W. Bush anunció la creación del Plan de emergencia del presidente de los Estados Unidos para el alivio del sida (PEPFAR) en su discurso del estado de la Unión. Cuando se creó en 2003, su objetivo inicial consistía en proporcionar tratamiento antirretrovírico a 2 millones de personas que viven con el VIH en contextos de recursos limitados con el fin de prevenir 7 millones de nuevas infecciones por el VIH, así como brindar atención y apoyo a 10 millones de personas para el año 2010.

Desde entonces, PEPFAR ha recorrido un largo camino y ha superado con creces sus objetivos iniciales. En el año 2012 PEPFAR financió directamente el tratamiento antirretrovírico que salva las vidas de más de 5 millones de hombres, mujeres y niños en todo el mundo. Ya solo en el año 2012 PEPFAR financió pruebas del VIH y servicios de asesoramiento a más de 11 millones de mujeres embarazadas y proporcionó medicamentos para prevenir las nuevas infecciones por el VIH en los niños de alrededor de 750.000 mujeres que eran seropositivas. Según el PEPFAR, esto permitió que 230.000 niños nacieran libres de VIH.

"El liderazgo de los Estados Unidos de América en la respuesta al sida ha sido fundamental en la consecución de resultados para las personas que viven con el VIH y afectadas por el VIH", afirmó Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. "Durante la última década, las nuevas infecciones por el VIH han disminuido en más de un 20% en todo el mundo y, dado que más personas han tenido acceso al tratamiento antirretrovírico, las muertes relacionadas con el sida se han reducido en un asombroso 25% respecto al máximo alcanzado por la epidemia. Estos logros no hubieran sido posibles sin el compromiso financiero y político de los Estados Unidos y especialmente del PEPFAR", añadió.

El constante liderazgo de los Estados Unidos en la respuesta al sida se confirmó una vez más durante esta semana, cuando el presidente Barack Obama pronunció su discurso anual del estado de la Unión.  En el discurso, de una hora de duración, el presidente Obama habló sobre el compromiso de los Estados Unidos en la consecución de una generación libre de sida.

El liderazgo de los Estados Unidos de América en la respuesta al sida ha sido fundamental en la consecución de resultados para las personas que viven con el VIH y afectadas por el VIH

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA

"En muchos lugares, las personas viven con poco más de un dólar al día. Los Estados Unidos van a trabajar con sus aliados para erradicar esta pobreza extrema durante las dos próximas décadas, y lo van a hacer conectando a más personas con la economía mundial y capacitando a las mujeres, así como brindando a nuestras jóvenes y más brillantes mentes nuevas oportunidades para prestar servicio y ayudando a que las comunidades se alimenten, capaciten y eduquen. Asimismo, lo van a hacer salvando de muertes evitables a los niños de todo el mundo y haciendo realidad la promesa de una generación libre de sida".

En julio de 2012, la secretaria Hilary Rodham Clinton solicitó a PEPFAR la elaboración de un proyecto de trabajo en el que explicaran cómo van a contribuir los Estados Unidos para llegar a una generación libre de sida. Dicho proyecto se lanzó posteriormente en diciembre de ese mismo año.

El proyecto de trabajo: Crear una generación libre de sida reflexiona sobre las lecciones aprendidas a partir de la experiencia del PEPFAR a la hora de apoyar a los países en la rápida ampliación de la prevención del VIH y de los servicios de tratamiento y atención. Asimismo, destaca la oportunidad sin precedentes que el mundo tiene para ayudar a llevar más países hacia y más allá del punto de inflexión de la epidemia y encaminarlos hacia una generación libre de sida.

El proyecto de trabajo deja claro que el compromiso de los Estados Unidos con este objetivo seguirá siendo fuerte, exhaustivo e impulsado por la ciencia, y servirá como una hoja de ruta para la respuesta de los Estados Unidos al VIH en los próximos años.