Reportaje

Larga caminata hacia una generación libre del VIH

15 de diciembre de 2014

Cuando Angelina Twoki Terso, embarazada de un mes de su tercer hijo, entró al dispensario prenatal del Hospital Universitario de Yuba en 2004, habló con un asesor en VIH. Sin embargo, no vio necesario someterse a la prueba del VIH. La señora Twoki pensaba que solo las personas que fumaban, bebían alcohol y hacían cosas que consideraba inmorales lo contraían.

Su primer marido había fallecido unos pocos años atrás y nunca supo la causa de su muerte. Recuerda que el asesor le dijo que cualquiera puede contraer el VIH y que debería considerar realizarse las pruebas, solo por asegurarse. Cuando le dieron los resultados unas horas más tarde y descubrió que era seropositiva, la señora Twoki sufrió una gran conmoción.

"Iba a suicidarme”, declaró la señora Twoki. "Quería ir corriendo al Nilo. Iba a ir ahí y tirarme". No obstante, el asesor le explicó que podría recibir tratamiento en el hospital para mantenerse sana y evitar transmitir el virus al bebé.

Se inscribió en el programa de prevención de la transmisión maternoinfantil (PTMI) y volvió al hospital cada mes para realizarse una revisión y obtener su medicación. Dio a luz a su bebé en el hospital y se ha confirmado que su hija Grace, de nueve años de edad, no tiene el VIH.

Desde que Grace naciera, la señora Twoki ha consagrado su vida a ayudar a otras mujeres a acceder a servicios de PTMI y a cumplir con el tratamiento. Visita ocho dispensarios prenatales diferentes en Yuba, capital del Sudán del Sur. "Comparto mi testimonio todos los días. La mayoría de mujeres aceptan realizarse las pruebas porque quieren conocer su estado. Quieren estar sanas para sus familias y tener un bebé saludable. Es muy importante", dijo la señora Twoki.

Según ella, el problema principal es que no hay suficientes centros en Sudán del Sur donde se ofrezcan servicios PTMI. Da asesoramiento a mujeres que tienen que caminar más de 12 horas para llegar a Yuba y así acceder a servicios y medicinas. También dice que, a pesar de que se esfuerza en convencerlas de seguir el programa, docenas lo abandonan debido a la larga distancia. "Se quejan. Dicen que están cansadas de tener que venir hasta aquí. El centro está muy lejos, y no tienen medios de transporte", dijo la señora Twoki.

Sólo hay 75 instalaciones repartidas por todo Sudán del Sur que dispongan de servicios de PTMI. En 2013, se calculó que unos 2600 niños se infectaron por el VIH a causa de la transmisión maternoinfantil, y que solo el 2% de los niños que viven con el VIH tienen acceso a un tratamiento que puede salvar vidas.

Martha Cayad-an, especialista en salud de UNICEF, señala lo importante que es aumentar el acceso a servicios de PTMI de calidad en el Sur de Sudán, sobre todo en zonas rurales, en las que viven más de un 75% de las mujeres. También destacó la necesidad de incorporar dichos servicios en una gama más amplia de servicios sanitarios.

"En vez de hacer que las mujeres vayan a un lugar para realizarse una prueba del VIH y a otro para conseguir inmunización, los centros de salud deberían ofrecer servicios integrados", dijo la Doctora Cayad-an. "Si solo tuvieran que acudir a un sitio, las instalaciones serían más accesibles para las mujeres y niños, por lo que se atraería a más usuarios".

Sin embargo, para aumentar los servicios relacionados con el VIH, habrá que realizar considerables mejoras en el sector sanitario del país. Los mayores problemas son la falta de centros, de trabajadores de salud y la escasez de recursos como consecuencia de décadas de guerra.

Emmanuel Lino, Director Adjunto de los Servicios en Materia del VIH del Ministerio de Salud de Sudán del Sur, declaró que el gobierno se ha comprometido a aumentar los servicios integrados de salud maternoinfantil.

"Solo 22 centros con programas de PTMI ofrecen tratamiento antirretrovírico, pero esperamos que una vez haya recursos disponibles, dichos servicios acaben por integrarse con servicios a largo plazo de prevención y tratamiento del VIH y servicios relacionados con la malaria y tuberculosis", dijo el Doctor Lino.

El Doctor Lino reconoce que llevará tiempo lograrlo, mucho más del que se tardará en responder a las necesidades de las mujeres que viven con el VIH ydefensores como la señora Twoki. Sin embargo, dijo que el país está intentando sentar las bases de un sistema que no solo reduzca futuras infecciones entre los niños, sino que proporcione servicios completos para mantener sana a la nación.