Reportaje

Unidos contra la violencia y el VIH

12 de marzo de 2014

Los estudios han demostrado que la violencia ejercida por la pareja íntima puede aumentar el riesgo de infección por el VIH en torno a un 50% y que una de cada tres mujeres la sufre al menos una vez a lo largo de su vida. También hay pruebas de que la violencia o el miedo a sufrirla dificultan el acceso a los servicios de tratamiento, cuidado y apoyo para las mujeres que viven con el VIH.

Con la intención de abordar la compleja relación entre la violencia y el VIH, el secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-moon hizo un llamamiento al mundo para una mayor implicación colectiva. "Debemos intervenir para acabar con la violencia contra las mujeres y niñas y garantizarles los derechos de salud sexual y reproductiva que merecen. La violencia tiene una fuerte repercusión en la salud de las mujeres y los niños y está estrechamente relacionada con una prevalencia más alta del VIH. Por ello, he decidido que acabar con la violencia contra las mujeres y niñas sea una prioridad fundamental para las Naciones Unidas”.

El llamamiento del secretario general que relaciona VIH, igualdad de género y derechos de salud sexual y reproductiva como parte de la iniciativa Every Woman Every Child y la agenda de justicia social post-2015 fue difundido por el Grupo de Alto Nivel organizado por ONUSIDA durante la 58ª Comisión sobre la Condición de la Mujer que se celebró en Nueva York. "La violencia contra las mujeres no es solo una violación extrema de los derechos humanos, sino que también hace a las mujeres más vulnerables a la infección por el VIH", declaró Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. La agenda de desarrollo post-2015 es la oportunidad para garantizar que todas las mujeres y niñas se desarrollen plenamente sin la amenaza de violencia o el riesgo de infección por el VIH.

El evento, presidido conjuntamente por Sidibé y Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU Mujeres, fomentó el diálogo sobre la necesidad crítica de llevar a cabo esfuerzos favorables a las mujeres para acabar con la epidemia del sida; las mejoras en los derechos de salud sexual y reproductiva para las mujeres; la igualdad de género y empoderamiento de las mujeres; y la tolerancia cero a la violencia de género. La estrategia más importante en la lucha contra el VIH es el empoderamiento de las mujeres y la protección de sus derechos", afirmó Mlambo-Ngcuka. Entre los miembros del grupo se encontraban su alteza real la princesa María de Dinamarca, los ministros de igualdad de género de Ghana, Malawi y Brasil, y una representante de las mujeres jóvenes que viven con el VIH de Argelia.

"En mi región, la discriminación es un fenómeno social. Nuestra acción para eliminarla debe continuar. Es crucial para acabar con la epidemia del sida", declaró Fatima Bendida, representante de la organización El Hayet, una red de personas que viven con el VIH en Argelia. Los miembros del grupo también abordaron la importancia de luchar contra el estigma y la discriminación. Hicieron hincapié en la necesidad de acabar con la violencia contra las mujeres para la mejora de su salud y para la prevención de nuevas infecciones por el VIH. También recalcaron la importancia del acceso total a la educación sexual para las mujeres jóvenes y niñas, así como el acceso a tratamiento, cuidado y apoyo para todas las mujeres que viven con el VIH, dentro de un marco de justicia social y jurídica.

"Es esencial garantizar el acceso universal a información, educación y servicios integrados de salud sexual y reproductiva enfocados al VIH, basados en la igualdad de género y que tengan cero tolerancia con la violencia de género", afirmó su alteza real la princesa María de Dinamarca, patrona del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y miembro del equipo de tareas de alto nivel de la Conferencia internacional sobre la población y el desarrollo.

Asimismo, los miembros del grupo subrayaron la pobreza como un factor influyente en la propagación del VIH y las deficiencias en salud sexual y reproductiva, y reconocieron la igualdad en el acceso a los servicios como prioritaria para el desarrollo y la mejora de la situación de las mujeres. También recalcaron la continua necesidad de asegurar los fondos para las personas que sufren una mayor marginación social.

Nancy Mahon, directora ejecutiva de M·A·C AIDS Fund, moderó el evento, en el que Sidibé lanzó un boletín de promoción de ONUSIDA: Unite with women unite against violence and HIV. Este boletín resume cinco razones de importancia para prevenir la violencia contra las mujeres: la violencia contra las mujeres es una violación de los derechos humanos; las mujeres que sufren violencia presentan un mayor riesgo de infección por el VIH; las mujeres que viven con el VIH son más proclives a sufrir violencia; las mujeres más vulnerables al VIH también son más vulnerables a la violencia; y la violencia reduce la respuesta al VIH ya que crea una barrera al acceso a los servicios.

Los debates llevados a cabo por los miembros del grupo en el evento sentaron las bases del posterior debate de la agenda de desarrollo post-2015 y resaltaron el papel esencial que las mujeres que viven con el VIH deben desempeñar en la agenda de desarrollo post-2015.