Reportaje

Un informe de la OMS muestra avances en el VIH asociado con la tuberculosis, pero todavía queda mucho por hacer

22 de octubre de 2014

Un nuevo informe sobre tuberculosis (TB) publicado el 22 de octubre por la Organización Mundial de la Salud señala que 9 millones de personas desarrollaron TB en 2013, de las cuales fallecieron 1,5 millones, incluidas 360.000 personas que vivían con el VIH.

El Informe mundial de la tuberculosis de 2014 subraya que, si bien el número de muertes por TB en personas que viven con el VIH ha ido disminuyendo durante casi toda la década (de 540.000 en 2004 a 360.000 en 2013), se necesita un mayor esfuerzo en lo que respecta a la detección temprana de los casos, el tratamiento antirretrovírico, la terapia preventiva y otras actividades principales.

Según la OMS, una de las claves para reducir el número de muertes por VIH asociado con TB es la detección temprana de los casos a partir de la provisión de pruebas del VIH a todos los pacientes con TB; así como los métodos rutinarios de detección de la TB en personas que reciben atención sanitaria contra el VIH. En 2013, el 48% de los pacientes con TB tenía resultados de la prueba del VIH. Se observó que tan solo la mitad de estos estaban coinfectados de TB asociada al VIH. Desde 2012, la OMS ha recomendado la terapia antirretrovírica para todos los pacientes con TB que den positivo en VIH en las primeras 8 semanas de iniciación del tratamiento contra la TB (y en las 2 semanas del tratamiento contra la TB para pacientes con TB con inmunosupresión profunda). De 2012 a 2013, la cobertura del tratamiento contra el VIH en los pacientes con TB aumentó de forma alentadora desde el 60% hasta el 70%, pero todavía representa menos de un tercio del total de personas que viven tanto con TB como con el VIH.

El informe señala que la terapia preventiva con isoniazida (TPI), que evita que las personas que viven con el VIH desarrollen TB activa, va ganando aceptación de manera paulatina. Sin embargo, al tiempo que la provisión de la TPI está aumentando en África, solo el 21% de todos los países del mundo; por otro lado, solamente 14 de los 41 países más afectados por TB y VIH han informado de la provisión de TPI en personas con VIH-positivo en 2013.

El plan de ejecución de las actividades de colaboración contra la TB y el VIH no ha involucrado de manera equitativa a todos los países. El informe hace hincapié en que se podría facilitar una colaboración entre las actividades de TB y VIH a mayor escala gracias a programas de TB y VIH conjuntos. Esto ayudaría a superar los inconvenientes, fomentar las sinergias y mejorar la eficiencia, en concreto entre los programas de TB y VIH.

Las recomendaciones de la OMS sobre las actividades necesarias para prevenir la TB en personas seropositivas y reducir la incidencia de la coinfección del VIH en pacientes con TB y VIH-positivo están disponibles desde 2004. Estas incluyen establecer y reforzar los mecanismos de coordinación para proporcionar servicios integrados contra la TB y el VIH; ofrecer acceso a las pruebas de VIH para todos los pacientes con TB presuntiva y diagnosticada, proporcionar terapia antirretroviral y terapia preventiva con cotrimoxazol para aquellos pacientes seropositivos con TB, proporcionar servicios de prevención del VIH para pacientes con TB, intensificar la detección de casos de TB en personas que viven con el VIH, suministrar TPI a personas que viven con el VIH que no tienen TB activa y prevenir la transmisión de infección por TB en la atención sanitaria y los entornos sociales.

El informe concluye que, a pesar de estos grandes avances, alcanzar el objetivo mundial de reducir a la mitad el número de muertes por VIH asociado con la TB está en peligro si los países no intensifican las actividades de colaboración contra el VIH y la TB.

Copatrocinadores de ONUSIDA

Organización Mundial de la Salud (OMS)