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La sesión de la Junta de Coordinación del Programa de ONUSIDA sobre el envejecimiento y el VIH reafirma que el envejecimiento del grupo de personas que viven con el VIH es una muestra de su éxito

12 de diciembre de 2016

El 8 de diciembre, la sesión temática del 39º encuentro de la Junta de Coordinación del Programa de ONUSIDA (JCP) se centró en el envejecimiento y el VIH.

De los 36,7 millones de personas que vivían con el VIH en 2015, 5,8 millones tenían una edad igual o superior a 50 años.  Con la expansión del acceso al tratamiento, más personas que viven con el VIH sobreviven y envejecen.

La sesión temática de la JCP reunió a representantes de la sociedad civil, a gobiernos y a agencias de desarrollo con el fin de conocer tanto las experiencias de las personas que viven con el VIH de más de 50 años de edad como los sistemas comunitarios, sanitarios y de protección social para las personas mayores.

La respuesta al VIH debe continuar siendo favorable para que el acceso al tratamiento se expanda de forma equitativa, mediante una prestación de servicios integrales de salud, adaptados a las diferentes edades y personas.  Además, se debe apoyar a las personas que viven con el VIH para que puedan disfrutar de una vida sana y longeva. Asimismo, las personas de una edad igual o superior a 50 años deberían tener un acceso igualitario al empleo y la integración y protección social.

La sesión temática también analizó las vulnerabilidades de las personas mayores de 50 años frente al VIH, así como la importancia de que la prevención, las pruebas y la adhesión a programas de atención se adapten a la edad. Las personas mayores de 50 años tienen las mismas necesidades en materia de prevención que los jóvenes.

La diversidad de personas mayores de 50 años fue otro asunto que surgió durante el encuentro.  Se realizó un llamamiento en favor de los servicios de tratamiento, prevención, atención y apoyo que respondan a las necesidades específicas de las personas que consumen drogas y los trabajadores sexuales de mayor edad, los gais y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, y las personas transgénero.

Durante esta sesión también se debatió cómo se podría aprender de las experiencias de las personas mayores de 50 años que viven con el VIH o que tienen riesgo de infección por el VIH, y cómo se podrían aplicar estos conocimientos para conseguir una respuesta efectiva al VIH.  Los participantes confirmaron la necesidad de un enfoque basado en el ciclo vital y de un sistema de salud bien equipado que pueda prevenir y satisfacer las necesidades de las personas que viven con el VIH o están en riesgo de infección por el VIH a medida que envejecen.

Entre las tareas futuras se incluye la investigación de los efectos físicos causados por envejecer con el VIH, los efectos a largo plazo de la terapia antirretrovírica y las innovaciones que puedan asegurar un acceso al tratamiento ininterrumpido, de calidad y para todos.

El compromiso significativo de las personas mayores que viven con el VIH puede respaldar la respuesta nacional, regional y mundial al VIH con el fin de asegurar que las personas mayores que viven con el VIH puedan disfrutan de una vida longeva y sana.