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VIH y farmacorresistencia

08 de febrero de 2016

Para la mayoría de las personas que viven con el VIH, la terapia antirretrovírica es sumamente eficaz en el tratamiento de este virus, ya que les permite tener una vida más prolongada y sana. Sin embargo, el VIH es un virus complejo que puede adaptarse y sufrir mutaciones rápidamente. Esto puede resultar en que el virus se haga resistente a un fármaco.

La farmacorresistencia es más propensa a aparecer cuando una persona no puede o no toma sus medicamentos tal y cómo se le ha prescrito. Una vez que se ha desarrollado la resistencia, la cepa resistente del virus puede transmitirse de una persona a otra. La resistencia a los fármacos puede resultar en un fracaso del tratamiento, lo que significaría que los medicamentos ya no pueden mantener el virus bajo control. Si esto ocurre, será necesario aplicar un régimen de tratamiento antirretrovírico alternativo.

Los datos completos sobre los patrones de la farmacorresistencia del VIH que ofrecen los países son escasos, sobre todo, en las regiones más afectadas por el virus. No obstante, la revista médica Lancet Infectious Diseases publicó recientemente un estudio llevado a cabo por el TenoRes Study Group que arroja algo más de luz sobre la farmacorresistencia mundial del VIH.

El estudio realizó un análisis sobre datos de farmacorresistencia del VIH en casi 2000 personas que viven con este virus y que habían experimentado un fracaso del tratamiento después de someterse a un tratamiento de primera línea contra el VIH con una farmacoterapia recomendada por la OMS que contiene tenofovir. Los datos se recopilaron de distintos estudios llevados a cabo entre 1998 y 2015 en 36 países diferentes. El estudio encontró más resistencia al fármaco antirretrovírico tenofovir de la que se había reportado anteriormente: un 20% de resistencia al tenofovir en pacientes con fracaso del tratamiento en Europa y más de un 50% en pacientes con fracaso del tratamiento en el África subsahariana.

Este descubrimiento sugiere que la resistencia al tenofovir puede ser la causa del fracaso del tratamiento en más de la mitad de las personas en las que se detecta dicho problema durante el tratamiento de primera línea en el África subsahariana.

Los resultados del estudio no revelan la necesidad de revisar las directrices del tratamiento mundial, ya que las pautas de administración de tenofovir resultan eficaces para la mayoría de las personas que viven con el VIH y que comienzan un tratamiento de primera línea. Sin embargo, los hallazgos confirman que es necesario encontrar una vacuna o cura para el VIH, así como que las personas cumplan con las pautas de administración del tratamiento prescrito a través del apoyo al tratamiento y el abastecimiento garantizado de medicamentos antirretrovíricos con garantía de calidad para que se reduzca así el riesgo de desarrollar resistencia al tenofovir.

El estudio destaca la importancia que tiene detectar rápidamente el fracaso del tratamiento a través de la medición rutinaria de la supresión de la carga viral. Esto constituye la base del tercer pilar del objetivo 90–90–90 de ONUSIDA: que el 90% de las personas que tengan acceso al tratamiento del VIH logren una supresión de la carga viral. La rápida detección de la farmacorresistencia sumada al cambio a un tratamiento eficaz de segunda línea ayudará a recuperar la supresión de la carga viral, mantendrá sanas a las personas que viven con el VIH y reducirá la transmisión del virus resistente.

Citas

"Debe apoyarse a los pacientes para que cumplan con la terapia y reciban cuidados. Del mismo modo, los sistemas sanitarios deben desarrollar sistemas robustos para monitorizar la eficacia de sus programas de terapia antirretrovírica".

Peter Godfrey-Faussett, asesor principal de ciencia, ONUSIDA