Reportaje

Apoyo a los derechos de las trabajadoras sexuales en Côte d’Ivoire

01 de marzo de 2018

Un grupo de mujeres jóvenes cantaban akouaba (“bienvenida”) mientras se apelotonaban alrededor de Josiane Téty, la directora de Bléty, una organización de Côte d´Ivoire liderada por trabajadoras sexuales.

En Yopougon, un suburbio de Abiyán, Téty explicaba que una de las primeras cosas que hacen en el centro es ponerle apodos a las demás. A las mujeres se les dan algunos como Joy, Hope o Chance porque, como bien dice, suelen necesitar una inyección de seguridad en sí mismas y el sentimiento de tener una nueva oportunidad.

Según comenta: “Aquí invertimos el tiempo en trabajar el autoestima para que todas las niñas crean en sí mismas”.

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La mayoría de las mujeres en Bléty, que son o han sido trabajadoras sexuales, llevan a cabo un trabajo de divulgación inter pares que va desde la sensibilización sobre el VIH y la educación en cuanto a prevención, hasta la protección de los derechos de las trabajadoras sexuales y la formación permanente.

Téty afirma que tratan de “brindarles oportunidades y alternativas a las mujeres jóvenes para que no sean tan vulnerables”. Mientras señala a una joven llamada Happiness, cuenta cómo esta ha empezado a ir a clases de contabilidad para principiantes. 

En el año 2007, Téty, junto con otras seis trabajadoras sexuales, fundó Bléty porque se dio cuenta de que había muy poca información en cuanto a su salud o sus derechos, y detestaba sentirse estigmatizada.

“Hacerse las pruebas del VIH no implica que lo padezcas, pero era justo así como se nos veía cada vez que íbamos a una clínica”, nos cuenta.

Se dispusieron a corregir esta situación y han sido ellas mismas las que lo han conseguido en su comunidad. 

Marie-Louise Sery llegó a Abiyán tras la muerte de sus padres para trabajar. No tenía muchos estudios; encontrar trabajo le fue muy difícil y, por eso, empezó a ejercer como trabajadora sexual. Ella, que en aquel entonces tenía 30 años y llevaba coletas trenzadas, admitía no ser consciente de los riesgos que corría.

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Sery afirma que Bléty consiguió sacarla de aquella situación. El año pasado empezó a trabajar como educadora inter pares en Bléty.

Según nos explica, las educadoras inter pares, la mayor parte del tiempo, fijan su objetivo en las esquinas más concurridas para hablar con las trabajadoras sexuales. Se estima que hay más de 9 000 en todo el país. Aparte de repartir preservativos, también llevan a cabo pruebas del VIH rápidas y les dan tarjetas con los datos de contacto de las diferentes encargadas de área de Bléty, a las que pueden acudir tanto por el día como por la noche en caso de emergencia.

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Según afirma Sery: “Mi trabajo consiste en dar mucho respaldo y tender una mano solidaria”.

El trabajo sexual no es ilícito en Côte d´Ivoire, pero las leyes al respecto son ambiguas. Como consecuencia, se producen casos de abuso y las trabajadoras sexuales se hayan indefensas ante la violencia. Téty afirma que insisten a sus amigas que están ahí fuera en que ser trabajadora sexual no es sinónimo de que se puedan aprovechar de ellas.  Si han sufrido algún abuso, pueden contactar con una educadora inter pares de Bléty que las acompaña a la comisaría de policía y al hospital.

Téty cuenta una reciente victoria: ha conseguido negociar con los médicos y los profesionales de la salud la expedición de un certificado médico gratuito en lugar de tener que pagar la tasa de 35 USD. La ley nacional exige el certificado médico para procedimientos en casos de delito.

A lo largo de sus diez años de existencia, Bléty ha jalonado la presión policial y la de los vecinos para que cambien su actitud ante las trabajadoras sexuales. Además, ha formado a la policía, así como a las propias trabajadoras sexuales, para poner fin al clima de desconfianza que existía entre ellos.

“Hemos establecido una estrecha relación con la policía, pero hay una tasa elevada de rotación de personal. Así que puede llegar a ser frustrante empezar de nuevo una y otra vez”, dice Téty.

Ante todo, sigue siendo optimista. Las pruebas del VIH y de infecciones de transmisión sexual ya están disponibles para las trabajadoras sexuales, los abogados ya han comenzado a prestarles asesoramiento jurídico y ella observa cómo su centro sigue creciendo.