Actualidad

Los trabajadores sexuales no suelen acceder a los servicios para la prevención del VIH

18 de noviembre de 2019

A pesar de disponer de una amplísima selección de herramientas y métodos para la prevención del VIH (y del enorme aumento en cuanto a la terapia antirretrovírica del que hemos sido testigos en los últimos años), lo cierto es que no hemos avanzado lo suficiente en lo referente a las nuevas infecciones por el VIH en el mundo, las cuales únicamente se han reducido un 16 % desde 2010.

La Declaración política de la Asamblea General de las Naciones Unidas para poner fin al sida que se firmó en 2016 insta a los países a garantizar que para 2020 los servicios de prevención integrales lleguen al 90 % de las personas que corren el riesgo de infectarse por el VIH. Sin embargo, los trabajadores sexuales y otros grupos de población clave a menudo no acceden a los servicios de prevención que necesitan. De acuerdo con los datos que los países comunican a ONUSIDA, a lo largo de estos últimos tres años se observa una cobertura muy variada de servicios de prevención combinada del VIH.

Puesto que las mujeres trabajadoras sexuales tienen un riesgo relativo de contraer el VIH 21 veces mayor que el resto de la población, el acceso a las opciones de prevención del VIH es, sin duda alguna, fundamental.