La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) tiene la autoridad para liderar y coordinar la acción a escala mundial con el fin de proteger los derechos y el bienestar de decenas de millones de personas. Entre ellas se encuentran los refugiados, los desplazados internos, los apátridas, los solicitantes de asilo, los repatriados y las comunidades de acogida que los rodean.

El organismo, que interviene en alrededor de 120 países, contribuye de manera única a la respuesta internacional al sida. Se encarga de asistir a personas que se han vuelto más vulnerables al VIH, debido al desplazamiento y al hecho de estar expuestas a situaciones de conflicto, con un amplio abanico de intervenciones y programas regidos por la capacidad y la experiencia en cuestiones relacionadas con el sida que se han desarrollado a lo largo de las décadas.

ACNUR mantiene en funcionamiento importantes programas sobre el VIH en África, Asia, las Américas, Oriente Medio y Europa Oriental. Este organismo, bajo la división del trabajo de ONUSIDA, convoca al Equipo de trabajo interinstitucional sobre emergencias humanitarias relacionadas con el VIH, que incluye, entre otras tareas, la coordinación del apoyo técnico al VIH para las poblaciones desplazadas. Como la organización líder responsable de estos grupos de población, ACNUR desempeña un papel crucial a la hora de servir de llave de acceso para los gobiernos y otras partes importantes interesadas a nivel nacional que requieren el apoyo técnico particular de ONUSIDA.

Con el objetivo de cumplir su obligación, ACNUR fomenta las relaciones eficaces y hace hincapié en las ventajas comparativas de tener un amplio espectro de asociados. Entre ellos se incluye a los refugiados y a las comunidades de acogida; a los gobiernos; a los organismos donantes; a los organismos de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales; a los organismos no gubernamentales nacionales e internacionales (como las organizaciones de carácter religioso); a las instituciones académicas y de investigación; y al sector privado.

¿QUÉ HACE ACNUR A FAVOR DE LA RESPUESTA AL SIDA?

ACNUR se centra en cinco ámbitos clave de apoyo a los países.

Tiene como objetivo reducir la transmisión del VIH mediante una estrategia fundamentada en la protección y los derechos. Asiste a los países que proporcionan asilo para evitar que lo refugiados se vean “El estigma y la discriminación siguen siendo un gran impedimento para las personas que intentan acceder a la prevención y tratamiento del VIH. Por un lado, les privan de la información y de los servicios que necesitan; por otro, estimulan el riesgo de contraer el VIH y minan la eficacia de la respuesta.” António Guterres Alto comisario de las Naciones Unidas para los Refugiados ACNUR COPATROCINADOR DE ONUSIDA | 2015 sometidos a cualquier tipo de prueba obligatoria del VIH, así como para garantizar que no se tengan que enfrentar al riesgo de rechazo (por ejemplo la amenaza de ser devueltos o desplazados a un lugar peligroso). Asimismo, ofrece apoyo para fortalecer programas que desafíen la violencia sexual y de género. Además, ACNUR es firme partidario de la inclusión de los refugiados y las personas involucradas en los planes estratégicos sobre el VIH a nivel nacional. Por otro lado, en los campos de refugiados se centra en los jóvenes (de entre 10 y 24 años) que precisan unas necesidades especiales sobre la prevención y la respuesta relacionadas con el VIH.

ACNUR también apoya la implantación de nuevos modelos que pretenden mejorar la realización de las pruebas del VIH y los servicios de asesoramiento en los campos que cuentan con cobertura limitada. Esto incluye fortalecer a través de diferentes vías de acceso las pruebas de calidad asegurada y los servicios de asesoramiento en el sistema de salud y a nivel comunitario. ACNUR también facilita el acceso universal a la terapia antirretrovírica (TAR) y sigue colaborando con los ministerios de Salud y los consejos nacionales del sida, así como apoyándoles para garantizar que los refugiados se beneficien de los protocolos aprobados recientemente. Igualmente se centra en garantizar el cumplimiento del tratamiento y el acceso al mismo, luchando por una disponibilidad igualitaria a la TAR para niños y grupos de población clave (los trabajadores sexuales, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los usuarios de drogas inyectables y las personas transgénero).

ACNUR colabora con los asociados para ayudar a proveer servicios íntegros con el fin de apoyar la eliminación de la transmisión materno infantil, incluido el acceso universal a los servicios de asesoramiento y pruebas para mujeres embarazadas y sus hijos, así como regímenes de TAR apropiados. Asimismo, lucha para garantizar que se integren de manera sólida todos los servicios de prevención de la transmisión materno infantil y los servicios de salud infantil. Esto incluye centrarse en la atención prenatal y en una asistencia especializada en el parto.

El organismo también mejora el acceso a los servicios de salud reproductiva, materna y de los recién nacidos. Para ello, apoya el Paquete de servicios iniciales mínimos (PSIM) para la salud reproductiva en tiempos de crisis, cuyo segundo objetivo es reducir la transmisión del VIH. El PSIM se pone en marcha al detectarse una situación de emergencia en un refugiado y, tan pronto como la situación se estabiliza, se llevan a cabo una serie de operaciones que instauran programas completos de salud reproductiva.

ACNUR también colabora para incrementar el uso de tecnologías apropiadas de innovación en los servicios del VIH y de salud reproductiva. Asimismo, apoya nuevas estrategias para desarrollar modelos sostenibles y que se puedan expandir con el fin de proveer asistencia sanitaria relacionada con el VIH y la salud reproductiva en los países donde han aparecido necesidades que aún no se han cubierto. Estas estrategias incluyen nuevas soluciones y modelos innovadores que aumenten el acceso de las mujeres y las niñas a servicios asequibles y de calidad.

Más texto
Más información