Reportaje

Guyana presenta una nueva coalición nacional sobre la religión y el VIH

16 de diciembre de 2008

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Diversos líderes de la fe hindú, cristiana, islámica, rastafariana y baha'i se reunieron durante la Conferencia sobre religión y VIH en Georgetown, Guyana, el 11 de diciembre de 2008.
Fotografía: ONUSIDA

La Secretaría del Programa nacional de sida del ministerio de Salud de Guyana organizó el 11 de diciembre de 2008 una conferencia nacional sobre la religión y el VIH con el apoyo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA. El fin de esta conferencia era establecer una coalición nacional de líderes religiosos de todas las denominaciones en Guyana para hacer frente al estigma y a la discriminación relacionados con el VIH.

En la inauguración de la "Conferencia nacional de Guyana sobre la religión y el VIH", diversos líderes de la fe hindú, cristiana, islámica, rastafariana y baha'i adoptaron la Declaración de Guyana sobre religión y VIH, por la que han acordado pasar del compromiso y la retórica a la acción.

Por medio de esta declaración, los líderes religiosos reconocen la necesidad de incluir información adecuada sobre el VIH en sus discursos, rituales, educación religiosa y en la formación de los futuros líderes. También acordaron defender los derechos de las personas que viven con el VIH o que se ven afectadas por el virus, y garantizar su inclusión absoluta en la vida religiosa, social, familiar y económica.

Además, se comprometieron a alentar a las mujeres y a sus parejas a que accedan a la atención sanitaria, como por ejemplo realizándose las pruebas del VIH, reconociendo el hecho de que el VIH es una enfermedad que se puede tratar y que los padres seropositivos pueden tener hijos libres del virus. También acordaron hacer frente a la vulnerabilidad de los niños que viven con el VIH o que se ven afectados por él, especialmente a garantizar que se respete su derecho a acceder a la educación, el tratamiento, la atención y el apoyo dentro de un entorno familiar.

Finalmente, aceptaron utilizar sus lugares de culto, las instalaciones educativas y sanitarias y sus programas de jóvenes y mujeres para ofrecer una gama completa de servicios de prevención del VIH, tratamiento, atención y apoyo.

En su discurso de inauguración el ministro de Sanidad, el Dr. Leslie Ramsammy, enfatizó la importancia de que las organizaciones religiosas adopten un papel más activo en la respuesta al sida, y aludió a los resultados de una encuesta realizada recientemente que indicaba que tan solo el 50% de estas organizaciones apoyaba de manera incondicional a las personas seropositivas.

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Participantes a la Conferencia sobre religión y VIH en Georgetown, Guyana
Fotografía: ONUSIDA

Las comunidades religiosas, las mezquitas, los templos, las iglesias, los hospitales y las clínicas han ofrecido apoyo a las personas que viven con el VIH o que se ven afectadas por el virus en todo el mundo. Su liderazgo puede influir de manera excepcional en las vidas de muchas personas y si los líderes alzan sus voces de manera responsable contra el VIH, las repercusiones pueden ser significativas tanto en las comunidades como a nivel internacional. Sin embargo, la respuesta de la comunidad religiosa también puede tener un efecto negativo. Algunos líderes y sus comunidades religiosas han estigmatizado a las personas seropositivas. Esta manera de enfocar los métodos de prevención del VIH y las actitudes contra las personas más expuestas al riesgo de infección, como los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los profesionales del sexo o los usuarios de drogas inyectables, pueden dificultar en ocasiones la respuesta. Todavía queda mucho trabajo por hacer para erradicar el estigma y la discriminación en torno al VIH.

A pesar de la buena voluntad mostrada y del compromiso de encontrar formas de colaborar, existe un largo camino entre las buenas intenciones y una acción conjunta efectiva. Ser incapaz de comprender las diferentes formas en las que se organizan las comunidades religiosas, de tolerar y de respetar sus creencias, o no saber identificar e implicar a las personas en iniciativas conjuntas que transciendan la religión organizada pueden ser algunos de los obstáculos en este camino.

Esta conferencia ha servido para guiar el debate que ayudará a los líderes religiosos de Guyana a hacer frente al estigma y la discriminación relacionados con el VIH, así como para establecer, mediante la Coalición de Guyana sobre la religión y el VIH, cómo se realizará una contribución mayor, en asociación con la Secretaría del Programa nacional de sida del ministerio de Salud y sus asociados, que permita cumplir los objetivos nacionales de conseguir que todos los guyaneses, independientemente de quiénes sean o de dónde vivan, puedan acceder a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH.

“La respuesta al VIH, en cualquier país, depende en gran medida de la movilización de sus líderes, instituciones y movimientos. Los líderes religiosos y sus comunidades están presentes literalmente en todos los lugares de la vida cotidiana de las personas, lo que les permite llegar a todos y que todos acudan a ellos. Son unos asociados muy importantes en la respuesta al VIH, ya que ocupan una posición estratégica desde la que pueden apoyar, comprender y aceptar a las personas seropositivas, lo que les otorga un papel esencial para prevenir las nuevas infecciones", afirmó el Dr. Ruben del Prado, coordinador de ONUSIDA en Guyana.

El liderazgo religioso puede influir significativamente en las iniciativas para detener la propagación del VIH y, como ha quedado demostrado en Guyana, se puede fortalecer este liderazgo mediante asociaciones con los gobiernos, la sociedad civil y la comunidad internacional.