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Según Un enfoque estratégico: el VIH y el sida y la educación, este sector puede desempeñar un papel decisivo en la respuesta al VIH, simplemente haciendo "más de lo que ya se está haciendo, y haciéndolo mejor".
Photo: UNESCO

La educación puede desempeñar un papel decisivo en la respuesta al VIH y el SIDA, simplemente haciendo "más de lo que ya se está haciendo, y haciéndolo mejor", pero además debe garantizar a todos los niños el acceso a una formación de calidad. Se trata de una de las conclusiones principales de la reciente publicación del Equipo de trabajo interinstitucional (ETI) de ONUSIDA sobre educación, en la que se analiza lo que se conoce y lo que debe saberse acerca de la ampliación de la respuesta del sector de la educación a la epidemia de sida. 

El Sr Peter Power T.D., ministro de Estado de Cooperación internacional, presenta esta semana Un enfoque estratégico: el VIH y el sida y la educación en el Simposio del ETI que se celebra en Limerick (Irlanda).  En este informe se estudia la manera en que la educación puede contribuir a mitigar los efectos del VIH y se defiende la presencia necesaria e integral de este sector estratégico en todos los programas nacionales sobre el sida. 

El documento, que constituye una actualización sustancial del publicado en 2003, hace hincapié en la protección frente al virus que ofrece la educación en sí misma, por lo que debe ser prioritario apostar por programas de escolarización más amplios y mejores. Una vez alcanzado ese objetivo, la segunda medida debería consistir en la puesta en marcha de mecanismos de respuesta específicos para la epidemia, como la incorporación de la educación sexual y la formación sobre el VIH.

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En el prólogo de esta publicación, el Sr. Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, afirma que "La educación es sinónimo de empoderamiento: facilita la adquisición y el uso de conocimientos, competencias, actitudes y conductas indispensables para llevar una vida saludable ... promueve actitudes responsables, fomenta el diálogo intergeneracional y propicia el aprovechamiento de los servicios disponibles, fundamentalmente la protección sanitaria y social". Y añade: "la educación permite transformar las condiciones sociales, culturales y económicos que aumentan la vulnerabilidad de las personas..." 

Un enfoque estratégico: el VIH y el sida y la educación, que está dirigido tanto a los responsables de la toma de decisiones como a los profesionales del ámbito educativo, así como a otros socios involucrados en la respuesta al sida de diversos sectores, se propone identificar prioridades.

Por ejemplo, resalta la importancia de "conocer la propia epidemia", para que cada forma de respuesta se adecue a la realidad epidemiológica local. Además, promueve la consecución de dos objetivos principales: la prevención del VIH (lo que incluye la reducción tanto de la vulnerabilidad social como de las conductas de riesgo individuales) y la mitigación del impacto del sida.
 
En el informe también se defiende el acceso pleno de los jóvenes a la información y los recursos, de modo que puedan protegerse de forma eficaz. Para ello, es importante ofrecer un programa y unos materiales formativos en un lenguaje claro y comprensible, e impartir la educación sexual y sobre el VIH de una manera adecuada a la edad y la cultura de los beneficiarios. La educación ha de "tratar exhaustivamente" cuestiones como las relaciones y los intercambios sexuales con múltiples parejas (comprendidas las relaciones con personas del mismo sexo) y el consumo de drogas. Sin embargo, también se señala en el documento que, según un estudio reciente realizado por el Instituto Guttmacher a jóvenes africanos, aunque la mayoría de los adolescentes es favorable a la educación sexual en las escuelas, menos de la mitad la recibe.

Credit: UNESCO

Un enfoque estratégico: el VIH y el sida y la educación  se centra fundamentalmente en la educación formal, pero en él también se reconoce que muchos de los jóvenes que presentan una situación de mayor riesgo nunca han ido a la escuela o la han abandonado prematuramente, lo que demuestra la importancia no sólo de llegar a la juventud no escolarizada sino de ampliar la oferta educativa, e impulsar una mayor escolarización de las niñas y el paso de la educación primaria a la secundaria entre la población infantil. 

Proporcionar a los jóvenes los instrumentos que les permitan protegerse del VIH constituye uno de las ocho puntos de atención prioritaria para ONUSIDA y sus copatrocinadores en el marco de la  Acción conjunta para conseguir resultados: Marco de resultados de ONUSIDA, 2009-2011 (http://data.unaids.org/pub/BaseDocument/2009/JC1713_Joint_Action_en.pdf) (en inglés). Mediante Un enfoque estratégico: el VIH y el sida y la educación, el Equipo de trabajo interinstitucional de ONUSIDA espera que este objetivo fundamental quede más cerca de su consecución.

La UNESCO es el organismo que se encarga de convocar al ETI  sobre Educación. Creado en 2002, congrega a los copatrocinadores de ONUSIDA, diversos organismos bilaterales, donantes particulares y a asociados de la sociedad civil, con el propósito de acelerar y mejorar una respuesta coordinada y armonizada por parte del sector educativo al VIH.

Solicite gratuitamente ejemplares de Un enfoque estratégico: el VIH y el sida y la educación en la dirección info-iatt@unesco.org, especificando cantidad, idioma(s) y dirección postal de envío. Si desea más de 5 ejemplares, por favor indique el propósito para el que los solicita.