Reportaje

Los gobiernos y la sociedad civil amplían el acceso al asesoramiento y a las pruebas del VIH

30 de septiembre de 2009

Este reportaje también ha sido publicado en  www.who.int/hiv

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Una furgoneta de colores vivos conocida como "Tutu Tester" se ha convertido en una vista familiar en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Forma parte de una campaña que pretende animar a las personas a que conozcan su estado serológico. Desde mayo de 2008, momento en el que la clínica móvil de la Fundación del VIH de Desmond Tutu tomó la carretera, más de 10.000 personas se han realizado las pruebas y han recibido asesoramiento.

Esta es una de las muchas iniciativas realizadas en África subsahariana con el fin de eliminar el estigma y el miedo asociados al sida mediante campañas creativas, que van desde el asesoramiento a profesionales del sexo en paradas de camiones o el asesoramiento inter pares en áreas mineras, hasta la celebración de semanas de pruebas nacionales encabezadas por personajes famosos. Estas campañas forman parte de una serie de iniciativas nacionales e internacionales más amplias que pretenden aumentar el número de personas que accede a las pruebas o al asesoramiento, conocidos a menudo como "la puerta a la prevención, el tratamiento y la atención del VIH" ya que son condiciones indispensables para acceder a tiempo a estos tres servicios, entre los que se incluye la terapia antirretrovírica, que reduce significativamente los índices de mortalidad.

Según el Informe de progresos de 2009 hacia el acceso universal (2009 Towards universal access progress report), publicado por la OMS, UNICEF y ONUSIDA, el 90% de los países de ingresos medios y bajos notificaron el año pasado que disponían de políticas nacionales sobre el asesoramiento y las pruebas del VIH, una cifra superior al 70% de 2007. Los países más afectados por la pandemia (Botswana, Kenya, Lesotho, Malawi, Namibia, Rwanda, Sudáfrica, Swazilandia, Tanzania y Uganda) están realizando pruebas y ofreciendo asesoramiento a las mujeres embarazadas como parte de los esfuerzos de prevención maternoinfantil (PTMI), con el fin de reducir el número de niños que nacen con el VIH y de ayudar a que las madres embarazadas seronegativas no se infecten por el virus.

Existen datos alentadores de que cada vez hay más países que están siguiendo las orientaciones de la OMS y ONUSIDA en lo que respecta a las pruebas y al asesoramiento iniciados por los proveedores de salud en instalaciones sanitarias. Estas recomiendan que el asesoramiento y las pruebas del VIH formen parte de la atención habitual que reciben todas las personas que presentan síntomas o afecciones que pueden ser indicios de una infección por el VIH, los hijos de madres seropositivas, y en los contextos de epidemias generalizadas, todas las personas que acudan a los centros de salud. Estas directrices son esenciales para obtener diagnósticos rápidos en países que están enfrentándose a una epidemia dual de VIH y tuberculosis.

Cada vez aumenta más el número de centros de salud que ofrecen asesoramiento y pruebas del VIH. En 15 naciones de Asia oriental, meridional, y sudoriental de las que se tienen datos, el número de estos centros creció de 13.000 a 15.000 entre 2007 y 2008. En los países de América Latina y en el Caribe, el número se duplicó, mientras que en África subsahariana, superó el 50%.

Algunos países han progresado más que otros. Etiopía ha aumentado su número de instalaciones de 1005 a 1469, y ha notificado que en 2008 4,5 millones de personas se sometieron a las pruebas y recibieron asesoramiento (superando los 1,9 millones de 2007). En el otro lado de la balanza, menos del 10% de los centros sanitarios de Nigeria y de la República Democrática del Congo contaban con instalaciones para las pruebas o el asesoramiento.

Camerún adoptó las pruebas y el asesoramiento iniciados por los proveedores de salud en 2007 como parte del compromiso del gobierno de aumentar el número de personas que siguen el tratamiento, que según el oficial del Programa Nacional de la OMS para el VIH y el Sida en Camerún, Etienne Kembou, pasó de 600 en 2001 a 60.000 en noviembre de 2008. Aunque todavía queda mucho por hacer para formar a profesionales sanitarios sobre cómo implantar el modelo del gobierno localmente, Kemboy afirma que el 85% de las mujeres embarazadas que acuden a los centros de salud se muestran dispuestas a someterse a las pruebas, al igual que un número cada vez mayor de hombres. “El sida ya no está tan estigmatizado como en los 90, y muchas personas seropositivas hablan abiertamente de él”, afirma Kembou, añadiendo que la semana nacional de pruebas que se celebra anualmente y los proyectos de educación inter pares, dirigidos a jóvenes de entre 15 y 25 años, han sido de grandísima ayuda.

Uganda y Kenya han ampliado la cobertura mediante pruebas y asesoramiento a domicilio, en los que asesores cualificados van de puerta en puerta. La ventaja es que puede ofrecerse asesoramiento conjunto a las parejas en un ambiente familiar y sin el estigma que puede suponer acudir a una instalación del gobierno. El resultado es que hay menos problemas a la hora de revelar el estado serológico de los que podrían surgir si la pareja se realizara las pruebas por separado. También significa que aquellos niños seropositivos que todavía no se han sometido a las pruebas tengan acceso a los servicios del VIH y que se pueda acceder a áreas de alto riesgo de infección, como el barrio marginal de Kibera, cerca de Nairobi.

En países como Botswana y Swazilandia, la carrera del gobierno para ampliar las circuncisiones masculinas para prevenir el VIH ha ido acompañada de un aumento de las pruebas y el asesoramiento entre los hombres, un grupo al que a menudo se presta poca atención, ya que son requisitos indispensables para realizar la intervención quirúrgica. El representante de la OMS en Botswana, Eugene Nyarko, afirma que el aumento de las campañas de prevención dirigidas a los jóvenes están dando sus frutos. “Cada vez se realizan un mayor número de pruebas porque los jóvenes saben que si conocen su estado serológico pueden beneficiarse de las intervenciones”.

En Sudáfrica, donde vive el mayor número de personas seropositivas en todo el mundo, una encuesta nacional basada en la población realizada en 2008 por el Consejo de Investigación en Ciencias Humanas mostró que el 50% de los encuestados de 15 años de edad afirmaban haberse realizado las pruebas del VIH, una cifra que en 2002 era del 20%. De 2005 a 2008, el porcentaje de mujeres y hombres que afirmaron haberse sometido a las pruebas del VIH en los últimos 12 meses era más del doble.

Los grupos de la sociedad civil en Sudáfrica, como la Campaña Treatment Action (Acción tratamiento) han organizado campañas notables de “Hazte las pruebas”. Existen muchas iniciativas locales respaldadas por fondos extranjeros o del gobierno, y el mensaje se está difundiendo.

Sweetness Mzoli dirige una organización llamada Kwakhanya (luz) que ofrece atención a 300 personas de Khayelitsha, un suburbio pobre de Ciudad del Cabo con una alta prevalencia del VIH. Recorre las paradas de taxis o de minibuses intentando persuadir a los hombres para que se realicen las pruebas y acepten recibir asesoramiento, y afirma que actualmente se encuentra con mucha menos resistencia que hace tan solo un año. “Está saliendo bien. Hay muchos hombres que quieren hablar sobre su situación y conocer su estado serológico”, afirma.

La furgoneta “Tutu Tester” también visita regularmente las paradas de taxis de Khayelitsha, así como los mercados y otras áreas de gran afluencia de gente. El proceso de pruebas y asesoramiento es eficiente, riguroso y acogedor. Los clientes pueden evitarse tener que soportar las largas colas de los centros de salud públicos, conscientes de que reciben servicios confidenciales y de calidad.

“Cuando es un proceso rápido y eficaz, las personas quieren someterse a las pruebas”, afirma la coordinadora del proyecto, Nienke van Schaik. La clínica móvil ofrece ahora un conjunto de medidas que incluye pruebas para la hipertensión y la diabetes “para que no de tanto miedo”,
afirma. “Literalmente, nosotros solo nos presentamos. Cuando nos ven, la gente sale corriendo a buscar a sus parejas y familiares. Las personas quieren realizarse las pruebas.”