Reportaje

Nueva campaña para ayudar a prevenir la transmisión maternoinfantil del VIH en Lesotho

01 de abril de 2010

Una versión de este reportaje se publicó anteriormente en unicef.org

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Tras realizarse su primer examen médico prenatal en la clínica piloto
del distrito de Berea, en Lesotho, Malekena George emprende el regreso a casa. Fotografía: © UNICEF Lesotho/2010

Malekena George, del distrito de Berea, en Lesotho, está embarazada de ocho meses y vive con el VIH. Malekena está exhausta después de caminar durante cinco horas para llegar a la clínica piloto, a la que acude para su primera revisión prenatal. Como venir al centro médico le ha resultado tan difícil, ésta podría ser su última visita.

El primer hijo de Malekena murió a los 13 meses. Ahora el Ministerio de Sanidad de Lesotho trabaja para garantizar que su segundo hijo nace sin el VIH.

En 2007, el gobierno, en colaboración con UNICEF y otros asociados, puso en marcha una campaña masiva para mejorar los servicios nacionales de prevención de la transmisión maternoinfantil (PTMI) del VIH. Para lograr los objetivos fijados, tuvieron que garantizar que en todas las clínicas de Lesotho se realizaran pruebas del VIH y se facilitara tratamiento.

Lesotho a la vanguardia

Lesotho fue uno de los primeros países de la región que autorizó a las enfermeras a administrar tratamiento antirretrovírico, lo que aumentó en gran medida el acceso a estas intervenciones vitales a los habitantes de las zonas más apartadas del país, donde los médicos escasean.

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Malekena George recibe su nuevo "Botiquín para la madre y el bebé" en la clínica piloto del distrito de Berea, en Lesotho. El botiquín incluye
antirretrovíricos y antibióticos.
Fotografía: © UNICEF Lesotho/2010

Pero a pesar de los esfuerzos, aún quedan importantes obstáculos por superar, entre ellos que muchas mujeres, como probablemente suceda con Malekena, asisten a las clínicas sólo una vez.

Se trata de un problema bastante frecuente en muchos sistemas sanitarios de África. A pesar de que los antirretrovíricos aumentan las probabilidades de que los bebés nazcan libres del virus, proporcionar el tratamiento a las madres VIH-positivas no es fácil, especialmente en las zonas más alejadas. La combinación de las grandes distancias, la falta de medios de transporte y la pobreza impide que muchas mujeres acudan a sus revisiones prenatales con regularidad. Estos factores también llevan a muchas mujeres a abandonar los programas de prevención de la transmisión maternoinfantil y a dar a luz en sus hogares, sin la ayuda de personal médico capacitado.

En Lesotho, donde una de cada cuatro personas vive con el VIH, esa única visita adquiere una importancia vital.

Mantener sanos a madre e hijo

Los métodos de prevención innovadores que se emplean en Lesotho también están marcando una gran diferencia. El gobierno ha diseñado un paquete sanitario básico para embarazadas como Malekena, que incluye los antibióticos y antirretrovíricos más eficaces para que ellas y sus hijos permanezcan sanos. Cuando las mujeres se marchan de la clínica, reciben instrucciones claras sobre los medicamentos que deben tomar y cuándo deben hacerlo, así como sobre los que deben suministrar a sus hijos recién nacidos.

En un esfuerzo por ampliar el alcance de esta innovación en salud pública, UNICEF y la Organización Mundial de la Salud han diseñado una caja codificada por colores que las madres se llevan a sus casas. Este estuche se habrá distribuido en cinco países de África oriental y meridional, entre ellos Lesotho, para el mes de julio. En lugar de que las enfermeras tengan que separar las medicinas en bolsitas, este “Botiquín para la madre y el bebé” divide antirretrovíricos y antibióticos en función del momento en que se deben tomar.

"Teníamos que aprovechar esa primera consulta prenatal", afirmó Blandinah Motaung, experta en salud materna y VIH de UNICEF. "Si la mujer da a luz en casa, ya tendrá ese botiquín a su disposición".

Una notable disminución de las infecciones

Los expertos en cuestiones sanitarias creen que gracias al nuevo régimen de tratamientos antirretrovíricos, así como a los esfuerzos orientados a que las mujeres tomen los medicamentos en sus hogares, el número de niños nacidos con el VIH en Lesotho disminuirá de forma notable.

"Esperamos que mejorar la adherencia al tratamiento y hacer más hincapié en ayudar a las madres a que durante los seis primeros meses solo den el pecho a sus hijos nos permita reducir la tasa de transmisión del VIH a menos de un 5%", comentó Motaung..

Medicamentos para llevar

Tras el examen médico, Malekena George escuchó atentamente a Marethabile Lelia, la enfermera de la clínica que le dio indicaciones sobre los medicamentos que se llevaría a casa. Además, una asesora del grupo de apoyo entre madres le recalcó la importancia de ceñirse al tratamiento.

Pese a que Malekena George tiene otra cita médica en la clínica, Lelia no espera verla hasta que su hijo tenga seis semanas y deba recibir la primera serie de vacunas y hacerse el primer examen del VIH. La prueba debe repetirse cuando el niño tiene 12 y 18 meses de edad.

Mientras se preparaba para emprender la caminata de cinco horas de regreso a casa, Malekena se aferraba a los medicamentos que le habían entregado, ya que sabía que se trata de la única esperanza de que su bebé eluda la infección por el VIH y crezca sano.

Lesotho tiene la tercera tasa de prevalencia del VIH entre adultos más alta del mundo, con un 23,2%. A finales de 2007, se calculó que 270.273 personas vivían con el VIH en este país, de las que 258.472 eran adultos y 11.801 niños. En ese mismo año, cerca de 3.966 embarazadas seropositivas recibieron tratamiento antirretrovírico para prevenir la transmisión maternoinfantil (PTMI) del virus. La cobertura de los programas de PTMI ha aumentado del 5% estimado en 2005 al 42% en el primer trimestre de 2009