Reportaje

Repensar los vínculos entre los ODM: Botswana, a la cabeza

21 de septiembre de 2010

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, 21 de septiembre de 2010. Fotografía: ONUSIDA/Hamilton

Actualmente se reconoce mundialmente que un Objetivo de Desarrollo del Milenio no puede lograrse sin los demás. En particular, el sector de la salud se ha dado cuenta de que las respuestas a los Objetivos de Desarrollo del Milenio 4, 5 y 6 —reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna y combatir el VIH, la malaria y otras enfermedades— deben abordarse en conjunto para mejorar la vida de las personas.

En un evento paralelo a la Cumbre de Revisión de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU, celebrada entre el 20 y el 22 de septiembre en Nueva York, Botswana compartió sus experiencias de integración de las intervenciones y programas de salud con el fin de maximizar los recursos y mejorar los resultados sanitarios.

Botswana tiene una prevalencia del VIH del 23,9% en su población adulta y recientemente ha hecho progresos en la reducción de la epidemia. Los datos muestran que la prevalencia del VIH entre los jóvenes de 15-24 años viene disminuyendo constantemente desde 2001. Ese país también ha logrado hacer frente a la mortalidad infantil mediante la ampliación de los programas de alimentación para los niños menores de cinco años, junto con una cobertura casi universal de los servicios para prevenir la transmisión maternoinfantil del VIH.

En dicho evento, titulado Hacia un enfoque integrado para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud, Mompati S. Merafhe, vicepresidente de Botswana, presentó el ejemplo de su país para mostrar qué supone en la práctica la integración de los servicios de salud.

De acuerdo con el vicepresidente Merafhe, Botswana ha sido capaz de organizar una respuesta creíble al sida y fortalecer los sistemas de salud a través de un enfoque integrado. Hizo hincapié en la importancia de las asociaciones, incluida la de las Naciones Unidas.

"Hemos creado un entorno favorable y hemos cerrado las brechas que nos llevan por la senda del logro de los ODM en 2015", dijo el vicepresidente Merafhe. "Eso ha conducido a nuestro éxito en la prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH."

La investigación muestra que los países con mayor incidencia del VIH a menudo tienen una gran necesidad insatisfecha de planificación familiar. Si el mismo centro, o incluso el mismo profesional sanitario, ofrece servicios de VIH y anticonceptivos, aumenta la oportunidad de acceder a esos servicios.

Mompati S. Merafhe, vicepresidente de Botswana, 21 de septiembre de 2010. Fotografía: ONUSIDA/Hamilton

Según el orador, son muchos los beneficios de integrar los servicios: combinar intervenciones en el punto de asistencia y compartir una cadena de suministro y sistemas de información son ejemplos de cómo se pueden maximizar los recursos. Además, ese proceso también disminuye los gastos para quienes acuden al centro de atención, al reducir el número de visitas a centros de salud, minimizando el tiempo de viaje y el costo, al igual que el costo asociado con el acceso a los servicios.

"Como se ha demostrado con el liderazgo de Botswana, la respuesta al sida puede ser el puente que une diversos movimientos", afirmó Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. "Todos los programas de promoción de la salud maternoinfantil, la salud sexual y reproductiva, la igualdad de género y la violencia sexual contribuyen a la consecución de los ODM."

Para evaluar el camino a seguir, la sesión contó también con una serie de ponencias sobre la integración de servicios de salud. Erik Solheim, ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Internacional de Noruega, presentó la perspectiva de los donantes. ONUSIDA, UNICEF y UNFPA examinaron los beneficios de la integración desde la perspectiva bilateral. La Fundación Elizabeth Glaser para el Sida Pediátrico (EGPAF) dio otras ideas desde el punto de vista de las organizaciones implementadoras.

Si bien la integración de los servicios de salud supone muchos beneficios, la integración no es una estrategia que sirva para todos de igual manera, tal como señalaron los participantes. Por ejemplo, en los países que tengan un sistema de salud débil, la integración de servicios podría sobrecargar un sistema ya de por sí sobrecargado. El proceso de planificación e implementación de servicios integrados también plantea una serie de retos técnicos para los gobiernos, los donantes, los ejecutores de programas, y trabajadores de la salud.