Reportaje

Los Estados miembros del Consejo de Cooperación del Golfo hacen un llamamiento para alcanzar un enfoque colaborador y eficaz en la respuesta al sida

28 de abril de 2011

La Sra. Hind Khatib Othman, directora del Equipo de Apoyo Regional para Oriente Medio y África septentrional de ONUSIDA participando en la iniciativa saudita “Combatir el sida en los países del CCG”. Del 16 al 18 de abril de 2011 en Riad (Reino de Arabia Saudita).

El ministro de Sanidad de Arabia Saudita, el Dr. Abdullah bin Abdul Aziz Al Rabeeah, así como los ministros de Sanidad de los Estados del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), acogieron el día 16 de abril en Riad una nueva iniciativa: “Combatir el sida en los países del Consejo de Cooperación del Golfo”.

Esta iniciativa constituye un llamamiento para adoptar un enfoque cooperativo capaz de mantener baja la prevalencia del VIH en los países del CCG, y reafirma el compromiso político del Consejo para hacer frente al sida de manera eficaz. El Consejo de Cooperación del Golfo constituye una unión política y económica de los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Arabia Saudita, Omán, Qatar y Kuwait.

El Dr. Abdullah Al Rabeeah destacó que el sida no es solo un asunto sanitario, sino que también está relacionado con el desarrollo y supone una “gran amenaza para el crecimiento a largo plazo de la región”. “Los países del CCG colaborarán estrechamente con el fin de elaborar recomendaciones que contribuyan a preparar una hoja de ruta eficaz en la respuesta al sida”, afirmó el Dr. Al Rabeeah.

Los participantes se mostraron de acuerdo en la necesidad de aunar esfuerzos con el propósito de entender y conocer mejor las epidemias en sus países. Durante la reunión, compartieron experiencias mundiales y regionales, identificaron los obstáculos que dificultan una respuesta eficaz y acordaron fortalecer las estrategias nacionales del sida centradas en los derechos humanos, basadas en pruebas y orientadas a la obtención de resultados. Asimismo, se identificaron los asuntos clave que dificultan una respuesta eficaz al sida en la región, a saber: el estigma y la discriminación hacia las personas que viven con el VIH, el débil sistema de vigilancia, las restricciones para viajar y la obligatoriedad de las pruebas del VIH, así como las desigualdades de género. 

Los países del CCG colaborarán estrechamente con el fin de elaborar recomendaciones que contribuyan a preparar una hoja de ruta eficaz en la respuesta al sida.

El ministro de Sanidad de la Arabia Saudita, el Dr. Abdullah bin Abdul Aziz Al Rabeeah

La Sra. Hind Khatib Othman, directora del Equipo de Apoyo Regional para Oriente Medio y África septentrional observó que un elevado número de personas en la región son inmigrantes que buscan trabajo, especialmente en los países del CCG. A menudo, los trabajadores inmigrantes apenas tienen derecho a protección jurídica o social en el país de acogida, y por lo general, no disponen de acceso a servicios relacionados con el VIH ni a información sobre el virus.

La Sra. Khatib Othman destacó la importancia de incluir a los grupos de población móviles o inmigrantes en las estrategias nacionales del sida. Como parte del proceso de concesión de visados en algunos países, los inmigrantes por motivos de trabajo deben someterse a un examen médico, que incluye la prueba del VIH, en un centro certificado. Sin embargo, apenas tienen oportunidad de acceder a servicios de tratamiento o apoyo quienes han obtenido un resultado positivo en las pruebas del VIH. Si el resultado es positivo, la mayoría de los países de la región deportará al trabajador inmigrante sin ninguna explicación, con apenas compensación económica y sin tener en consideración su dignidad ni sus derechos.

Personas que viven con el VIH participaron activamente en el acontecimiento e hicieron sus aportaciones para conformar las recomendaciones definitivas. Acogieron favorablemente la decisión del Gobierno de Arabia Saudita de proporcionar servicios gratuitos de tratamiento y atención del VIH, así como sus políticas de protección en relación con las solicitudes de trabajo y el mantenimiento del empleo. Sin embargo, invitaron al sector privado a seguir los pasos del Gobierno. “Estoy sano, quiero y necesito trabajar, no quiero depender de las donaciones y la compasión del resto”, señaló un representante de una red para personas que viven con el VIH.

La iniciativa del Consejo también destaca el papel que puede desempeñar la sociedad civil a la hora de fortalecer la respuesta al VIH en los países del CCG. “Los líderes religiosos y los medios de comunicación pueden desempeñar un papel importante para terminar con el silencio y movilizar a otros sectores de la sociedad”, declaró la Dra. Mongia Souahi, profesora de ciencias islámicas en la Universidad Ezzitouna de Túnez. También subrayó el papel fundamental de las mujeres, incluidas las líderes religiosas, en los esfuerzos de prevención del VIH así como en la lucha contra el estigma y la discriminación.

El encuentro finalizó con la redacción del borrador de la Carta de Riad (Riyadh Charter). Los delegados de salud del CCG aprobaron el documento, y el viceministro de Sanidad de Arabia Saudita, el Dr. Ziad Memish, se encargó de ratificarlo en nombre del Ministerio. La Carta incluye diez recomendaciones de actuación para los países del CCG. Dichas recomendaciones son las siguientes:

  • Llevar a cabo las investigaciones necesarias en los países del CCG para identificar las vías principales de transmisión, las nuevas infecciones por el VIH, y la naturaleza y origen de los grupos de población clave.
  • Aumentar la colaboración y coordinación entre los ministerios, los sistemas sanitarios y las autoridades religiosas y sociales, en lo relativo a los programas de formación y sensibilización sobre el VIH.
  • Que el Comité del Golfo trabaje con las autoridades pertinentes en la creación de una Carta de los medios de comunicación que aborde los asuntos relacionados con el VIH en los medios.
  • Fomentar la disponibilidad de servicios para prevenir la transmisión maternoinfantil del VIH.
  • Aumentar el tratamiento del VIH, así como los programas de atención y apoyo para las personas que viven con el VIH.
  • Reconsiderar y aprobar leyes y normas que respeten los derechos humanos de las personas que viven con el VIH.
  • Ampliar los programas de asesoramiento y pruebas del VIH de carácter voluntario.
  • Reafirmar el compromiso de la sociedad civil y el sector privado en la respuesta al sida.
  • Desarrollar programas de prevención del VIH centrados en los jóvenes y adolescentes.
  • Desarrollar una estrategia y adoptar mecanismos que aseguren la puesta en marcha de la Carta de Riad.

El borrador de la Carta de Riad será analizado de forma individual por los países, con la esperanza de que los ministros de Sanidad del CCG la ratifiquen en un acontecimiento paralelo durante la Asamblea Mundial de la Salud. ONUSIDA prometió su apoyo para asegurar que la Carta de Riad se traduzca en un plan de acción operativo.