Reportaje

Llamamiento a los líderes para defender las necesidades de mujeres y niñas en política y programas relativas al VIH

10 de junio de 2011

Mesa redonda sobre el tema “Mujeres, niñas y VIH”, centrada en la carga desproporcionada del VIH soportada por las mujeres y niñas de todo el mundo. (De izquierda a derecha): Stephanie Nolan, periodista de “Globe and Mail”; Hanno Pevkur, Ministro de Asuntos Sociales de Estonia; y el Dr. Aaron Motsoaledi, Ministro de Salud de la República de Sudáfrica. Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, 9 de junio de 2011.
Fotografía: UN Photo/Eskinder Debebe

El jueves 9 de junio tuvo lugar en las Naciones Unidas una mesa redonda de alto nivel cuyo tema fue Mujeres, niñas y VIH. El acontecimiento, que forma parte de la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el sida, fue presidido por Hanno Pevkur, Ministro de Asuntos Sociales de Estonia.

El debate interactivo fue moderado por Stephanie Nolen y en la mesa redonda de alto nivel participaron el Dr. Aaron Motsoaledi, Ministro de Salud de la República de Sudáfrica; el Dr. Babatunde Osotimehin, Director Ejecutivo de UNFPA, quien representó a las Naciones Unidas; y Siphiwe Hlophe, cofundadora de la organización no gubernamental Swaziland for Positive Living.

“En 30 años de VIH”, explicó el Sr. Pevkur, “hemos aprendido que es un problema tanto social como médico; y que la falta de calidad en los servicios de salud reproductiva sexual y los derechos, así como la violencia y las prácticas culturales dañinas, promueven la epidemia”.

No lograremos una respuesta sostenible si no invertimos en la educación y la capacitación económica de las mujeres.

Siphiwe Hlophe, cofundadora de la organización no gubernamental Swaziland for Positive Living

Para analizar la cuestión, los panelistas y oradores de la sala respondieron a una serie de preguntas e identificaron estrategias que ayudarán a que la respuesta al VIH impulse la transformación social de mujeres y niñas para así garantizar sus derechos humanos y protegerse del VIH. Debatieron sobre las maneras de garantizar que se aborden adecuadamente las necesidades y vulnerabilidades específicas de mujeres y niñas en la respuesta al VIH.

Oportunidades desiguales

En muchas sociedades, las mujeres enfrentan barreras en el acceso a los servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH debido a un limitado poder en la toma de decisiones, falta de control sobre los recursos financieros, movilidad restringida y responsabilidades desiguales en materia de atención. La falta de educación constituye otra importante barrera; alrededor de dos terceras partes de los 796 millones de adultos analfabetos son mujeres.

“No lograremos una respuesta sostenible si no invertimos en la educación y la capacitación económica de las mujeres”, dijo la Sra. Hlophe. Asimismo, resaltó la necesidad de hacer participar a las comunidades, incluidas las rurales, de manera que se pueda capacitar a todas las mujeres. Hubo consenso en que la educación sexual integral, que incluye la educación relativa al VIH, constituye un componente esencial en la prevención eficaz del VIH avalada por la evidencia. Tal educación debe ofrecerse sin críticas y de manera amena para los jóvenes y adolescentes, dentro y fuera de las escuelas, y debe incluir los derechos humanos y la igualdad de género.

Desafiar la violencia contra las mujeres

Una de las conclusiones del acontecimiento fue que, para frenar el sida, es necesario actuar para detener la violencia contra las mujeres en todos los niveles. “La violencia contra las mujeres es tanto una causa como una consecuencia del VIH”, dijo el Ministro Pevkur. Los participantes debatieron sobre la mejor manera de abordar los vínculos entre la violencia contra las mujeres y niñas y el VIH, así como los determinantes sociales que aumentan su vulnerabilidad a la infección por el VIH.

El riesgo de VIH entre las mujeres que han sido víctimas de la violencia puede ser hasta tres veces mayor que entre las que no la han sufrido. La prevalencia de la primera relación sexual forzada entre las adolescentes menores de 15 años oscila entre el 11% y el 45% en todo el mundo. Los oradores concluyeron que son cruciales las leyes y políticas que previenen y castigan la violencia contra las mujeres, incluidas las normas tradicionales dañinas, así como su aplicación eficaz.

Garantizar el acceso a los servicios integrales relacionados con el VIH y la salud reproductiva y sexual

Se solicitó que los líderes políticos e interesados defendieran enfoques “adaptados a las mujeres y niñas” en las políticas y los programas. Otra recomendación fue la necesidad de garantizar que las mujeres, en toda su diversidad, incluidas las adolescentes y jóvenes, tengan acceso a servicios integrales relacionados con el VIH y la salud reproductiva y sexual, libres de violencia, discriminación y coerción.

Apoyar los derechos humanos de las mujeres

Es crucial que los gobiernos se comprometan a respetar todos los derechos de las mujeres, incluidos sus derechos a la salud sexual y reproductiva. Existe una necesidad urgente de una meta clara que considere a las mujeres en su totalidad, a lo largo de toda su vida, y no solo como madres.

Invertir en las mujeres y niñas

El debate también resaltó la necesidad de una mayor inversión sostenible en el liderazgo de mujeres y niñas, así como un fortalecimiento de las organizaciones de derechos de las mujeres y las redes de mujeres que viven con el VIH, con el objetivo de lograr una participación importante de mujeres y niñas en la respuesta al VIH.

Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el sida

Transcurridos treinta años desde el comienzo de la epidemia del sida y diez años desde la histórica Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre VIH/Sida, el mundo se ha reunido para evaluar los avances y definir el rumbo futuro de la respuesta mundial al sida en la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el sida del 8 al 10 de junio en Nueva York. Se espera que los Estados miembros adopten una nueva declaración que reafirme sus compromisos actuales y se comprometa con acciones que guíen y respalden la respuesta mundial al sida.