Reportaje

El proyecto sobre el sida ayuda a comunidades de Rusia a adoptar medidas para protegerse

10 de mayo de 2011

(Empezando por la izquierda): Jean-Louis Lamboray, director de La Constelación, uno de los facilitadores del proyecto Competencias para responder al sida; Sveta Izambaeva, Niayaz Illiasovich Galiullin, jefe médico del Centro para el Sida en Kazán; el Dr. Denis Broun, director del Equipo de Apoyo Regional de ONUSIDA para Europa.

Jean-Louis Lamboray, director de la organización internacional no gubernamental La Constelación, declaró durante la reciente presentación del proyecto Competencias para responder al sida en Kazán (Rusia) que “no se debería esperar a que llegue una solución del exterior. Es preciso buscarla en las comunidades mismas y en sus pueblos”.

El objetivo de esta iniciativa es el de movilizar las respuestas locales al sida a través de la concienciación de las comunidades acerca de sus fuerzas y capacidades, y promoviendo el intercambio de experiencias dentro de las mismas. Para cumplir este objetivo, el proyecto Competencias para responder al sida utiliza un enfoque denominado SALT (por sus siglas en inglés: S de estimular, A de apreciar, L de escuchar y T de transferir). Mediante este sistema, mediadores con la formación adecuada visitan las comunidades para ayudarlas a identificar sus necesidades, formular ideas y formar un equipo de líderes con los representantes de la comunidad.

El Sr. Lamboray añadió que “las personas ya conocen y entienden los riesgos, por lo que nuestro reto es el de alentarlos a responder a la epidemia. Muchas comunidades y habitantes se han dispersado y necesitamos ayudarles a establecer las conexiones y redes adecuadas”.

No se debería esperar a que llegue una solución del exterior. Es preciso buscarla en las comunidades mismas y en sus pueblos.

Jean-Louis Lamboray, director de la ONG La Constelación

Las reuniones entre las comunidades y los mediadores en Kazán demuestran que cuando una comunidad reconoce abiertamente los riesgos que conlleva el VIH, es capaz de adoptar medidas y conseguir apoyo interno.

Irina, que participó en el proyecto, manifestó: “Soy madre y abuela, me preocupo por mi familia y quiero saber qué puedo hacer para protegerlos del VIH”.

El marido de Natalia, Sergei, toma drogas y es VIH-positivo. Ella opina que “si queremos acabar con el estigma, es preciso empezar por pequeños grupos, en casa o en el trabajo. Hablemos de ello con las familias de nuestro vecindario”.   

La respuesta al sida en la Federación de Rusia

Europa oriental es la única región del mundo en la que la epidemia sigue en alza. Según el Centro Federal Ruso para el Sida, en el país se registran cada día cerca de 160 nuevos casos de infección por el VIH y más de 590.000 personas viven con él. La transmisión del VIH en este país se produce sobre todo por el consumo de drogas inyectables, aunque aumenta la transmisión heterosexual.

El Dr. Denis Broun, director del Equipo de Apoyo Regional de ONUSIDA para Europa, expresó que “la movilización de la respuesta local es crucial para mantener la epidemia del VIH bajo control en Rusia, ya que la falta de financiación de los programas de prevención del VIH a nivel federal puede provocar un revés en los resultados conseguidos en la respuesta al sida”.

ONUSIDA busca aumentar el activismo comunitario en el país. Así pues, centra su labor de promoción en los niveles descentralizados, por ejemplo al reunir a las autoridades locales y a los grupos de la sociedad civil para ayudarles a que compartan sus experiencias y consoliden mejores prácticas en la prevención del VIH.