Reportaje

La cuarta Conferencia de las Naciones Unidas sobre los países menos adelantados acoge un debate de alto nivel sobre la igualdad de género y la capacitación de las mujeres

16 de mayo de 2011

Dr. Paul De Lay, director ejecutivo adjunto de la división del Programa de ONUSIDA
Fotografía: ONUSIDA.

La cuarta Conferencia de las Naciones Unidas sobre los países menos adelantados (PMA-IV) tuvo lugar en Estambul (Turquía) del 9 al 13 de mayo. Los Estados miembros se reunieron para discutir los objetivos y las metas para la próxima década 2011-2021.

Según Mithat Rende, coordinador de PMA-IV, “existen en el mundo 48 países menos adelantados, con una población de 950 millones de personas”. Estos países representan el 12% de la población mundial y se estima que la mitad de la población de estos países vive en condiciones de pobreza extrema.

El 12 de mayo de 2011, se celebró un debate interactivo de alto nivel para posicionar temas como la igualdad de género y la capacitación de las mujeres en el centro de las conversaciones sobre el desarrollo humano y social.

El debate, que reunió a líderes del área de la gobernabilidad y el desarrollo, y a órganos de las Naciones Unidas, estuvo copresidido por Peter Shanel Agovaka, ministro de Asuntos Exteriores y Comercio Exterior de las Islas Salomón, y por Steven Vanackere, vice primer ministro y ministro de Asuntos Exteriores de Bélgica.

El director ejecutivo adjunto de la división del Programa de ONUSIDA, Paul De Lay, describió cómo una respuesta al sida efectiva y sostenible ha creado solidaridad y cohesión en torno a temas prioritarios comunes en todo el espectro del desarrollo. Abordar los factores sociales y económicos generadores de la epidemia y que están relacionados con la salud, el desarrollo y los problemas de derechos ayuda a catalizar un cambio social positivo y a acelerar el desarrollo. Señala que “el éxito dependerá del compromiso de grupos de población clave en todas las facetas de la respuesta”.

“Eliminar barreras comunes que bloqueen el progreso sobre el sida, tales como las desigualdades de género, también promueve el progreso en materia de salud maternoinfantil y educación universal”, dijo el Dr. De Lay. “La respuesta al sida ha permitido la construcción de puentes para la salud, el desarrollo y los derechos humanos”, añadió.

Desarrollo, desigualdad de género y VIH

El Informe sobre el desarrollo humano de 2010 indica que los países con bajo desarrollo humano muestran los índices más altos en desigualdades de género. Las mujeres de esos países tienen menor acceso a la educación y a oportunidades económicas, y carecen de una voz política.

Las mujeres conforman casi la mitad de la población total que vive con VIH y el 76% de estas mujeres viven en el África subsahariana. A los 30 años de la detección del sida por primera vez, las persistentes desigualdades de género y la violación de los derechos humanos siguen exponiendo a mujeres y niñas a un mayor riesgo y vulnerabilidad al VIH.

Eliminar barreras comunes que bloqueen el progreso sobre el sida, tales como las desigualdades de género, también promueve el progreso en materia de salud maternoinfantil y educación universal.

Dr. Paul De Lay, director ejecutivo adjunto de la división del Programa de ONUSIDA

Estos obstáculos entorpecen el progreso y amenazan los logros que se han alcanzado en la prevención de nuevas infecciones por el VIH y en el aumento del acceso al tratamiento. Además de su susceptibilidad biológica al VIH, las mujeres y las niñas se enfrentan en sus interacciones a muchos desafíos socioculturales, económicos y legales que incrementan su vulnerabilidad.

Los participantes hablaron sobre la necesidad de definir objetivos concretos que se puedan evaluar con mejores datos, con el fin de incorporar el género y la protección social de manera significativa en los programas de desarrollo. Asegurar que las políticas de protección social tengan en cuenta las cuestiones de género y sean inclusivas se considera un componente vital de la agenda para la acción futura. Se hizo un llamamiento para que se invirtiera de manera inteligente en mujeres y niñas, así como sobre la necesidad de invertir en los jóvenes, en particular en su educación y su salud reproductiva.

Hacia un acceso universal

A principios de semana, el Dr. De Lay actuó como moderador en el evento paralelo Hacia un acceso universal, la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo al VIH: perspectivas de los países, en el que ofreció una visión general de la historia del acceso universal. De cara a la próxima reunión de la Asamblea General del mes que viene, declaró: “La Reunión de alto nivel de 2011, que se celebrará del 8 al 10 de junio, ofrecerá una oportunidad única para examinar los progresos y dar un nuevo impulso a la respuesta al sida. Ha llegado el momento de reafirmar los compromisos en función de los objetivos globales”.

Zane Dangor, asesor especial del Ministerio en el Departamento de Desarrollo Social, pronunció el discurso de apertura en nombre de Bathabile Olive Dlamini, ministra de Desarrollo Social de Sudáfrica. En el discurso se presentaron los resultados del Grupo Asesor Internacional sobre el Acceso Universal, el cual se reunió recientemente en Johannesburgo, y donde se discutieron los progresos en materia del VIH en un contexto más amplio de solidaridad por los derechos humanos. Hizo hincapié en que el movimiento por el sida ha demostrado que los derechos humanos no solo tratan de valores e ideologías: proteger los derechos humanos es necesario para salvar vidas. Los miembros del panel de Tanzanía, Nepal y la Unión Africana ilustraron esta cuestión con experiencias de gran alcance surgidas del trabajo con programas nacionales de respuesta al sida, jóvenes, comunidades y familias para avanzar hasta lograr el acceso universal.