Reportaje

Tailandia abre el camino para garantizar que todos los niños nazcan sin el VIH en la región de Asia-Pacífico

22 de septiembre de 2015

“Cuando tenía 30 años, me sorprendió descubrir que estaba embarazada", dijo Prem Paika, que vive en Chiang Mai (Tailandia). "Mi pareja, con la que llevaba ocho años de relación, creía ser estéril, por lo que no usábamos ningún método anticonceptivo".

La Sra. Paika también estaba preocupada porque a ella y su pareja se les había diagnosticado el VIH cinco años antes. Los años anteriores había estado tomando antirretrovíricos y acudió a consultar al médico que lleva su tratamiento contra el VIH en un hospital público.

"Me preocupaba mucho que mi bebé tuviera el VIH, pero el médico me tranquilizó diciéndome que el antirretrovírico lo protegería", afirmó la Sra. Paika.

Si no reciben tratamiento, las mujeres que viven con el VIH tienen entre un 15 y un 45 % de probabilidades de transmitir el virus a sus hijos durante el embarazo, el período de dilatación, el parto o la lactancia. Sin embargo, el riesgo desciende a menos del 5 % si se administran antirretrovíricos a la madre y al niño durante las fases en las que puede producirse la infección.

Tailandia ha convertido la eliminación de las nuevas infecciones por el VIH entre los niños en una prioridad y ha adaptado de manera coherente su programa de prevención de la transmisión maternoinfantil, en consonancia con los datos de las últimas investigaciones. El país sigue actualmente las directrices de la Organización Mundial de la Salud para proporcionar antirretrovíricos a todas las embarazadas que viven con el VIH. El Ministerio de Salud Pública ha implantado diversas medidas en los hospitales para garantizar que las madres que viven con el VIH reciban algunos servicios esenciales.

"Hemos desarrollado un sistema en los hospitales en el que la confidencialidad de la madre está garantizada. El personal del sector sanitario ha recibido formación para establecer una buena comunicación con sus pacientes", declaró Danai Teewanda, director de la Oficina de Promoción de la Salud del Ministerio de Salud Pública de Tailandia.

La Sra. Paika encontró el apoyo de su médico y estaba contenta, porque el hospital le prestó asesoramiento psicológico durante todo el embarazo y hasta que su hijo cumplió un año. También pudo acceder al tratamiento contra el VIH y someterse a revisiones prenatales en el mismo hospital, por lo que no tuvo que desplazarse de una parte de la ciudad a la otra para visitar a diferentes especialistas.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de las autoridades sanitarias de Tailandia por crear un entorno de apoyo, el estigma sigue siendo un problema entre el personal que trabaja en otras áreas sanitarias. El ginecólogo del hospital trataba mal a Sra. Paika y a menudo le daba información errónea.

"Desde mi primer reconocimiento prenatal, el ginecólogo me animó a abortar. No me dejó ver la ecografía, porque decía que no tenía ningún sentido. Me dijo que el bebé solo tenía un 2 % de posibilidades de nacer sin el VIH".

La Sra. Paika buscó apoyo en el médico que llevaba su tratamiento contra el VIH y su pareja se quejó al director del hospital. Tras hacerlo, el ginecólogo la trató mejor. Finalmente, llegó el gran día: dio a luz a una niña.

"Le proporcionaron un tratamiento profiláctico con antirretrovíricos y le hicieron las pruebas al mes y después cada seis meses. En todos los análisis, resultó ser seronegativa. Soy tan feliz de que no tenga el VIH", dijo la Sra. Paika.

Gracias a su esfuerzo, Tailandia ha conseguido un notable avance en la eliminación de las nuevas infecciones por el VIH entre los niños. En 2014, los datos del programa nacional demostraron que casi el 95 % de las embarazadas seropositivas recibió antirretrovíricos para reducir el riesgo de transmisión del VIH y casi el 98 % de sus hijos nació sin el VIH.

El país espera reducir todavía más las nuevas infecciones por el VIH entre los niños. "Tenemos algunos puntos débiles, como la detección temprana. Animamos a todas las mujeres a que busquen asistencia prenatal en las primeras 12 semanas de embarazo", declaró el Sr. Danai.

Desde 2013, Tailandia ha facilitado servicios prenatales gratuitos a embarazadas en todos los centros sanitarios, ha fomentado el asesoramiento y las pruebas de detección del VIH para parejas y ha suministrado antirretrovíricos a bebés, lo antes posible tras el nacimiento. El país espera haber eliminado prácticamente las nuevas infecciones por el VIH entre los niños para 2016.

Las principales autoridades sanitarias del gobierno de Tailandia estaban entre los representantes de los 20 países que asistieron a la 10ª reunión del Grupo de trabajo de las Naciones Unidas en la región Asia-Pacífico para la eliminación de la transmisión del VIH y la sífilis, celebrada en Pekín (China) del 15 al 17 de septiembre. La reunión analizó los éxitos regionales, pero también los obstáculos para detener las nuevas infecciones por el VIH entre los niños.