Comunicado de prensa

ONUSIDA advierte que el VIH, el COVID-19 y otras inversiones sanitarias están en peligro debido a la inminente crisis de deuda en África y otros países en desarrollo

En 2020 los países más endeudados utilizaron una cantidad cuatro veces mayor de sus ingresos en el pago de deuda que en inversiones sanitarias, revela el informe de ONUSIDA Una triada pandémica. Este informe se presentó en un acto organizado por la Universidad de Georgetown en Washington D. C. durante las Reuniones Anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.

WASHINGTON/GINEBRA, 13 de octubre de 2022—  El COVID-19 y la crisis de deuda, actualmente agravada por las consecuencias de la guerra en Ucrania, han creado un retroceso sin precedentes en la salud mundial y han puesto en peligro la respuesta mundial al sida. Según un nuevo informe de ONUSIDA, esta situación podría resultar en 7,7 millones de muertes relacionadas con el sida para 2030.

El informe Una triada pandémica muestra que la crisis de deuda y la guerra de Ucrania han agravado la crisis fiscal de los países en desarrollo, reduciendo drásticamente su capacidad de invertir en sanidad. También muestra que los países más endeudados son los más perjudicados económicamente por el COVID-19 y, al mismo tiempo, los más afectados por el VIH. En 2020, por cada 10 dólares estadounidenses disponibles, 4 se destinaron al pago de deuda y tan solo 1 se invirtió en sanidad.

“El sistema multilateral no puede volver a fallar”, dijo Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. “La respuesta al COVID no fue para nada adecuada. Desde una vacunación muy limitada en países en desarrollo, hasta la ausencia de un alivio permanente de la deuda, pasando por la escasez de nuevos recursos para países con graves problemas sanitarios y sociales. Esta vez no se pueden cometer errores”.

El Banco Mundial prevé que, sin tener siquiera en cuenta los últimos datos, 110 países tendrán un gasto sanitario en 2027 por debajo de los niveles de 2019 o ligeramente por encima. Solo 67 países superarán los niveles de inversión sanitaria de 2019, anteriores al COVID.

Los datos de 2020 muestran que hubo un aumento temporal del gasto sanitario, pero se centró sobre todo en la emergencia del COVID, dejando atrás otras prioridades en materia de salud. Las últimas previsiones del FMI auguran un crecimiento económico más lento, una mayor inflación y un empeoramiento de los riesgos de deuda, por lo que las inversiones en sanidad y VIH están en serio peligro.

“Necesitamos una respuesta multilateral valiente que permita a los países en desarrollo responder a las pandemias actuales y prevenir las futuras, mientras que se abordan las crisis alimentarias urgentes”, afirmó Byanyima. “El camino a seguir pasa por aumentar la cooperación para el desarrollo, eliminar lagunas fiscales y promover una fiscalidad progresiva, proporcionar una cancelación y una condonación de  deuda rápidas y eficaces y evitar la austeridad que supondría menos médicos, enfermeras o matronas. Los nuevos recursos y los recursos liberados de la deuda o de la evasión fiscal deben invertirse de forma inteligente para acabar con la epidemia de sida en 2030 y responder eficazmente a futuras pandemias”.

Una triada pandémica muestra que de los 38 millones de personas que se estima que viven con VIH, 26 millones se encuentran en países en desarrollo y dos tercios en países que no han recibido ningún tipo de condonación de deuda a pesar de la grave crisis sanitaria y económica que les causó el COVID.

La respuesta al VIH en países de renta baja y media es 8 mil millones de dólares estadounidenses menor que la cantidad necesaria para 2025. En 2021, los recursos internacionales destinados al VIH fueron un 6 % inferiores que en 2010.  Se estima que la menor disponibilidad de recursos para financiar el acceso a los servicios del VIH podría costar 7,7 millones de vidas en la próxima década.

El Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria está buscando recursos adicionales para que los países puedan hacer mayores inversiones en la lucha contra estas tres enfermedades.

Kalipso Chalkidou, responsable de financiación de salud en el Fondo Mundial, ha declarado: “Como indican las últimas cifras de las Perspectivas de la Economía Mundial del FMI, las previsiones son nefastas tanto para los países donantes como para los receptores, ya que el servicio de deuda limita mucho la inversión en sanidad y en causas sociales de los países más pobres. En este contexto, el Fondo Mundial considera que los intercambios de deuda para sanidad son una herramienta muy prometedora a fin de crear el espacio fiscal necesario para invertir en estas tres enfermedades y en los sistemas sanitarios”.

Los niveles de deuda pública en países de renta media y baja aumentaron de media desde un 55 % hasta un 63,8 % de su PIB entre 2019 y 2020, lo que equivale a la alarmante cifra de 2,3 billones de dólares estadounidenses. Esta cifra no deja de aumentar. Al mismo tiempo, la depreciación de la moneda con respecto al dólar estadounidense de más del 10 % y la subida constante de los tipos de interés están creando el escenario idóneo para una “tormenta financiera”. En el caso de los países de renta baja, se calcula que la deuda total constituye el 87 % de su PIB. En consecuencia, el porcentaje de países de renta baja con problemas de endeudamiento o con alto riesgo de sufrirlos se ha duplicado desde 2015 hasta llegar al 60 %.

En las Reuniones Anuales del FMI, Oxfam renovó su compromiso de reducir el índice de desigualdad y presentó los últimos datos sobre desigualdades en el acceso a la sanidad.

Max Lawson, responsable de incidencia política y políticas de desigualdad en Oxfam indicó: “Nuestro análisis muestra que la mitad de los países más pobres redujeron el gasto sanitario a pesar de estar atravesando por la peor crisis sanitaria del siglo. Están gastando mucho más en pagar sus enormes deudas a los ricos acreedores de Nueva York y Londres que lo que pueden invertir en evitar que su gente muera a causa de enfermedades. Es una situación horrible y más terrible aún porque no tiene por qué que ser así. La desigualdad es una decisión política, no algo inevitable”.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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Sophie Barton-Knott
tel. +41 79 514 6896
bartonknotts@unaids.org

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Video: sesión para presentar el informe

Pandemic triad: HIV, COVID-19 and debt in developing countries

Watch: Jaime Atienza Azcona, Director, Equitable Financing, UNAIDS explains the report

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