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El VIH, uno de los puntos principales de la agenda en la 56ª sesión de la Comisión de Estupefacientes

12 de marzo de 2013

En el discurso de apertura de gran alcance de la sesión actual de la Comisión de Estupefacientes celebrada en Viena, el director ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNOCD), Yury Fedotov, situó el VIH y el consumo de drogas en el centro de la agenda global.

"La transmisión del VIH por consumo de drogas inyectables continúa siendo uno de los desafíos pendientes más importantes de la comunidad internacional. El estigma generalizado, la discriminación y la falta de acceso a los servicios de información empírica relacionados con el VIH son otros de esos desafíos principales" - declaró.

Dirigiéndose a los más de 1.000 representantes de los Estados miembros y de la sociedad civil que se reunieron, insinuó que, pese a los "notables avances" a la hora de aumentar el acceso a los servicios relacionados con el VIH para personas que se inyectan drogas, todavía queda un largo camino por recorrer.

En un evidente guiño a la agenda para el desarrollo posterior a 2015, el Sr. Fedotov comparó el desafío de la epidemia con un prisma cuya base son la salud y los derechos. "Los derechos humanos y la salud pública deben ser el núcleo de la respuesta internacional contra el consumo de drogas y el VIH" - defendió.

El desafío global a este problema urgente ha ido ganando impulso. En la Declaración política sobre VIH/sida de la Asamblea General de las Naciones Unidas de junio de 2011, el mundo se comprometió, para 2015, a reducir a la mitad el número de consumidores de drogas que adquieren el VIH.

La transmisión del VIH por consumo de drogas inyectables continúa siendo uno de los desafíos pendientes más importantes de la comunidad internacional. El estigma generalizado, la discriminación y la falta de acceso a los servicios de información empírica relacionados con el VIH son otros de esos desafíos principales

El director ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Yury Fedotov

Según ONUSIDA, las estrategias de reducción de daños son clave para prevenir nuevas infecciones por el VIH entre personas que consumen drogas. Un paquete integral basado en pruebas requiere: programas de agujas y jeringas, terapia de sustitución de opiáceos, asesoramiento y pruebas del VIH, terapia antirretrovírica y programas de preservativos para personas que consumen drogas y sus parejas sexuales. Ello también implica la prevención y el tratamiento de infecciones de transmisión sexual, la tuberculosis y la hepatitis, así como información, educación y comunicación con materiales destinados específicamente a personas que consumen drogas.

Esta población estigmatizada porta una carga muy pesada del virus, que a menudo se transmite mediante el uso de agujas no esterilizadas. El informe global de 2012 de ONUSIDA contiene algunas estadísticas sobre las que reflexionar. En 49 países, la prevalencia del VIH en personas que se inyectan drogas es, al menos, 22 veces mayor que en el resto de la población; y en 11 países, el nivel de infección es más de 50 veces superior.

Un importante número de individuos se ve afectado. Según el Informe Mundial sobre las Drogas de 2012, elaborado por la UNOCD, se estima que entre 15 y 16 millones de personas en 151 países se inyectan drogas.  Un estudio mundial de 2008 reveló que 3 millones vivían con el VIH. En muchos países, especialmente de Europa oriental y Asia central, una de las dos regiones en las que el número de nuevas infecciones aumenta, la epidemia de sida se está siendo impulsada por el consumo no seguro de drogas inyectables.

Existe una menor tendencia a recibir asistencia por parte de los servicios relacionados con el VIH, tales como las pruebas, entre las personas que consumen drogas.  Las mujeres seropositivas que consumen drogas no acceden, con la misma frecuencia que otras mujeres,a los programas que previenen que sus hijos nazcan con el virus. Algunas encuestas realizadas en capitales revelan que los consumidores de drogas también presentan una utilización del preservativo inferior a la de hombres que tienen relaciones sexuales con hombres o a la de los profesionales del sexo.

En la 56ª sesión de la Comisión de Estupefacientes, que tiene lugar entre los días 11 y 15 de marzo, el consumo de drogas y el VIH se abordarán a través de varios canales. Una de estas vías es un proyecto de resolución para pedir la intensificación de los esfuerzos de cara a reducir el VIH con el fin de alcanzar los objetivos de la Declaración política sobre el VIH y el sida de 2011.

El martes, un evento paralelo explorará las oportunidades y desafíos a los que se enfrentan las mujeres que consumen drogas y cómo hacer que los servicios de asistencia y apoyo sean más sensibles a cuestiones de género. Este encuentro estará presidido por el director de la UNOCD, la división de operaciones y el coordinador mundial para el VIH/sida, Aldo Lale-Demoz. Está previsto que asista al evento como invitado Michel Kazatchkine, enviado especial de la Secretaría General de las Naciones Unidas para el sida en Europa del Este y Asia Central .

La Comisión de Estupefacientes es el cuerpo legislativo principal dentro de las Naciones Unidas encargado de hacer frente a un amplio abanico de cuestiones relacionadas con las drogas. 

Medida alternativa a la detención obligatoria: respuestas innovadoras en Asia

05 de octubre de 2012

Usuarios de drogas en un centro 05 en el distrito de Tien Lang (Ciudad de Hai Phong, Vietnam).
Fotografía: ONUSIDA

Toda trabajadora del sexo en Vietnam vive con un miedo continuo: miedo a contraer el VIH, miedo a ser víctima de la violencia, miedo a la estigmatización y, sobre todo, miedo a los cuerpos de seguridad. Un estudio sobre el trabajo sexual y la migración llevado a cabo por el Gobierno de Vietnam en 2012 reveló que el 50% de las trabajadoras del sexo declaran tener miedo de la policía. Hasta hace unos pocos meses, las detenciones podían suponer el punto de partida para la reclusión en un centro de detención administrativo, conocido como el “05”.

Sin embargo, hace muy poco tiempo, la Asamblea Nacional de Vietnam aprobó una nueva ley sobre la tramitación de las sanciones administrativas que pone fin a la práctica de detener a los trabajadores del sexo en los centros “05”. Esta ley también permite que los usuarios de drogas que estén obligados a seguir un tratamiento en los centros de desintoxicación puedan comparecer ante los tribunales para exponer su caso y dispongan de representación legal ante estos.

“La noticia fue un sueño hecho realidad —comentó Khanh, directora de Peaceful Place, un grupo de autoayuda para las trabajadoras del sexo de Hanoi (Vietnam)—. Yo era usuaria de drogas y ofrecía servicios sexuales. Pasé seis temporadas en centros de detención. Sé lo difícil que es estar dentro y sé también que los centros [de detención] no te impiden usar drogas y seguir ofreciendo servicios sexuales”.

Khanh fue una de las representantes de la comunidad que pudo compartir su experiencia vital y sus necesidades con los miembros del comité de redacción de la nueva ley a principios de 2011 durante un taller de consulta a la comunidad organizado con el apoyo de ONUSIDA.

Durante la elaboración de la ley, funcionarios y miembros de la Asamblea Nacional también solicitaron una defensa concertada de estas políticas y la asistencia técnica de algunas agencias de Naciones Unidas (ONUSIDA, PNUD, UNICEF, UNODC, OMS y UNFPA) dentro del marco de la iniciativa de Naciones Unidas para Vietnam “Uno”.

Yo era usuaria de drogas y ofrecía servicios sexuales. Pasé seis temporadas en centros de detención. Sé lo difícil que es estar dentro y sé también que los centros [de detención] no te impiden usar drogas y seguir ofreciendo servicios sexuales

Khanh, directora de Peaceful Place, un grupo de autoayuda para las trabajadoras del sexo de Hanoi (Vietnam)

“Deseo mostrar todo mi agradecimiento a las Naciones Unidas por su apoyo concertado al Ministerio de Justicia para la elaboración de la ley sobre la tramitación de las sanciones administrativas”, afirmó Nguyen The Lien, viceministro de Justicia y vicepresidente del comité de redacción de la ley. “Las Naciones Unidas presentan una sólida ventaja comparativa a la hora de ofrecer asistencia legal a Vietnam, porque siempre respetan la soberanía del país y su posición prevalente en el desarrollo normativo”, añadió.

Tras la aprobación de la ley, ONUSIDA y otras agencias de Naciones Unidas están ofreciendo su apoyo para la elaboración de la normativa de ejecución y para realizar las adaptaciones necesarias en las políticas existentes al objeto de que pueda aplicarse la ley sobre sanciones administrativas.

El Ministerio de Trabajo, Inválidos y Asuntos Sociales, responsable de la prevención y el control del uso de drogas y el trabajo sexual, está organizando un diálogo nacional sobre las políticas con el que se pretende garantizar una ejecución coherente de las nuevas disposiciones de la ley sobre el trabajo sexual. El Ministerio también está trabajando en un “plan de renovación” para introducir alternativas a la desintoxicación de las drogas en los centros de detención. Estas incluyen la puesta en marcha de centros de tratamiento abiertos, voluntarios y respetuosos con los usuarios que funcionen siguiendo un enfoque de tratamiento “basado en la comunidad”, es decir, un modelo de tratamiento que ofrezca servicios sociales y profesionales, incluidos el apoyo psicológico y el seguimiento posterior, junto con servicios para el tratamiento de las drogas, como la desintoxicación, los tratamientos de sustitución de opiáceos y la prevención de las recaídas.

“Gracias al cierre de los centros de detención administrativa para los trabajadores del sexo y el cambio de los centros de desintoxicación de drogas cerrados y obligatorios por servicios de tratamiento abiertos y basados en la comunidad, podemos contribuir en gran medida a mejorar los servicios de prevención del VIH para quienes presentan mayores riesgos de contraer el VIH en Vietnam. Esto hará que aumente la eficacia de la respuesta nacional al VIH”, afirmó Tony Lisle, coordinador de ONUSIDA en Vietnam.

Según los datos de 2011 de los puestos centinela para la vigilancia del VIH, la prevalencia del VIH entre los hombres usuarios de drogas inyectables y las trabajadoras del sexo era del 13,4 y el 3% respectivamente. Otro estudio exhaustivo estimaba que la prevalencia del VIH entre los hombres que se inyectaban drogas en Ciudad Ho Chi Minh era del 48%, y del 20% entre los trabajadores del sexo de Hanoi, la capital de Vietnam.

“Deseo alabar la labor del Gobierno y de la Asamblea Nacional por esta importante medida. Traerá beneficios tangibles para las vidas de muchos vietnamitas”, afirmó la Sra. Pratibha Mehta, coordinadora residente de Naciones Unidas en Vietnam. “Las Naciones Unidas esperan que la Asamblea Nacional también revise el uso de los centros de detención administrativa para los usuarios de drogas siguiendo una perspectiva similar”, añadió.

Deseo mostrar todo mi agradecimiento a las Naciones Unidas por su apoyo concertado al Ministerio de Justicia para la elaboración de la ley sobre la tramitación de las sanciones administrativas

Nguyen The Lien, viceministro de Justicia

Durante la segunda consulta regional sobre los centros obligatorios para los usuarios de drogas en Asia y el Pacífico, celebrada entre el 1 y el 3 de octubre en Kuala Lumpur (Malasia), se examinó a conciencia la normativa vietnamita, junto con otras prácticas recomendadas en la región.

La consulta fue organizada por la UNODC, la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico de Naciones Unidas, y ONUSIDA, e hizo las veces de anfitriona la Agencia Nacional Antidroga del Gobierno de Malasia. En ella se reunieron altos funcionarios de Vietnam, Malasia y otros siete países de Asia oriental y el Sureste asiático. Los participantes compartieron su conocimiento práctico sobre el modo en que debe avanzarse en el desarrollo del marco normativo hasta llegar a unos programas de tratamiento voluntarios y basados en la comunidad como alternativa al modelo de detención obligatoria.

Al cierre de la consulta, los nueve países asistentes acordaron reducir el número de centros de detención obligatoria operativos y el número de personas detenidas en dichos centros, al ritmo que decida cada país. “Estamos encantados con el gran interés mostrado por los países de la región por avanzar, aunque a distintas velocidades, hacia el objetivo de un tratamiento voluntario y basado en la comunidad”, aseguró Gary Lewis, representante regional de la UNODC para Asia Oriental y el Pacífico. Añadió a continuación: “Esto supone un gran paso adelante”.

En marzo de 2012, 12 agencias y entidades de Naciones Unidas publicaron una revolucionaria declaración conjunta en la que llamaban a sus Estados miembros a cerrar los centros obligatorios de rehabilitación y detención por drogas, subrayando los problemas asociados a dichos centros, como una mayor vulnerabilidad al VIH y la tuberculosis, la falta de garantías legales suficientes y escasas posibilidades de defensa ante los tribunales.

VIH en Libia: nueva prueba y respuesta en desarrollo

28 de junio de 2012

De izquierda a derecha: La Dra. Fatima Elhamrosh, ministra de Salud libia, Masood Karimipour, representante regional de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y Delito (UNODC) y Olavi Elo, enviado especial del director ejecutivo de ONUSIDA para Libia.
Fotografía: ONUSIDA

La prevalencia del VIH entre usuarios de drogas inyectables en Trípoli, capital de Libia, se sitúa en un alarmante 87% según los resultados de los estudios bioconductuales realizados por la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool bajo el patrocinio de la Unión Europea. El estudio fue diseñado para conocer la progresión de la prevalencia del VIH en las poblaciones clave con mayor riesgo y participaron 328 usuarios de drogas inyectables, 227 hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y 69 mujeres profesionales del sexo.

Los resultados del estudio fueron presentados durante el primer Simposio Nacional sobre el VIH en la Libia posterior al conflicto, que se celebró el 26 de junio en Trípoli, capital de Libia, bajo el auspicio de la ministra de Salud libia en colaboración con el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y Delito (UNODC).

A la luz de estos recientes resultados, la ministra de Salud libia, la Dra. Fatima Elhamrosh, hizo un llamamiento para que todos los sectores afectados en Libia actuasen con carácter de urgencia. «Vamos a necesitar desarrollar e implantar programas de calado para responder a la creciente epidemia de sida entre las poblaciones clave en Libia», dijo la ministra Elhamrosh.

Antes de la revolución que tuvo lugar en la primavera de 2011, era difícil para ONUSIDA y para las entidades colaboradoras de desarrollo internacional trabajar de forma sistemática en Libia. No se hablaba abiertamente sobre el sida y no se le consideraba una prioridad. Los nuevos datos confirman que la situación del VIH en Libia es peor de lo que se informaba a nivel oficial en el pasado.

«Apreciamos muchísimo el importante compromiso político del Gobierno de Libia para dar una respuesta a la epidemia de sida», dijo Hind Khatib, director del equipo de apoyo regional de ONUSIDA para Oriente Medio y el Norte de África. «El compromiso de la ministra de Salud de ampliar los servicios de tratamiento farmacológico que ofrecen toda una serie de respuestas fundamentadas en pruebas y el establecimiento de ocho centros de asesoramiento y pruebas voluntarias del VIH orientados a las poblaciones clave son claros ejemplos del creciente compromiso del Gobierno», añadió el señor Khatib.

Vamos a necesitar desarrollar e implantar programas de calado para responder a la creciente epidemia de sida entre las poblaciones clave en Libia

Dra. Fatima Elhamrosh, ministra de Salud libia

Las recomendaciones de ONUSIDA para la respuesta de prevención del VIH entre los usuarios de drogas inyectables resaltan la necesidad de desarrollar una serie de medidas profundas que abarquen todas las opciones de tratamiento posibles —en especial el tratamiento de sustitución de drogas— y la implementación de medidas para la reducción de daños —a través, entre otras formas, del mensaje de los propios compañeros a los usuarios de drogas inyectables y de programas de agujas y jeringas esterilizadas. También a través del asesoramiento y la realización de pruebas de manera voluntaria y confidencial, la prevención de la transmisión sexual del VIH entre usuarios de drogas (incluyendo preservativos y la prevención y el tratamiento de infecciones de transmisión sexual), el acceso a la atención primaria y el acceso a la terapia antirretrovírica. Este enfoque debe basarse en la promoción, la protección y el respeto de los derechos humanos de los usuarios de drogas.

Tras el cambio de Gobierno, ONUSIDA ha proporcionado apoyo técnico al ministro de Salud y al equipo nacional de las Naciones Unidas en Libia para dar respuesta a las prioridades emergentes en relación al VIH. Esto ha dado como resultado una mejor identificación de las prioridades, una mejor comprensión de la situación y de la respuesta al VIH, el establecimiento del equipo conjunto de las Naciones Unidas sobre el sida y un mayor compromiso del Gobierno, las Naciones Unidades y las organizaciones de la sociedad civil.

Al final del simposio, los participantes suscribieron una declaración de compromiso para ampliar la respuesta nacional al sida en Libia con especial atención en los programas de prevención del VIH en poblaciones clave, los derechos de las personas que viven con el VIH y el mayor papel de la sociedad civil en la respuesta nacional.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y Delito (UNODC) también relanzó la segunda fase de su proyecto de VIH en Libia que se enfoca en la prevención del VIH entre usuarios de drogas inyectables en entornos carcelarios. El proyecto, financiado por el Gobierno libio, fue suspendido en 2011 por problemas de seguridad y se ha vuelto a poner en marcha ahora.

«UNODC acoge con agrado las expresiones de voluntad y compromiso político del Gobierno libio para responder a la crisis del VIH y del uso de drogas como una cuestión de prioridad nacional», afirmó Masood Karimipour, representante regional de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y Delito. «UNODC se enorgullece de colaborar con Libia para ayudar a dar una respuesta exhaustiva para prevenir el uso de drogas y la extensión del VIH así como para tratar a las personas que lo necesitan en coordinación con todas las partes interesadas del país, ONUSIDA y la comunidad internacional», añadió el señor Karimipour.

Reconocimiento de las necesidades de las usuarias de drogas inyectables en el noreste de la India

13 de septiembre de 2011

Una versión de esta historia se publicó primero en unodc.org

En el noreste de la India, las mujeres afectadas por el uso de drogas están encontrándose con espacios seguros dedicados a cubrir sus necesidades particulares.

Chawngmawii, de veintidós años de edad y procedente del Estado de Mizoram, en el noreste de la India, dejó su hogar cuando tenía 16 años. Sufrió abusos durante su infancia, después empezó a vivir en la calle y a usar drogas inyectables. Empezó a trabajar como profesional del sexo para poder mantener su hábito en relación a las drogas y se le diagnosticó como seropositiva en 2008.

Gracias a la ayuda de una organización local, Chawngmawii fue a un centro que trabaja con usuarios de drogas, uno de los centros establecidos por el Estado y que cuenta con el apoyo del Programa Nacional de Control del Sida. Sin embargo, dice que no se sintió cómoda porque el centro está casi totalmente orientado a hombres.

La historia de Chawngmawii es parecida a la de muchas otras mujeres en el noreste de la India. A pesar de la disponibilidad de servicios gratuitos para usuarios de drogas a través de los hospitales públicos y las organizaciones no gubernamentales, un número significativo de mujeres han informado de que no les ha sido posible acceder al tratamiento del VIH. La falta de proveedores de servicios con personal femenino con formación disuade con frecuencia a las mujeres de buscar ayuda, y los centros de acogida y consulta (para toxicómanos) existentes son utilizados principalmente por los hombres.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), con el apoyo de AusAID de Australia y de ONUSIDA, está trabajando con el Gobierno de la India para mejorar la calidad y la cobertura de los servicios para el tratamiento de usuarios de drogas. El uso de drogas inyectables es la causa principal de la epidemia de VIH en el noreste de la India y de la infección de cerca de un 25% de los usuarios de drogas inyectables que viven en esta región. En el marco de un programa conjunto de la Naciones Unidas, UNODC trabaja en los cuatro Estados de Manipur, Nagaland, Mizoram y Meghalaya, centrándose especialmente en el establecimiento de servicios de prevención del VIH para mujeres.

La mayoría del personal que trabaja en esta iniciativa son mujeres, lo que ofrece un entorno cómodo para las usuarias de drogas que buscan ayuda. El proyecto también trabaja aspectos relacionados con el género, como la atención pre y postnatal y la asistencia en la educación y crianza de los hijos. También hay acceso a tratamiento antirretrovírico, tratamiento para enfermedades transmitidas sexualmente y servicios para el tratamiento de usuarios de drogas, entre los que se incluyen la terapia de sustitución de opiáceos. 

El uso de drogas en el noreste es un asunto importante y mejorar la asistencia es un elemento crucial y bienvenido

Dr. Charles Gilks, coordinador de país de ONUSIDA para la India

Chawngmawii se inscribió en el centro de acogida y consulta (para toxicómanas) de Aizawl (Mizoram) y ha ido al centro todos los días desde octubre de 2010. “Voy y descanso, me baño y como, algo que nunca podría hacer en los otros centros, ya que hay demasiados hombres. Es un lugar seguro y realmente me siento como en casa”. Al haber una doctora en el centro, Chawngmawii puede hacerse chequeos médicos regularmente y acceder a medicamentos gratuitos.

El resultado más sorprendente de esta iniciativa ha sido la gran aceptación que ha tenido entre las mujeres que usan drogas. En tan solo seis meses, el programa se ha consolidado, siguiendo la trayectoria de proyectos similares de UNODC en Bangladesh y Nepal. A fecha de junio de este año, el proyecto ha llegado a 242 mujeres y a 606 compañeras sentimentales de hombres que usan drogas en los cuatro centros.

El Dr. Charles Gilks, coordinador de país de ONUSIDA para la India, dice que el proyecto es una actividad oportuna y muy necesaria. “Me quedé realmente impresionado con el innovador trabajo del equipo en este proyecto. Las mujeres que he conocido parecen estar respondiendo al hecho de estar en un entorno que se dedica a sus necesidades específicas y que les ofrece un espacio protegido. El uso de drogas en el noreste es un asunto importante y mejorar la asistencia es un elemento crucial y bienvenido”.

Un nuevo observatorio ayuda a hacer frente al VIH en las cárceles de América Latina y el Caribe

20 de abril de 2011

Observatorio de VIH y Cárceles de Latinoamérica y el Caribe

Ofrecer una respuesta eficaz al VIH en los centros penitenciarios es parte esencial de la respuesta al sida a nivel nacional, regional y mundial. Para definir los patrones para la prevención y el tratamiento del VIH y la protección y promoción de los derechos humanos de los prisioneros, es importante concentrar la mayor cantidad posible de datos sobre la epidemia en ese entorno. El recién creado Observatorio de VIH y Cárceles de Latinoamérica y el Caribe será un centro regional clave para recoger esos datos esenciales. 

El Observatorio reúne datos de 23 países, accesibles a través de su web. Su principal objetivo es ayudar a los Gobiernos y a la sociedad civil a definir y poner en marcha políticas nacionales basadas en los estándares internacionales para el VIH en las prisiones. La versión de su web en español funciona desde mediados de febrero, y su versión en inglés será lanzada el próximo 30 de abril.

Encabeza la iniciativa la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Banco Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y ONUSIDA.

Según José Vila del Castillo, asesor regional de ONUDD, «el Observatorio muestra a las agencias de Naciones Unidas “unidas en la acción”. Abordar el VIH en las cárceles de la región se ha convertido en una prioridad. El observatorio es una herramienta importante para acelerar los procesos de reforma del sistema penitenciario y los programas de VIH en las prisiones». 

Abordar el VIH en las cárceles de la región se ha convertido en una prioridad. El observatorio es una herramienta importante para acelerar los procesos de reforma del sistema penitenciario y los programas de VIH en las prisiones.

José Vila del Castillo, asesor regional de ONUDD

Al proporcionar un espacio permanente de reflexión pública informada y de diálogo, el observatorio desarrolla metodologías para la recolección, el procesamiento, el análisis y la validación de los datos científicos recogidos teniendo en cuenta lo que funciona y la mejor forma de proceder en la lucha contra el VIH en las cárceles. Así, pondrá de relieve la información existente y fomentará las investigaciones. También se ofrece capacitación y apoyo técnico a través de manuales de referencia, consultas en línea, foros de discusión y aulas virtuales.

En América Latina y el Caribe, como en todas partes, muchos presos son vulnerables al VIH debido a una serie de factores, como una relativa falta de conocimiento sobre la situación de la epidemia en esta población, el hacinamiento, la falta de acceso a la protección y a servicios de salud de calidad y las condiciones de violencia.

Los datos disponibles indican que varios países de la región tienen una mayor prevalencia del VIH en la población carcelaria que en la población en general. Por ejemplo, según datos recogidos por ONUDD este año, en Perú el porcentaje de personas con VIH en las cárceles es ocho veces superior al porcentaje fuera de ellas (4,03% frente a 0,4%). En Bolivia la situación es aún más grave: la misma fuente indica que, en nueve cárceles del país, el 10 % de los presos tienen el VIH, en comparación con el 0,2 % de prevalencia en la sociedad en general. 

César Antonio Núñez, director del Equipo de Apoyo Regional de ONUSIDA para América Latina, cree que el observatorio proporcionará una valiosa información sobre la vida de esa población desatendida: «El observatorio realmente nos ayudará a conocer la situación real del VIH en el sistema penitenciario, y arrojará luz sobre cuestiones relacionadas con los derechos humanos. Es probable que el entorno del VIH y las cárceles sea donde más necesario y apropiado sea el compromiso de ONUSIDA de ser “la voz de los sin voz”».

La Comisión de Estupefacientes adopta una resolución con el fin de ampliar la prevención del VIH entre usuarios de drogas

28 de marzo de 2011

Sede de las Naciones Unidas en Viena Fotografía: ONU

El 54.º periodo de sesiones de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas (CND, por sus siglas en inglés) ha adoptado una resolución con vistas a conseguir cero nuevas infecciones por el VIH entre los usuarios de drogas inyectables y otros usuarios de drogas.

La CND hizo referencia a la Estrategia de ONUSIDA para 2011-2015, que tiene por objetivo llegar a cero nuevas infecciones por VIH, cero muertes relacionadas con el sida y cero estigmas y discriminaciones. A la ONUDD se le solicitó que continuara proporcionando asesoramiento y orientación respecto a la implementación de medidas eficaces que permitan ampliar la prevención del VIH entre consumidores de drogas. Otro de los objetivos de estas medidas sería reducir el estigma y la discriminación que en ocasiones sufre este grupo de población.  

Asimismo, la Comisión reafirmó la importancia capital de la participación de la sociedad civil, ya que se trata de un factor clave en la respuesta al sida y que puede, por tanto, contribuir a alcanzar la meta de cero nuevas infecciones por VIH. Se instó a los Estados Miembros a garantizar su compromiso político con la respuesta al sida, en particular, a través de su participación en la reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el sida. Este acontecimiento tendrá lugar en Nueva York del 8 al 10 de junio de 2011.

Michael Bartos, jefe del equipo de Apoyo a las Estrategias y Evaluación, realizó una declaración a la CND (en inglés) en nombre de ONUSIDA. Se hizo hincapié en el objetivo de la estrategia de ONUSIDA consistente en prevenir todas las nuevas infecciones por el VIH entre los usuarios de drogas. "A pesar de las grandes deficiencias de los esfuerzos orientados hacia este fin, los resultados reales en los países son alentadores. Todo lo conseguido en cuanto a la prevención de la transmisión del VIH entre usuarios de drogas demuestra que es posible alcanzar este objetivo tan ambicioso en los lugares donde se llevan a cabo este tipo de programas a gran escala".

VIH y consumo de drogas inyectables 

Se estima que en el mundo hay tres millones de usuarios de drogas inyectables que, además, viven con el VIH. Por otro lado, existen casi 13 millones de casos de riesgo de infección por el VIH. En el 2009, la cobertura media de los servicios de prevención en materia del VIH era de un 32%. Hoy en día, ha aumentado considerablemente el acceso a los servicios de prevención del VIH, entre los que se encuentran los programas de reducción de daños.

Comisión de Estupefacientes

El Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas creó en el año 1946 la Comisión de Estupefacientes (CND), que actúa como órgano principal de formulación de políticas en materia de drogas dentro de las Naciones Unidas. La CND permite que los Estados miembros analicen la situación mundial del consumo de droga, informen de su seguimiento a la Asamblea General y adopten medidas a nivel global dentro de sus posibilidades de actuación. Asimismo, controla la aplicación de los tres convenios internacionales de lucha contra las drogas y tiene potestad para considerar todos los asuntos concernientes a los objetivos de los convenios, incluyendo la elaboración de la lista de sustancias que deben estar sujetas al sistema mundial de fiscalización.

Las estrategias para «llegar a cero» y parar las nuevas infecciones por el VIH entre los usuarios de drogas inyectables se debaten en la apertura de la Comisión de estupefacientes en Viena

23 de marzo de 2011

Participantes en el debate «Llegar a cero». Cómo conseguir cero nuevas infecciones por el VIH para los usuarios de drogas inyectables, presidido por el representante permanente del Reino Unido ante las Naciones Unidas en Viena, el embajador Simon Smith el 21 de marzo de 2011.

Se calcula que en todo el mundo hay tres millones de consumidores de drogas que viven con el VIH y casi trece millones más se encuentran en riesgo de infección. El acceso a los servicios para la prevención del VIH, incluidos los programas de reducción de daños, ha aumentado. Sin embargo, en 2009 la cobertura media de los servicios de  prevención del VIH fue tan sólo del 32%.

Expertos de alto nivel se reunieron en la mesa redonda «Llegar a cero». Cómo conseguir cero nuevas infecciones por el VIH para los usuarios de drogas inyectables, que se celebró en Viena el 21 de marzo de 2011. El acontecimiento tuvo lugar en la jornada de inauguración del quincuagésimo cuarto período de sesiones de la Comisión de estupefacientes (CND, por sus siglas en inglés) que se desarrolla en la ciudad hasta el 25 de marzo de 2011. ONUSIDA convocó este acto que estuvo presidido por el representante permanente del Reino Unido ante las Naciones Unidas en Viena, el embajador Simon Smith.

El Dr. Paul de Lay, director ejecutivo adjunto de programas de ONUSIDA, presentó la estrategia del programa conjunto para 2011-2015, Llegar a cero. Uno de los objetivos a medio plazo de la estrategia es prevenir toda nueva infección por el VIH entre los usuarios de drogas para 2015. Además, mostró un enfoque para obtener resultados que es «eficaz y rentable».

ONUSIDA pide programas integrales y basados tanto en pruebas como en los derechos humanos que sean accesibles para todos los consumidores de drogas. Entre estos se incluyen programas de sustitución de opiáceos, acceso a equipos de inyección esterilizados y una mejora de la coordinación entre los servicios de salud pública y el sistema de seguridad legal. El Dr. De Lay citó el ejemplo de Ucrania para demostrar que este enfoque puede ser rentable. En ese país, los programas de equipos de inyección cuestan menos de 100 dólares por cada infección por el VIH que se evita. También se necesitan programas que incrementen la disponibilidad de terapia antirretrovírica para los consumidores de drogas que viven con el VIH.

El representante del Departamento para el desarrollo internacional del Reino Unido (DFID, por sus siglas en inglés), el Sr. Will Niblett, presentó un informe de evaluación de los efectos del VIH/sida en Viet Nam que realizaron el DFID y el Banco Mundial y que investiga el impacto que han tenido los esfuerzos de reducción de daños en ese país. Este informe muestra de manera clara que los programas que se aplicaron a un nivel suficiente, como distribuir al menos 200 equipos de inyección por consumidor de drogas y por año, tuvieron un impacto mayor en la reducción de la incidencia del VIH. El informe de evaluación no se basó solo en la población usuaria de drogas que se beneficiaba directamente de los programas, sino que también reflejaba los niveles de incidencia en la población total debido a que el índice de nuevas transmisiones se reduce.

Los participantes en la mesa redonda debatieron sobre las medidas que se debían tomar para detener las infecciones por el VIH entre los consumidores de drogas inyectables. Entre las soluciones que se contemplaron se incluyen la creación de entornos propicios, el establecimiento de respuestas comunitarias y una ampliación de los programas que asegure una cobertura y calidad óptimas.

Tanto los representantes del gobierno y la sociedad civil como los de todos los países concluyeron que las iniciativas coordinadas para alcanzar los objetivos de la Estrategia deben fomentar respuestas comunitarias más activas, derribar los obstáculos que les impiden crecer y contar con los poderes ejecutivos y judiciales como socios principales. El Sr. Christian Kroll, Coordinador mundial para la respuesta al VIH/sida de ONUDD, realizó junto con el Dr. De Lay las últimas observaciones del encuentro.

Comisión de estupefacientes

El Consejo Económico y Social fundó la Comisión de estupefacientes (CND) en 1946 como principal organismo encargado de la formulación de políticas de las Naciones Unidas en materia de estupefacientes. El CND permite a los Estados miembros la realización de análisis sobre la situación mundial de las drogas , proporcionar un seguimiento a la Asamblea General y tomar medidas a nivel global dentro de su ámbito de actuación. Además, controla la aplicación de los tres convenios internacionales de lucha contra las drogas y tiene potestad para considerar todos los asuntos concernientes a los objetivos de los convenios, incluyendo la elaboración de la lista de sustancias que deben estar sujetas al sistema mundial de fiscalización.

La terapia sustitutiva con metadona contribuye a prevenir nuevas infecciones por el VIH en Belarús

02 de marzo de 2011

Un paciente recibe su dosis diaria de metadona en el centro clínico provincial de Minsk.

Slava, un chico de veintiocho años, fue consumidor de heroína durante 13 años. "Siempre pensé que sería capaz de dejarlo. Solo una inyección más, y luego lo dejaría. Pero, al final, me di cuenta de que sin ayuda externa sería imposible recuperarme."

Por este motivo, solicitó su ingreso en el centro clínico provincial de Minsk tan pronto como abrió sus puertas en junio de 2010, con el propósito de iniciar una terapia de sustitución con metadona.

Según ONUSIDA, ONUDD y la OMS, la terapia de sustitución de opiáceos (TSO) con metadona y buprenorfina resulta altamente efectiva a la hora de mitigar comportamientos adictivos que ponen la vida de usuarios de drogas inyectables en serio peligro de infección por el VIH.  Asimismo, las personas que siguen la TSO han dado muestras de un mayor acceso a los tratamientos antirretrovirales y de un seguimiento más efectivo de los mismos que ha contribuido a mejorar notablemente su calidad de vida.

"Estuve esperando este programa durante mucho tiempo," afirmó Slava.  "Gracias al tratamiento con metadona puedo volver a llevar una vida normal y he reanudado mis estudios. Este, sin duda, representa el cambio más importante en mi vida."
El centro de rehabilitación de la clínica de Minsk, que atiende a 40 personas, no necesita publicidad. Ellos mismos les cuentan a sus amigos los progresos que están logrando y recomiendan a todo aquel que necesite este tipo de ayuda que visite el centro. Según el Dr. Golubitsky, jefe del servicio de terapia de sustitución de la clínica, "muchos usuarios de drogas inyectables VIH-positivos que no figuraban en ningún otro centro se dirigieron a nosotros por voluntad propia y aquí recibieron tanto tratamiento con metadona como antirretroviral".

"Muchos usuarios de drogas inyectables VIH-positivos que no figuraban en ningún otro centro se dirigieron a nosotros por voluntad propia y aquí recibieron tratamiento con metadona, así como tratamiento antirretroviral"

Dr. Golubitsky, jefe del servicio de terapia de sustitución en la clínica provincial de Minsk.

La clínica también facilita información sobre prevención del VIH y rehabilitación destinada a usuarios de drogas, y deriva a los pacientes a otros servicios relevantes como el de planificación familiar y atención psicológica. Además, les asesoran en educación profesional, formación y empleo.

La terapia sustitutiva con metadona se introdujo en Belarús hace tres años y, desde entonces, su alcance se ha extendido de una clínica piloto a una amplia red de centros. Hoy en día, alrededor de 450 personas reciben a diario este tratamiento  en ocho ciudades del país.

El Fondo mundial de lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria se encarga de financiar el programa de tratamiento con metadona. Por su parte, el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo coordina su aplicación. 

El país ha pasado de poseer una capacidad nula a la hora de suministrar tratamiento con metadona a disponer de un grupo de especialistas y un protocolo bien establecido. Por otra parte, la oferta de servicios de TSO se ha ampliado con el objetivo de poder cubrir diferentes aspectos de la vida de los pacientes.

En el pasado, Belarús exigía una serie de requisitos previos muy estrictos a la hora de acceder a un programa de TSO. De hecho, un usuario de drogas tenía que demostrar que había hecho varios intentos fracasados de desintoxicación, que vivía con el VIH o que tenía alguna otra infección, como hepatitis C. Hoy en día, gracias al éxito de este programa las condiciones han cambiado y se ha ampliado el acceso a estos servicios.  De conformidad con una nueva orden del Ministerio de Salud, todo aquel que desee poner fin al consumo de drogas inyectables puede tener acceso a una terapia de sustitución.
Los profesionales sanitarios consideran que este cambio supone un avance muy positivo, ya que proporciona alternativas para los consumidores de drogas inyectables. Al facilitar el acceso a los programas de sustitución, se reducirá el elevado coste personal que la dependencia de los opiáceos supone a los propios individuos, a sus familias y al conjunto de la sociedad, ya que se consigue disminuir el consumo de heroína, las muertes asociadas, los comportamientos de riesgo frente al VIH y las actividades delictivas.  

El consumo de drogas inyectables en el este de Europa y en Asia Central es el principal medio de transmisión del VIH en la región. En Belarús, estos usuarios representan el grupo de población más afectado por el VIH, con una prevalencia de un 13.7%.

Con vistas a reducir la transmisión del VIH entre usuarios de drogas inyectables, el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo se encarga de coordinar la aplicación de la terapia de sustitución, dentro del marco de las subvenciones del Fondo mundial.

Kenya adopta un exhaustivo programa para la prevención del VIH dirigido a los usuarios de drogas inyectables

23 de febrero de 2011

Una versión en inglés de este reportaje se publicó anteriormente en UNODC.org

Una de las medidas incluidas en este exhaustivo programa para lograr la prevención del VIH es facilitar el acceso a agujas y jeringas esterilizadas. Fotografía: ONUSIDA

El gobierno keniata lanza una innovadora iniciativa con el fin de reducir la prevalencia del VIH en los usuarios de drogas inyectables. El compromiso del país con la respuesta al sida es tal que Kenya empezará a garantizar el acceso gratuito a los servicios de prevención y tratamiento para los consumidores de drogas. En su programa, el gobierno incorporará el reparto de agujas y jeringas esterilizadas, ofrecerá el tratamiento de sustitución, reforzará el apoyo social y brindará la oportunidad de acceder a otros servicios de salud como pudiera ser la terapia antirretrovírica.  

Como parte de un proyecto piloto emprendido en Mombasa, en las consultas de doce centros de atención sanitaria varias comunidades ya están recibiendo tratamiento de drogodependencias y apoyo psicosocial. Durante los próximos tres meses, la Cruz Roja de Kenya estará prestando su ayuda al Ministerio de Sanidad. De este modo, se podrá ampliar la cobertura tanto del asesoramiento como de las pruebas con carácter voluntario.  Asimismo, desde el Ministerio de Sanidad se está dando forma a un plan de capacitación rápida con el propósito de que, durante los próximos meses, se pueda dar al personal una mayor formación en materia de VIH.

Se espera que en otras regiones se tomen estas mismas medidas.

Este exhaustivo plan de acción para lograr la prevención del virus nació tras la reciente reunión nacional convocada por el Consejo nacional de control del sida de Kenya, y cuyo tema fueron los usuarios de drogas inyectables. Posteriormente, durante un taller dedicado a tratar asuntos referentes al VIH, los Miembros del Parlamento mostraron su acuerdo con las conclusiones extraídas en la reunión.  

Las Naciones Unidas están desempeñando un papel decisivo en el programa. Como prueba de esta importante implicación cabe destacar la inmensa labor llevada a cabo por la familia de ONUSIDA. Desde el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida se lleva un tiempo trabajando mano a mano tanto con el Consejo nacional de control del sida de Kenya como con otras muchas agencias gubernamentales. Para todas ellas, la meta está en que el exhaustivo programa lanzado por el gobierno se haga realidad en todo el país. 

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito se ha unido también al propósito keniata. Así, está llevando a cabo un intensivo programa de formación dirigido a 700 trabajadores del ámbito sanitario y actores de la sociedad civil con el propósito de prestar servicios de buena calidad a los consumidores de drogas inyectables.

Para el gobierno de Kenya, ya no hay duda de lo importante que es responder a las necesidades de los grupos de población clave como el de los usuarios de drogas inyectables, los profesionales del sexo y sus clientes, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y los entornos carcelarios. Su nueva actitud se vio reforzada tras conocer el Estudio de los modos de transmisión realizado por el país y publicado en marzo de 2009.  Los resultados demostraron que en dichos grupos de población se concentraba más de un tercio de las nuevas infecciones por el VIH.  Por el momento, adoptar este exhaustivo programa para la prevención del VIH dirigido a los usuarios de drogas inyectables ya supone un importante paso adelante.

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