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Acto especial del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas sobre la filantropía y el programa de salud pública mundial , 23 de febrero de 2009.
Fotografía: ONUSIDA

El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en un discurso pronunciado ayer ante más de 400 altos ejecutivos y filántropos, representantes de los Estados Miembros de las Naciones Unidas y otros asociados en la sesión de apertura de un acto especial sobre filantropía celebrado en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, hizo un llamamiento a crear una “asociación mundial verdaderamente poderosa para la salud pública”.

“De igual manera que me estoy esforzando por asegurar que las Naciones Unidas operen como una unidad, desearía que todos los asociados se unieran para operar como una unidad en la esfera de la salud mundial,” declaró Ban Ki-moon.

El acto especial del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas sobre la filantropía y el programa de salud pública mundial fue convocado conjuntamente por ONUSIDA y múltiples asociados. En él se examinaron sistemas para fortalecer las asociaciones con miras a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) relacionados con la salud, en particular en áreas donde se han realizado progresos lentos, como la salud maternoinfantil, que pueden beneficiarse de una mayor participación de múltiples partes interesadas. Los participantes señalaron que la respuesta al sida sirve de modelo útil porque moviliza a múltiples asociados, incluidos los gobiernos, las comunidades y el sector privado, alrededor de una causa común.

Mejorar los resultados de las mujeres y las niñas en materia de salud

La Dra. Purnima Mane, directora ejecutiva adjunta del UNFPA y exdirectora de Política, Resultados y Asociaciones del ONUSIDA, destacó la importancia de la planificación familiar, la atención especializada de la salud durante el alumbramiento y la atención obstétrica de emergencia para proteger la salud materna. Asimismo, puso de relieve la necesidad de prevenir la transmisión maternoinfantil del VIH. La Dra. Mane insistió igualmente en que era necesario invertir en los ODM 4 (reducir la mortalidad infantil) y 5 (mejorar la salud maternal) manteniendo los esfuerzos de sensibilización respecto de los otros objetivos de desarrollo.

Entre los miembros del grupo de expertos convocados y los participantes hubo consenso acerca de la necesidad de reforzar los vínculos entre el VIH y la salud reproductiva en la prestación de atención para las mujeres y las niñas. También se consideró que era importante hacer progresos en áreas no directamente relacionadas con la salud de las mujeres y las niñas, incluida la promoción de la igualdad entre los sexos y el acceso a la educación.

Gary Cohen, vicepresidente ejecutivo de Becton Dickinson (BD), expuso el papel de la filantropía empresarial en la salud mundial. Hizo referencia al “privilegio” que significa cuando una empresa ofrece a sus empleados la oportunidad de ayudar a otros. Durante los últimos cinco años, esta empresa, que se especializa en tecnologías médicas, también ha proporcionado medios de diagnóstico y tecnologías relativas al VIH. Por medio de programas de extensión filantrópicos y de relaciones con la comunidad, BD también presta apoyo a campañas de inmunización y fomenta la seguridad de los trabajadores de salud y la sensibilización acerca de las enfermedades pandémicas.

Enfermedades tropicales olvidadas

El grupo de expertos y los participantes también coincidieron en la necesidad de conceder mayor atención a las enfermedades tropicales olvidadas, entre las que se incluye un grupo de 13 infecciones parasitarias y bacterianas que afectan a más de mil millones de personas y anualmente causan la muerte de 500.000 personas.

El expresidente de los EE.UU. Bill Clinton, que pronunció el discurso de clausura, destacó la oportunidad de celebrar el acto especial en medio de la actual crisis económica mundial y la gran necesidad de centrar la atención en la eficacia de las intervenciones de salud pública. Asimismo, puso de relieve la importante contribución que había hecho la respuesta al sida en la creación de redes para la salud, y concluyó que es imposible abordar la salud mundial sin la participación activa de tres actores fundamentales: gobiernos, sociedad civil y sector privado.