Reportaje

“Abandonar los conceptos de dependencia y caridad y explorar nuevas posibilidades de colaboración, activismo y financiación”

23 de julio de 2012

El director del Departamento de evidencia, innovación y políticas de ONUSIDA, el Dr. Bernhard Schwartländer, habla en la sesión plenaria de la XIX Conferencia internacional sobre el sida. Washington DC, 24 de julio de 2012.
Fotografía: ONUSIDA/C. Kleponis

En la sesión plenaria con título ¿Qué se necesitará para cambiar el rumbo? el director del Departamento de evidencia, innovación y políticas de ONUSIDA, el Dr. Bernhard Schwartländer, señaló las muchas posibilidades nuevas de colaboración, activismo y financiación para la respuesta al sida gracias a que el crecimiento económico está cambiando rápidamente el orden mundial.

Según el Dr. Schwartländer, si seguimos con el mismo nivel de inversión que hasta ahora y con el movimiento comercial habitual, en los próximos 10 años llegaremos al estancamiento y no habrá un cambio positivo en el número de nuevas infecciones por el VIH. Sin embargo, si ponemos nuestro centro de atención en programas que funcionen y reducimos los costes, podremos conseguir avances importantes. Es necesario cierto impulso de las inversiones durante un tiempo, con un máximo de unos 7000 millones de dólares adicionales en 2015. Esto tendrá como resultado la reducción de nuevas infecciones por el VIH en más de la mitad en menos de una década.

“Deberíamos abandonar los conceptos de dependencia y caridad, así como las formas habituales de pensar y actuar. Deberíamos explorar nuevas posibilidades de colaboración, activismo y financiación”, afirmó el Dr. Schwartländer.

Haciendo un llamamiento a los países para que acaben con su dependencia de los recursos internacionales, el Dr. Schwartländer resaltó los esfuerzos realizados por países de renta baja o media para aumentar la financiación nacional para el VIH. Sin embargo, habrá bastantes países de renta baja y media-baja que seguirán necesitando una ayuda externa significativa durante la próxima década y con posterioridad.

Deberíamos abandonar los conceptos de dependencia y caridad, así como las formas habituales de pensar y actuar. Deberíamos explorar nuevas posibilidades de colaboración, activismo y financiación

Dr. Bernhard Schwartländer, director del Departamento de evidencia, innovación y políticas de ONUSIDA

Durante la sesión plenaria, el Dr. Schwartländer hizo un resumen de la actual situación financiera pero también enumeró una serie de métodos de financiación innovadores para aumentar las fuentes fiables de ingresos estatales predecibles, como el impuesto sobre transacciones financieras, inversiones con sistemas de cuota de entrada para la salud a través de bonos; o el uso de las multas pagadas por las compañías farmacéuticas por prácticas en contra de la competencia en el ámbito de la asistencia sanitaria.

“Voy a ser claro, no vamos a quitarles la presión a los países más ricos del mundo para que cumplan con sus compromisos y obligaciones”, afirmó el Dr. Schwartländer. “No debemos olvidar que pese a la crisis financiera mundial, todavía hay crecimiento económico en países de la OCDE. Si simplemente aplicásemos este aumento de riqueza a los niveles actuales de ayuda pública al desarrollo (ODA), podría haber otros 50 000 millones de dólares al año hasta el 2020, además de los 133 000 millones actuales”, añadió.

“Este es precisamente el momento equivocado para que los donantes internacionales retiren su financiación, ahora que la dinámica va en la dirección correcta. Cuando estamos finalmente en el camino hacia la sostenibilidad y la equidad: una verdadera responsabilidad compartida y una solidaridad mundial real”, concluyó.

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