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El UNFPA declara que la población femenina afronta una carga enorme en las crisis humanitarias de todo el mundo

07 de diciembre de 2015

Según un nuevo informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), las numerosas crisis, guerras y desastres naturales que tienen lugar en todo el planeta ocasionan que las mujeres y las jóvenes adolescentes afronten un mayor riesgo de mortalidad materna y de sufrir violencia de género, así como de contraer el VIH o de padecer un embarazo no deseado.

La agenda Estado de la población mundial 2015 — Refugio en la tormenta: Un programa transformador para las mujeres y las niñas en un mundo proclive a las crisis es un “llamamiento a ponerse en acción” para cubrir las necesidades y garantizar los derechos de decenas de millones de mujeres y niñas atrapadas en el desconcierto de los conflictos y desastres. Actualmente, más de 100 millones de personas necesitan asistencia humanitaria, más que en cualquier otro momento desde la Segunda Guerra Mundial.

El informe afirma que a pesar del notable progreso realizado en el prestación de servicios humanitarios para la población femenina durante los últimos 10 años, todavía no se ha hecho lo suficiente para hacer frente a sus vulnerabilidades concretas. El informe resalta, por ejemplo, el aumento en el riesgo de infección por el VIH y cómo éste debería dar lugar a programas y más asistencia para ellas. Las mujeres y las niñas que se encuentran en situaciones de emergencia humanitaria a menudo se enfrentan a la violencia sexual y de género, incluida la violación, lo que supone un factor de riesgo para la transmisión del VIH. El tráfico y el comercio sexual son otros de los problemas a los que se enfrenta la población femenina.

También el acceso a los servicios de prevención y tratamiento del VIH puede verse reducido significativamente, e incluso llegar a desaparecer, en tiempos de crisis. A menudo, el suministro de medicamentos para la prevención de la transmisión maternoinfantil del virus se ve interrumpido. Además, en situaciones de crisis las mujeres y las niñas con discapacidad se enfrentan a una gran vulnerabilidad al VIH, con un acceso todavía más limitado a información y a servicios de salud.

Refugio en la tormenta propone una serie de medidas concretas para abordar las vulnerabilidades. El informe se refiere a un conjunto de servicios y suministros esenciales en materia de salud reproductiva que deberían estar disponibles desde el inicio de una crisis de cualquier tipo y que fueron acordados internacionalmente. Este paquete básico incluye programas para prevenir la violencia sexual y gestionar sus consecuencias, reducir la transmisión del VIH, prevenir las muertes y las enfermedades maternas y neonatales e integrar la atención sanitaria sexual y reproductiva en los servicios de atención primaria.

El informe afirma que de las crisis también pueden surgir nuevas oportunidades. Se cita como ejemplo el caso del VIH, en el que la existencia de campos bien gestionados y con suficientes recursos permite que la gente que se ha visto desplazada pueda tener un mejor acceso a los servicios sanitarios.

Asimismo, se considera relevante el hecho de distanciarse de la simple reacción a las crisis en el momento de su surgimiento y de promover, en su lugar, un enfoque más preventivo que fomente la prevención, la disposición y la capacidad de recuperación. El informe sostiene que aquellas personas que se encuentran en buen estado de salud y han recibido la formación debida y tienen sus derechos humanos garantizados, cuentan con mejores perspectivas de futuro en caso de que se produzca un desastre.