Actualidad

El problema mundial de la droga: un enfoque centrado en las personas, la salud y los derechos humanos

10 de diciembre de 2015

Los participantes en un evento especial de alto nivel dentro de los actos paralelos de la 58ª sesión reconvocada de la Comisión sobre estupefacientes (CND) han hecho un llamamiento a un enfoque del problema mundial de la droga centrado en las personas, la salud y los derechos humanos. El CND, que se reunió en Viena (Austria) del 9 al 11 de diciembre, celebró debates preparatorios para la sesión especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS) sobre el problema mundial de la droga, que se celebrará en Nueva York (Estados Unidos de América) en abril de 2016.

El acto, organizado conjuntamente por los gobiernos de Colombia, Noruega y Suiza, era el último de una serie de consultas previas a la UNGASS del próximo año y en él participaron el actual presidente de la CND, Arthayudh Srisamoot, y el presidente del comité de la UNGASS, Khaled Shamaa. Claude Wild, el representante permanente de Suiza, quien moderó el debate, dijo que estaba contento de que tantos organismos de las Naciones Unidas se hubieran unido para reequilibrar los programas y las políticas en materia de drogas a fin de que se centraran más en las personas y menos en las sustancias en sí mismas.

El viceministro de Justicia de Colombia, Carlos Medina Ramírez, dijo que es imposible conseguir un mundo sin drogas y que la salud pública y los derechos humanos eran temas fundamentales para el control de los estupefacientes. Además de considerar las necesidades de los usuarios de la droga declaró que debían tenerse en cuenta a otras personas vulnerables, como agricultores y miembros de comunidades empobrecidas, a la hora de diseñar nuevas estrategias.

Luiz Loures, director ejecutivo adjunto de ONUSIDA, declaró que el mundo tenía los conocimientos suficientes para cambiar la realidad del problema de la droga. Dijo además que las políticas de reducción de daños, como los programas de agujas y jeringuillas y el tratamiento sustitutivo con opiáceos, no solo han cambiado las vidas de las personas directamente afectadas, sino que han ahorrado miles de millones de dólares en términos de gastos de salud pública mundial. Las personas que se inyectan la droga tienen una probabilidad 28 veces superior de infectarse con el VIH que la población general. Solo el 14 % de las personas que se inyectan la droga y viven con el VIH tiene acceso a los antirretrovíricos.

En su intervención, la Alta Comisionada Adjunta de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Flavia Pansieri, describió cinco problemáticas principales: el derecho a la salud, los derechos relativos a la justicia penal, el fin de la discriminación, en especial contra las mujeres y las minorías éticas, los derechos de la infancia y los derechos de los pueblos indígenas. Declaró que la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos apoyaba los llamamientos hechos por el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ONUSIDA, según los cuales los estados debían plantearse la despenalización de la posesión y el consumo de drogas. La Sra. Pansieri añadió que esperaba que el documento que saliera de la UNGASS tuviera como resultado la futura integración de los derechos humanos en la legislación y las prácticas nacionales.

La subdirectora general de la OMS, Marie-Paule Kieny, defendió una política sobre drogas adaptada a los objetivos del programa posterior a 2015 y dirigida a mejorar el acceso a medicamentos esenciales. Declaró que era inaceptable que solo el 17 % de las personas que lo necesitaban tuviera acceso a medicamentos analgésicos. Puesto que la población está envejeciendo, este problema es cada vez más urgente, añadió.

Aldo Lale-Demoz, director ejecutivo adjunto de la Oficina de las Naciones Unidas sobre las Drogas y el Crimen (UNODC), dijo que el consumo de drogas exigía un tratamiento basado en los datos y no penalización. Dijo que la UNODC creía en abandonar el enfoque centrado en las sanciones y sustituirlo por un enfoque sanitario. Declaró que la aplicación de la ley debe concentrarse en los delitos graves, como el tráfico de drogas y el blanqueo de dinero, y proponer alternativas al castigo y el encarcelamiento de los pequeños delincuentes. Añadió que conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible requiere la aplicación de la ley, así como la ejecución de políticas, estrategias y programas eficaces, justos y humanitarios para el control de los estupefacientes.

Heather Haase, del Consorcio Internacional de Políticas sobre Drogas, dijo que la sociedad civil estaba unidad en la necesidad de un enfoque sanitario del problema de la droga basado en los derechos humanos y con un tratamiento centrado en las personas y en los datos, como la reducción de daños.