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Acabar con el sida es asunto de todos

02 de diciembre de 2019

Mientras conmemoramos el Día Mundial del Sida 2019, se nos recuerda que, si bien se ha cosechado un logro importante, el número de nuevas infecciones por el VIH y de muertes relacionadas con el sida no está descendiendo lo suficientemente rápido. Se nos recuerda que, a pesar del progreso, aún son muchas las necesidades que hay que satisfacer. Se deben mantener los recursos para la respuesta al sida. Se nos recuerda que 38 millones de mujeres, hombres y niños están viviendo hoy en día con el VIH. Se nos recuerda que, a pesar de los esfuerzos globales, el sida continúa siendo una de las mayores amenazas de nuestro tiempo para la salud y el desarrollo.

La respuesta al VIH ha unido al mundo de una forma como no lo ha conseguido ninguna otra crisis sanitaria. Nos ha enseñado que debemos escuchar a las personas más afectadas y más en riesgo, y que debemos aprender de ellas. El sida nos ha enseñado que debemos abordar los vínculos más importantes que existen entre la salud, la injusticia, la desigualdad, la pobreza y la marginación. El sida también nos ha enseñado que el desafío de poner fin a la epidemia es de tal magnitud que ningún sector puede abordarlo solo.

Los Gobiernos, las organizaciones no gubernamentales, la sociedad civil, las comunidades y las empresas poseen cada uno de ellos recursos importantes, únicos y complementarios, así como las destrezas necesarias para contribuir a la respuesta mundial al sida. Cuando los distintos sectores combinan sus activos con éxito, su impacto aumenta significativamente.

Los negocios han sido y continúan siendo una parte integral de la respuesta al sida, y esta va desde desafiar el estigma que rodea al VIH/sida, hasta lograr una colaboración vital con las empresas de las diferentes industrias, dirigir programas de prevención, diagnóstico y tratamiento en el lugar de trabajo y las comunidades circundantes, etc.

En todas y cada una de las regiones del mundo, los negocios más exitosos hoy en día constituyen una parte integral de las sociedades que los rodean. Los negocios están admitiendo que el bienestar de la población activa y de sus socios, y el de las comunidades en las que operan y a las que sirven, son esenciales para sus futuros compartidos.

El lograr acabar con la epidemia de sida y no dejar a nadie atrás en la respuesta al sida afectará profundamente las vidas de millones de personas en todo el mundo, de las generaciones venideras, y los negocios marcarán la diferencia. Por eso es por lo que,

como líderes empresariales, estamos llamados a aportar nuestro granito de arena. Queremos renovar nuestro compromiso de acabar con el sida.

Instamos a los Gobiernos a comprometerse a todo aquello que puedan hacer, como proporcionar servicios del VIH en el lugar de trabajo a los trabajadores, los dependientes y las comunidades, ofreciendo destrezas, pericia y recursos institucionales, forjando vínculos con el sector público, las organizaciones no gubernamentales locales y los grupos de la comunidad, y abogando a todos los niveles por apoyar a las personas que viven con el VIH o que están afectadas por el virus. El liderazgo de los negocios con relación al VIH tiene el potencial de lograr la diferencia desde las bases hasta los niveles más altos de la toma de decisiones global.

El futuro estará determinado por lo que hacemos hoy. Guiados por la visión de ONUSIDA de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida, y con el trabajo conjunto con GBCHealth, podemos marcar la diferencia y logra acabar juntos con el sida para 2030.