Reportaje

Chisináu firma la Declaración de París

04 de junio de 2019

Ruslan Codreanu, el alcalde en funciones de Chisináu (República de Moldavia), firmó el día 31 de mayo la Declaración de París para poner fin a la epidemia de sida en las ciudades. Codreanu se comprometió a que su ciudad alcanzara los objetivos 90-90-90 para 2020, de modo que el 90 % de las personas que viven con el VIH conozca su estado serológico, que el 90 % de las personas que conocen su estado seropositivo reciba tratamiento antirretrovírico y que el 90 % de las personas en tratamiento presente supresión de la carga vírica. La ciudad se centrará de manera especial en conseguir llegar a los grupos más marginales y vulnerables de la sociedad y acabar con el estigma y la discriminación.

«Conseguir el 90-90-90 será difícil, pero nunca es demasiado tarde para empezar a hacer los cambios que sean necesarios para mejorar la vida y la salud de la gente.  Hoy, las autoridades de la ciudad se comprometen a aumentar de manera significativa la cobertura de los residentes de Chisináu con servicios relacionados con la prevención del VIH, las pruebas y el tratamiento, con el fin de erradicar la epidemia de sida y de concentrar los esfuerzos en los programas para los grupos de población clave», señaló el señor Codreanu.

Asimismo, anunció que esperaba que el ayuntamiento de la ciudad adoptara pronto un nuevo programa municipal para el control del VIH de cara a 2019-2020. El programa irá sobre todo orientado a pruebas del VIH y tratamientos adicionales para alrededor de 750 personas que viven con el VIH y a la puesta en marcha de servicios de prevención del VIH para los grupos de población clave.

«Chisináu ha de actuar con celeridad, no solo para alcanzar el objetivo de 90-90-90, sino también para acabar con la discriminación hacia la gente que vive con el VIH y los grupos de población clave, pues esta continua siendo una barrera importante.  Pero nuestra ciudad no está sola en esta lucha.  Chisináu cuenta con el apoyo de un equipo de líderes regionales y nacionales que están dispuestos a compartir su pericia en este ámbito», apuntó Svetlana Plamadeala, directora regional de ONUSIDA para la República de Moldavia.

Chisináu ya presta su apoyo a distintos programas para la prevención del VIH dirigidos a grupos de población clave, entre los que se incluyen los de reducción del daño y las terapias de sustitución de opiáceos para las personas que se inyectan drogas, las pruebas del VIH rápidas y la distribución de condones tanto para los trabajadores sexuales y sus clientes como entre los homosexuales y los varones que mantienen relaciones sexuales con otros varones.  Sin embargo, la idea es que, al adoptar el nuevo programa local de control del VIH, impulsemos significativamente la calidad, la cobertura y el impacto de los programas.

Chisináu es la séptima ciudad en Europa del Este y Asia Central que se ha adherido a la Declaración de París, la cual desde 2014 ha sido firmada por más de 300 ciudades en todo el mundo.

La firma de la Declaración de París en Chisináu es el resultado más reciente de una larga historia de eficaz cooperación entre las organizaciones nacionales, estatales y no gubernamentales, las redes regionales que representan a los grupos de población clave y las organizaciones internas.

Según los cálculos del Gobierno, en Chisináu hay unas 3200 personas que viven con el VIH.

«Hoy somos testigos de lo que se puede conseguir mediante la voluntad política. Para nosotros es de suma importancia que la Declaración de París no se quede en otra exposición declarativa. Ha de ir seguida de la adopción de un programa del sida regional, con objetivos específicos y medibles, y con un presupuesto», afirmó Ruslan Poverga, director general de la Association Positive Initiative.