Reportaje

Trabajando juntos para ayudar a los refugiados en la República de Moldova

24 de marzo de 2022

Al comienzo de la invasión de Ucrania, el gobierno de la vecina República de Moldova estimó que podría haber unas 300 000 personas huyendo hacia el país desde Ucrania. Ese estimado ha aumentado a 1 millón de refugiados —una gran suma para un país que tiene una población de sólo 2,6 millones y es uno de los más pobres en Europa.

Poco después del inicio de la guerra, una serie de organizaciones humanitarias, los organismos de las Naciones Unidas y miembros de la sociedad civil, coordinados por el gobierno, formaron grupos de coordinación de la respuesta y empezaron a atender las necesidades más urgentes de las personas que huyen de la guerra, como el alojamiento, la alimentación, la salud, la protección social, la prevención de la violencia de género y el apoyo a la salud mental.

“Primero, debemos centrarnos en las necesidades básicas. Queda mucho por hacer en cuanto a la coordinación con las numerosas organizaciones humanitarias que se unen a la respuesta. Como también es la primera vez que los moldavos se enfrentan a una crisis de esta magnitud, estamos aprendiendo mediante la práctica y la experiencia”, comentó Iurie Climasevschi, coordinadora nacional del sida en el Hospital de Dermatología y Enfermedades Transmisibles de la República de Moldova.

Svetlana Plamadeala, directora regional de ONUSIDA para la República de Moldavia, visitó varios centros para desplazados cerca de la frontera entre Ucrania y la República de Moldova. “Las personas son bien recibidas allí, el gobierno garantiza el alojamiento y la comida e intenta que los niños asistan a la escuela y a la guardería, ya que cerca del 75 % de los refugiados son mujeres y niños— hay alrededor de 40 000 menores de 18 años en los centros”, indica.

Según la Sra. Plamadeala, casi la mitad de los refugiados son acogidos por las familias en sus hogares. “Vemos una extraordinaria movilización de la gente corriente, quienes están brindando un apoyo notable a las personas que huyen de la guerra", afirmó. 

La política del gobierno es que los refugiados ucranianos reciban los mismos servicios que los moldavos, entre ellos los relacionados con el VIH. “Si alguno de los refugiados solicita terapia antirretroviral, se la proporcionamos. No rechazaremos a nadie si podemos ayudarlos”, garantizó el Sr. Climasevschi.

“ONUSIDA formó parte del proceso de planificación desde el principio de la crisis para garantizar que los refugiados tuvieran acceso a todos los servicios relacionados al VIH que tienen los moldavos, entre ellos la terapia antirretroviral, la terapia de sustitución de opiáceos y las pruebas del VIH y la tuberculosis”, señaló la Sra. Plamadeala. “El estigma y la discriminación hacia las personas que viven con el VIH sigue siendo alta. Quizás no todas las personas que viven con el VIH han podido acceder a los servicios, por lo que estamos colaborando con nuestros miembros de la sociedad civil para proporcionar información de manera proactiva a las personas, de forma que sepan a dónde acudir para recibir apoyo”.

Ruslan Poverga, de la organización no gubernamental Initiativa Pozitiva, dijo que la organización ya está identificando a los refugiados que necesitan terapia antirretroviral y los está refiriendo hacia el apoyo. “Hemos comenzado a informar de manera proactiva a las personas, y, de ser necesario, proporcionando un paquete integrado de servicios de prevención del VIH, entre ellos pruebas de detección del VIH, la tuberculosis y la hepatitis, y la provisión de reducción de daños y preservativos. En un futuro cercano comprenderemos mejor la necesidad de dichos servicios.”

La delegación nacional de ONUSIDA para la República de Moldova ha reasignado fondos para las necesidades urgentes de la respuesta humanitaria. Esto aumentará la capacidad del programa nacional sobre el sida para proporcionar terapia antirretroviral a un mayor número de refugiados que viven con el VIH. La pruebas de carga viral están disponibles para comprobar la carga vírica si un cambio de tratamiento es necesario.

"La situación está evolucionando. Vigilamos la situación con mucha atención para entender cuándo y cómo buscar más apoyo. El Fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria está dispuesto a hacer reasignaciones si son necesarias, y la República de Moldavia puede acceder a recursos del fondo de emergencia del Fondo Mundial. En el caso de que el programa nacional sobre el sida no pueda cubrir las necesidades, buscaremos más apoyo del Fondo Mundial, ONUSIDA, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Organización Mundial de la Salud”, añadió la Sra. Plamadeala.