La coalición global para la prevención del VIH celebra la primera reunión en Ginebra, Suiza, destinada a encontrar maneras de reforzar y apoyar el compromiso político por la prevención del VIH
GINEBRA, 10 de octubre de 2017—En el marco de los esfuerzos globales por poner fin a la epidemia de sida como una amenaza para la salud pública, ONUSIDA, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y otros socios han lanzado una hoja de ruta para reducir el número de nuevas infecciones por el VIH. La hoja de ruta de prevención del VIH para 2020 fue lanzada durante la primera reunión de la coalición global para la prevención del VIH. La coalición está presidida por los directores ejecutivos de ONUSIDA y UNFPA y reúne a los Estados miembros de las Naciones Unidas, la sociedad civil, organizaciones internacionales y otros socios como parte de los esfuerzos para reducir las nuevas infecciones por el VIH en un 75% para 2020.
A pesar de los avances logrados en la reducción de las muertes relacionadas con el sida, que han disminuido en casi un 50% desde el pico de la epidemia, la reducción en el número de nuevas infecciones en adultos está estancada. Si bien las nuevas infecciones por el VIH en niños han disminuido en un 47% desde 2010, las nuevas infecciones por el VIH en adultos solo han disminuido en un 11%.
"Ampliar el tratamiento no servirá por sí solo para poner fin a la epidemia de sida", dijo Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. "Necesitamos más energía, un liderazgo más fuerte, más inversión y una acción sostenida en torno a la prevención del VIH para garantizar que todos, especialmente los grupos de población clave con mayor riesgo de exposición al VIH, puedan protegerse frente al virus".
"El aumento de las infecciones nuevas en mujeres jóvenes y adolescentes en el África subsahariana es especialmente preocupante", dijo la Directora Ejecutiva del UNFPA, Natalia Kanem. "En muchos lugares, la falta de acceso a educación, la falta de representación y la falta de autonomía sobre sus propios cuerpos impiden a las adolescentes reclamar sus derechos humanos. Y son las niñas más pobres las que tienen menos poder para decidir si desean casarse, cuándo desean hacerlo y con quién, y si quieren quedarse embarazadas, y en su caso, cuándo y con qué frecuencia. Esta falta de poder hace que estas niñas sean extremadamente vulnerables a la infección por el VIH, a las infecciones de transmisión sexual y a embarazos no deseados."
En 2016, en la Declaración política de las Naciones Unidas sobre el VIH, los países se comprometieron a reducir las nuevas infecciones por el VIH en un 75% (de 2,2 millones en 2010 a 500 000 en 2020). La nueva hoja de ruta elaborada por ONUSIDA, UNFPA y otros socios pone a los países en la vía rápida para acelerar la consecución de este importante objetivo.
"La coalición está aquí para reconocer que todos importamos", dijo Laurel Sprague, Directora Ejecutiva, Red Mundial de Personas que Viven con el VIH/sida (GNP+). "Esto significa trabajar duramente para garantizar que todas las personas que viven con el VIH puedan permanecer sanas, vivas y libres de prejuicios descorazonadores y discriminación, y para garantizar que todas las personas que no sean VIH-positivas tengan el apoyo y los recursos que necesitan para seguir siendo VIH-negativas."
La hoja de ruta de prevención del VIH para 2020 incluye un plan de acción de 10 puntos que señala las medidas inmediatas y concretas que deben tomar los países para acelerar el progreso. Estas medidas incluyen realizar un análisis actualizado para evaluar dónde hay oportunidades para conseguir un mayor impacto, elaborar directrices que identifiquen deficiencias y medidas para una rápida ampliación, impartir formación para desarrollar competencias en materia de prevención del VIH y para crear redes, y hacer frente a los obstáculos jurídicos y políticos a fin de llegar a las personas más afectadas por el VIH, como los jóvenes y las poblaciones clave.
La hoja de ruta identifica los factores que han dificultado el progreso, como las deficiencias en liderazgo político, leyes punitivas, falta de servicios accesibles a los jóvenes y falta de servicios de prevención del VIH en entornos humanitarios.
La hoja de ruta identifica además deficiencias graves de financiación y asignación de presupuesto: ONUSIDA estima que cerca de un cuarto del presupuesto para VIH debería destinarse a programas de prevención del VIH. Sin embargo, en 2016, muchos países gastaron menos de un 10% de sus presupuestos para VIH en prevención, y muchos donantes internacionales gastaron menos de un cuarto.
"ONUSIDA reclama un compromiso y liderazgo para obtener resultados tangibles", indicó Sidibé. "Liderazgo para abordar cuestiones políticas delicadas y liderazgo para movilizar una financiación adecuada de los programas de prevención del VIH."
Para reducir las nuevas infecciones por VIH en un 75% será necesario prestar especial atención a la prevención del VIH, así como ampliar el tratamiento y las pruebas del VIH. Resultará fundamental la adopción de una perspectiva basada en la población y la ubicación geográfica para garantizar una planificación y programación efectivas y eficientes, y de una perspectiva centrada en las personas que responda a las necesidades de los grupos de población clave con mayor riesgo de exposición al VIH.
Se necesitarán esfuerzos conjuntos para llegar a las mujeres jóvenes y adolescentes y a sus parejas masculinas, para ampliar los programas de prevención combinada del VIH a las poblaciones clave, para aumentar la disponibilidad y el uso de preservativos, para ampliar los programas de circuncisión médica masculina voluntaria para la prevención del VIH y para garantizar que los grupos de población clave con mayor riesgo de exposición al VIH tienen acceso a las medicinas preventivas.
La hoja de ruta anima a los países a desarrollar un plan de 100 días para medidas inmediatas, que incluyan el establecimiento de objetivos nacionales, la revisión del progreso alcanzado en relación con el plan al cabo de los 100 días, la reevaluación de sus programas de prevención nacionales y la adopción de medidas correctivas inmediatas. Destaca la forma en que los distintos socios pueden contribuir y señala medidas para la sociedad civil, los socios de desarrollo, las instituciones filantrópicas y la comunidad empresarial. La consecución de estos objetivos debería acelerar significativamente el progreso en la reducción de nuevas infecciones por VIH, poniendo a los países firmemente en el camino hacia el fin de la epidemia del sida.
Hoja de ruta de prevención del VIH para 2020 (en inglés) http://www.unaids.org/en/resources/documents/2017/hiv-prevention-2020-road-map