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La bienvenida a África: historias de esperanza y superación de los refugiados en Uganda

29 de marzo de 2018

"Ahora mismo, solo quiero ir a un país donde haya paz", dice un joven estudiante que huyó del conflicto de la República Democrática del Congo, su país natal. Su nuevo hogar es el asentamiento de refugiados de Kyangwali, en el distrito de Hoima (Uganda). Este lugar le va a dar la oportunidad de cumplir el sueño de tener una vida tranquila.

Este asentamiento se encuentra a orillas del lago Alberto, en la frontera entre el sur de la República Democrática del Congo y el norte de Uganda. La mayoría de los refugiados en Kyangwali huyen de conflictos interétnicos que tienen lugar en el este de la República Democrática del Congo y realizan este peligroso viaje hacia Uganda atravesando el lago Alberto en barcos pesqueros. Desde enero de 2018, 59.000 personas aproximadamente recorrieron esa travesía. En un día normal, pueden llegar alrededor de 500 refugiados; en un día más agitado, pueden llegar a ser hasta 2.000.

Las familias llegan con cualquier cosa que puedan traer consigo: desde colchones y utensilios de cocina hasta objetos de valor, como, por ejemplo, placas solares; todo ello, amontonado entre los pasajeros del barco. La duración del viaje ronda las seis horas si las personas viajan en un barco motorizado. Sin embargo, pueden llegar a ser 12 horas si se desplazan en canoa. Bornwell Katande, Representante de la Delegación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en Uganda, dijo lo siguiente: “A veces, los barcos se quedan sin combustible en medio del lago y la policía naval ugandesa debe rescatarlos”. A esto, añadió el hecho de que “otros barcos vuelcan debido a la sobrecarga: en el punto álgido del flujo de refugiados, se pueden contar hasta 200 en una sola canoa”.

Cuando llegan al centro de recepción de Kyangwalli, los trabajadores de ayuda humanitaria registran a los refugiados y les dan una pulsera para identificarlos. Además les dan galletas de alto contenido energético y agua; aquellos que la necesitan, también reciben atención sanitaria de urgencia. Los refugiados permanecen un día o dos en el centro de recepción antes de que los trasladen al campamento. Allí, se les asigna una pequeña parcela de tierra, material y equipo para construir un refugio temporal para instalarse. 

En una visita reciente al centro de recepción, Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA, presenció en primera persona los servicios sanitarios que se ofrecen a los refugiados recién llegados a su pequeña clínica improvisada. Aquí, los refugiados acceden a la atención sanitaria de emergencia y se les informa sobre el paquete de servicios iniciales mínimos de salud reproductiva. Este paquete se les entrega durante las diferentes fases de su llegada: tras cruzar la frontera, durante su corta estancia en el centro de recepción, en el momento antes de dirigirse al campamento, y una vez instalados allí. Estos servicios incluyen la prueba del VIH y las de detección de tuberculosis, la prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH, la prestación de tratamiento del VIH y la tuberculosis a personas afectadas, entre otros servicios de salud sexual y reproductiva.

Durante su visita, Sidibé escuchó las historias de numerosos refugiados que le explicaron no solo el impacto que tuvo el desplazamiento sobre su salud y sus vidas, sino que también le confesaron sus aspiraciones y sueños para conseguir una vida mejor para ellos y sus familias. Él comentaba lo siguiente: “He oído historias de tristeza, pero también de esperanza y superación”.

Uganda es ya un hogar para la mayor población de refugiados en África, que llega a la cifra de 1,4 millones de refugiados repartidos entre los 13 campamentos establecidos por todo el país. La mayoría proceden de la República de Sudán del Sur y de la República Democrática del Congo. De hecho, este país está cerca de alcanzar los 5 millones de personas desplazadas, casi igual que en la República Árabe Siria.

Sidibé destacaba lo siguiente: “Sobrepasa lo admirable el hecho de ofrecer refugio desinteresadamente a cientos de miles de mujeres, niños y hombres que necesitan protección internacional”, a lo que añadió que “la política de refugiados ugandesa está entre las más progresistas del mundo y que, por ello, es un ejemplo a seguir para otros países”.

Diagnósticos tempranos en los bebés: cambiar las vidas de las madres y los bebés

07 de diciembre de 2017

Descubrieron que la primera hija de Mahabad Asanova tenía VIH cuando la llevaron de urgencia al hospital con fiebre alta. En su segundo embarazo la Sra. Asanova tuvo que esperar 18 meses antes de saber que su hijo era seronegativo.

Sin embargo, cuando se quedó embarazada por tercera vez las cosas habían cambiado radicalmente. A la Sra. Asanova le dijeron que su hija era seronegativa un mes después de que naciera. Por aquel entonces se había introducido un método revolucionario de pruebas del VIH para bebés, las pruebas con sangre seca en papel (DBS, por sus siglas en inglés), que reducía significativamente el tiempo de diagnóstico.

“Esperar 18 meses para saber el estado serológico de mi hijo fue terrible”, afirma la Sra. Asanova. “Me siento aliviada. Las pruebas con sangre seca han cambiado mi vida por completo”. Antes de las DBS había que esperar un año para poder hacer las pruebas a los bebés.

Las DBS son sencillas, no se necesita ningún equipo sofisticado ni métodos invasivos para realizarlas. Después de un pinchazo en el talón del recién nacido, se recoge una gota de sangre en un papel de filtro y se seca. La muestra se manda al laboratorio para que la analicen y los resultados se pueden conocer antes de que el bebé tenga un mes de vida, lo que permite que se trate inmediatamente a los bebés que viven con el VIH con medicamentos antirretrovíricos que salvan vidas.

“Antes de que las pruebas con sangre seca se empezaran a utilizar de forma general en 2013 en Kirguistán, tan solo se hacía un diagnóstico temprano del 15% de los bebés”, explica Edil Tilekov, director del Programa para el VIH del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). “En 2017, esa cifra ascendió hasta casi el 90%”.

Hoy en día, la ciencia del VIH y los diagnósticos son cada vez más sofisticados. UNICEF está promoviendo los métodos de pruebas para el VIH a bebés en el punto de asistencia, con los que se obtendrían resultados tan solo un par de horas después de haber tomado la muestra de sangre.

La introducción de las DBS y la mejora en la formación de los médicos ha contribuido a reducir en cierta medida el estigma contra las personas que viven con el VIH.

“El estigma entre el personal sanitario comenzó a reducirse a medida que los medicamentos antirretrovíricos se fueron integrando en el sistema de atención sanitaria primaria”, afirma Elmira Narmatova, directora del Centro contra el Sida de Osh Oblast. “Se convirtió en algo más parecido a una enfermedad crónica, la mortalidad disminuyó”.

Los niños a los que se trata de forma temprana, responden mejor, y cuanto mejor funcionan los medicamentos, más confianza tienen los padres. A día de hoy, y en parte como resultado de las DBS, más del 95% de los niños que viven con el VIH en Osh (Kirguistán) acceden al tratamiento antirretrovírico.

No obstante, siguen quedando focos de resistencia. Pese al diagnóstico temprano, no todos los niños reciben los medicamentos que necesitan. “Estamos preguntando a los padres y al personal sanitario para tratar de averiguar por qué algunos padres siguen sin querer dar a sus hijos los medicamentos antirretrovíricos”, menciona el Sr. Tilekov.

Las conversaciones informales ya proporcionan algunas pistas: la oposición podría deberse a motivos religiosos, escepticismo sobre las vacunaciones o incluso a leyendas urbanas.

“Aunque se ha hecho mucho por informar a los padres y formar al personal sanitario, los recursos y el personal cualificado siguen siendo insuficientes, así que hay padres que se nos escapan y que no reciben la información adecuada sobre los efectos secundarios”, explica el Sr. Tilekov. “Por eso, si sus hijos pierden peso o no comen bien después de empezar el tratamiento antirretrovírico, los padres culpan a los medicamentos”.

Cuando a un bebé o a una madre se les hacen las pruebas del VIH en Osh, el laboratorio envía los resultados al Centro contra el Sida, una agradable casa situada entre árboles en un bucólico barrio a las afueras que siempre tiene las puertas abiertas en señal de bienvenida. Los pasillos están decorados con imágenes del popular cuento de hadas Vitaminka, unas historietas que ayudan a los trabajadores de la salud y a los padres a explicar a los niños la importancia de que se tomen sus medicamentos antirretrovíricos de forma regular.

Al proporcionar espacios adaptados para los niños y apoyo psicosocial al mismo tiempo que tratamiento médico, el centro hace que los padres se sientan bienvenidos y fomenta que acudan, recojan los medicamentos prescritos y se hagan la prueba con regularidad.

El centro, que fue renovado gracias al ministro de Salud junto con UNICEF y ONUSIDA y con el apoyo del Gobierno de la Federación Rusa, trata en la actualidad a más de 200 niños y dispone de psicólogos que proporcionan asistencia a los niños que viven con el VIH.

En el centro, lejos de presiones sociales y entre amigos, los padres pueden compartir sus esperanzas para el futuro y encontrar el apoyo que tanto necesitan.

La Sra. Asanova parece tranquila, con los dedos cruzados sobre su regazo y su vestido verde oliva en contraste con su hiyab de color crema. Mahabad Asanova no es su verdadero nombre. Todavía le preocupan el estigma y la discriminación más allá de las paredes del centro. Pero, incluso aunque está esperando otro hijo, ya no tiene miedo. Pase lo que pase, gracias a las DBS ya no tendrá que volver a soportar meses de angustiosa espera hasta conocer el diagnóstico.

Viven con el VIH, pero mueren de tuberculosis

03 de noviembre de 2017

El progreso mundial para acabar con la tuberculosis no es lo suficientemente rápido como para alcanzar los objetivos mundiales contra la TB y el VIH

La tuberculosis (TB) sigue siendo la enfermedad infecciosa más letal del mundo. Según el último informe de la OMS publicado esta semana (WHO Global Tuberculosis Report 2017), el avance mundial hacia la reducción de nuevos casos de tuberculosis (TB) es insuficiente para la consecución de los objetivos mundiales contra la TB y el VIH, a pesar de que la mayor parte de las muertes se pueden prevenir con el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado de estas enfermedades.

En el marco de los esfuerzos mundiales por conseguir avances en la respuesta a la TB, este objetivo adquiere cada vez más importancia en el programa mundial de desarrollo, tal y como prueban la asistencia de cientos de líderes mundiales a la primera Conferencia Ministerial Mundial de la OMS para poner fin a la TB, celebrada en Moscú del 14 al 17 de noviembre, y la Reunión de Alto Nivel sobre la TB de la Asamblea General de las Naciones Unidas programada para 2018.

"Tenemos una oportunidad sin precedentes para que la atención política se centre en las desigualdades que impulsan las epidemias de TB y VIH", declaró Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. "El rendimiento de la inversión en la TB y el VIH no debe medirse solamente en dólares, sino en voces escuchadas, derechos protegidos y vidas salvadas".

En 2016, el riesgo de desarrollar la TB entre los 37 millones de personas que viven con el VIH era aproximadamente 21 veces mayor que el riesgo que corría el resto de la población mundial. Hubo más de un millón de casos de TB entre personas que viven con el VIH: el 10% de todos los casos de esta enfermedad que se registraron a nivel mundial ese mismo año. Las personas que viven con el VIH son mucho más propensas a morir de TB que las personas seronegativas, y una de cada cinco muertes por tuberculosis (el 22%) se produce entre personas que viven con el VIH. En 2016, se registraron 374 000 fallecimientos por TB entre personas que viven con el VIH, lo que representa casi el 40% de todas las muertes relacionadas con el sida.

Las muertes por TB y la propia enfermedad pueden evitarse con una terapia preventiva, pero la mayoría de personas que viven con el VIH y que pueden beneficiarse de ella no la están recibiendo. En 2016, menos de un millón de las personas inscritas en el programa de atención del VIH comenzaron el tratamiento preventivo de la TB. Sudáfrica representa la mayor parte del total con un 41%. Le siguen Mozambique, Zimbabwe y Malawi.

La carga mundial de tuberculosis farmacorresistente sigue aumentando con unas 600 000 personas que requieren tratamiento, pero en 2016 sólo una de cada cinco se inscribió para recibirlo.

La incidencia mundial de TB sólo está disminuyendo en torno al 2% por año, y el 16% de las personas con TB mueren a causa de esta enfermedad. Para 2020, estas cifras tienen que haber descendido del 4 al 5% por año y al 10%, respectivamente, para alcanzar los primeros objetivos de la estrategia Alto a la Tuberculosis de la OMS, previstos para ese mismo año. En este 2017 sigue habiendo lagunas importantes en la financiación mundial para la prevención y tratamiento de la TB (2 300 millones de dólares estadounidenses) y para la investigación en nuevos medicamentos, vacunas y diagnóstico de esta enfermedad (1 200 millones de dólares estadounidenses).

La iniciativa VCT@WORK de la OIT ha llegado a 6 millones de trabajadores

17 de octubre de 2017

Según un nuevo informe publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), titulado VCT@WORK: voluntary confidential counselling and HIV testing for workers, con la campaña VCT@WORK, más de 6 millones de trabajadores recibieron información sobre el VIH, más de 4 millones se sometieron a la prueba de detección y más de 100 000 fueron remitidos a los servicios de tratamiento contra el VIH. La VCT@WORK es una iniciativa lanzada en 2013 por la OIT y ONUSIDA, entre otros, para aumentar la realización de pruebas del VIH, específicamente en el lugar de trabajo.

La iniciativa VCT@WORK ha tenido especial eficacia en los hombres, un grupo al es difícil suministrar los servicios relacionados con el VIH. En 2016, los hombres representaron más del 60% de personas que se sometieron a las pruebas del VIH y el 80% de las personas remitidas a tratamiento a través de esta iniciativa.

La campaña, que llegó a 18 países en 2016, se centra en las poblaciones de mayor riesgo de infección por el VIH, incluidos los trabajadores de los sectores de la minería, el transporte, la construcción, la sanidad y el turismo. Los programas de detección del VIH de VCT@WORK también suelen centrarse en los trabajadores migrantes y móviles y, en el caso de las epidemias concentradas, se centran en los grupos de población clave.

Los trabajadores de Kenya se encuentran entre las personas a las que ha llegado la campaña. La colaboración entre la OIT, la Organización Central de Sindicatos de Kenya y otros socios ha permitido a los camioneros el acceso a las pruebas del VIH y a los servicios de asesoramiento en el corredor de transporte entre Mombasa y Busia. Los camioneros tienen dificultades para acceder a los servicios sanitarios debido a su movilidad y a los horarios irregulares. Por ello, someterse a pruebas del VIH mientras trabajan les permitirá conocer su estado serológico para comenzar un tratamiento que puede salvar sus vidas o para acceder a los servicios de prevención para que se mantengan libres del VIH.

En Kenya, las personas que trabajan en peluquerías y salones de belleza y los trabajadores de la economía informal están entre las 74 000 personas que se han sometido a las pruebas del VIH a través de la iniciativa VCT@WORK, de las cuales más de 1000 conocieron su estado seropositivo y recibieron tratamiento.

Coal India Limited (CIL) es la empresa pública más grande del sector del carbón en la India, con unos 314 000 empleados y un gran número de trabajadores por contrato. Dicha empresa, asociada desde hace muchos años al programa de la OIT sobre el VIH en el lugar de trabajo, encabeza en estos momentos la iniciativa VCT@WORK en el país. Forma parte de ella su estrategia contra el VIH, que incluye la formación de capacitadores y de educadores inter pares para promover las pruebas voluntarias del VIH, la participación de sindicatos para movilizar a los trabajadores a la hora de acceder a información y pruebas del VIH y la protección de los trabajadores por contrato y sus familias. A través de esta iniciativa, más de 36 000 trabajadores, familiares dependientes y trabajadores por contrato han accedido a los servicios de asesoramiento y pruebas del VIH.

Estos y otros programas de la VCT@WORK desarrollados por todo el mundo están ayudando a alcanzar los objetivos 90-90-90, con los que se pretende que, para el año 2020, el 90% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico, el 90% de las personas que conocen su estado seropositivo tenga acceso al tratamiento y el 90% de las personas en tratamiento logre suprimir su carga vírica.

Citas

«La iniciativa VCT@WORK es un gran avance para que los servicios relacionados con el VIH lleguen a los trabajadores, facilitando el acceso a las pruebas del VIH en el momento y el lugar más conveniente para ellos».

Michel Sidibé DIRECTOR EJECUTIVO DE ONUSIDA

«No se ha conseguido llegar de manera eficaz a los hombres en la respuesta al sida. La VCT@WORK puede cambiarlo. Con este programa, casi el 70 por ciento de los hombres se sometieron a las pruebas del VIH, frente al 30 por ciento de las mujeres. Esto pone de manifiesto que el lugar de trabajo es fundamental para hacer llegar de manera eficaz los servicios relacionados con el VIH a aquellos que no están protegidos adecuadamente».

Guy Ryder DIRECTOR GENERAL DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO

La sociedad civil y el PMA incrementan la seguridad alimentaria en Ucrania

20 de octubre de 2017

La seguridad alimentaria es fundamental para las personas que viven con el VIH, igual que lo es para cualquiera. El acceso a la comida mejora el cumplimiento del tratamiento del VIH y la carencia de la comida necesaria puede aumentar el riesgo de infección por el VIH al aumentar las relaciones sexuales transaccionales, para sobrevivir e intergeneracionales. Además, la malnutrición afecta a la efectividad del tratamiento del VIH. Las personas que viven con el VIH que sufren malnutrición tienen de dos a seis veces más probabilidades que las que no la sufren de morir en los primeros seis meses de tratamiento.

El conflicto ha tenido una gran repercusión sobre la seguridad alimentaria de las personas que viven con el VIH en el este de Ucrania, y la mayoría de ellos padece una grave inseguridad alimentaria y vive en condiciones de pobreza extrema. Muchas personas, sobre todo mujeres y niños, se han visto obligadas a desplazarse, ha habido que trasladar los servicios para el VIH y en muchas instalaciones la calidad de los servicios es muy baja.

Las organizaciones civiles y las Naciones Unidas han intervenido para evitar que los servicios para el VIH colapsen y para aumentar la seguridad alimentaria de las personas que viven con el VIH. Las Naciones Unidas y unas pocas organizaciones humanitarias son las únicas que facilitan el tratamiento antirretrovírico y otras medicinas en aquellas partes del este de Ucrania que no están bajo el control del gobierno.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA), copatrocinador de ONUSIDA, está prestando asistencia alimentaria a miles de personas que viven con el VIH en las zonas afectadas por el conflicto a través de un programa en el que participa la Red de personas que viven con el VIH en Ucrania, un colaborador no gubernamental del PMA. En las zonas de Donetsk y Lugansk, controladas por el gobierno, 6500 personas que viven con el VIH participan en un programa de transferencias de efectivo para poder comprar alimentos básicos. Gracias a la asistencia, entre la que se incluyen citas periódicas con el médico y el seguimiento del cumplimiento del tratamiento del VIH, se han reducido a una cuarta parte las interrupciones del tratamiento. En la zonas de Ucrania que no están bajo el control del gobierno, la asistencia alimentaria en especie ha ayudado a miles de personas a satisfacer sus necesidades más básicas.

No obstante, las necesidades de asistencia alimentaria de las personas que viven con el VIH en el este de Ucrania están muy por encima de los recursos disponibles para asistirles. Aunque 6500 personas que viven con el VIH en Donetsk y Lugansk están accediendo a transferencias de efectivo, hay miles que no están recibiendo asistencia alguna, y las necesidades son incluso más acuciantes en las zonas que no están bajo el control del gobierno. Se teme que ni siquiera esta ayuda limitada pueda seguir adelante, ya que el PMA todavía no ha recibido fondos para continuar con el programa en 2018.

Citas

“La seguridad alimentaria es importante para cualquiera, pero especialmente para las personas que viven con el VIH. Felicito al Programa Mundial de Alimentos y a la sociedad civil por su programa para incrementar la seguridad alimentaria de las personas que viven con el VIH en las zonas del este de Ucrania afectadas por el conflicto”.

Michel Sidibé DIRECTOR EJECUTIVO DE ONUSIDA

“En el este de Ucrania, el Programa Mundial de Alimentos salva vidas gracias a la prestación de asistencia alimentaria a las personas que viven con el VIH afectadas por la situación de emergencia en la zona. Si pudiéramos recaudar más fondos, el Programa Mundial de Alimentos podría seguir con esa labor y garantizar que los más vulnerables no queden desamparados”.

David Beasley DIRECTOR EJECUTIVO DEL PROGRAMA MUNDIAL DE ALIMENTOS

ONUSIDA acoge con beneplácito el nombramiento de Natalia Kanem como Directora Ejecutiva del UNFPA

05 de octubre de 2017

GINEBRA, 5 de octubre de 2017—ONUSIDA acoge con beneplácito el nombramiento de Natalia Kanem por parte del Secretario General de las Naciones Unidas como Directora Ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

“Como parte del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), la labor del UNFPA es fundamental para satisfacer las necesidades de salud reproductiva de las mujeres y adolescentes”, afirmó Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. “Espero con sumo interés la oportunidad de colaborar estrechamente con la Sra. Kanem. Su experiencia en la esfera de la salud pública, su firme liderazgo y su compromiso con la justicia social serán inestimables en nuestros esfuerzos para poner fin al sida en cuanto amenaza para la salud pública.”

El UNFPA es el principal organismo de las Naciones Unidas para lograr un mundo donde cada embarazo sea deseado, cada parto sea sin riesgos y cada persona joven alcance su pleno potencial de desarrollo. La respuesta del UNFPA al VIH forma parte integrante de sus objetivos de conseguir el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y poner fin a la violencia de género. Promueve los servicios integrados relativos al VIH y la salud sexual y reproductiva para los jóvenes, las poblaciones clave, las mujeres y las niñas, así como las personas que viven con el VIH.

Como parte de la labor del UNFPA en materia de prevención del VIH, la Sra. Kanem convocará una reunión de la Global Prevention Coalition de forma conjunta con el Sr. Sidibé para concluir el trabajo relativo a la HIV Prevention 2020 Road Map, una hoja de ruta que tiene por objeto acelerar las medidas de prevención del VIH y reducir las nuevas infecciones en un 75% para 2020.

El UNFPA es uno de los 11 copatrocinadores de ONUSIDA que trabaja para poner fin a la epidemia de sida como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. También forma parte de la asociación H6, que aúna las fortalezas colectivas y las distintas capacidades de seis organismos de las Naciones Unidas, así como organizaciones y programas conexos, para mejorar la salud y salvar las vidas de mujeres y niños de todo el mundo.

 

 

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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ONUSIDA Ginebra
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ONUSIDA acoge con beneplácito el nombramiento de Audrey Azoulay como nueva Directora General de la UNESCO

16 de octubre de 2017

GINEBRA, 16 de octubre de 2017—ONUSIDA acoge con beneplácito el nombramiento de Audrey Azoulay por parte del Consejo Ejecutivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como nueva Directora General.

“El empeño de Audrey Azoulay por promover el respeto de la diversidad, la igualdad de género y el acceso a la educación y la cultura será inestimable en su nueva función. Son valores que compartimos con ella”, dijo Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. “ONUSIDA espera con interés colaborar estrechamente con la Sra. Azoulay y la UNESCO a fin de seguir fortaleciendo nuestro compromiso con los sectores educativo, científico y cultural como parte de los esfuerzos conjuntos para poner fin al SIDA para 2030”.

La UNESCO se fundó en 1945 con el objetivo de contribuir a la paz y la seguridad promoviendo la colaboración internacional a través de la educación, la ciencia y la cultura. La UNESCO es una de las 11 organizaciones copatrocinadoras de ONUSIDA y lidera los esfuerzos destinados a ayudar a los países en la ampliación de la respuesta del sector educativo al VIH.

La educación es fundamental para ofrecer una respuesta efectiva al VIH y contribuye a promover el crecimiento económico, reducir la pobreza y mejorar la salud general. La educación tiene la capacidad de transformar vidas y permitir a las personas prosperar en su entorno, adoptar decisiones saludables y construir un mundo más justo, inclusivo, seguro y sostenible. El papel del sector educativo comprende la dotación de conocimientos, competencias, actitudes y valores que puedan contribuir a desarrollar comportamientos más seguros, eliminar el estigma y la discriminación, solicitar tratamiento y permitir a las personas llevar una vida saludable y libre de VIH.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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ONUSIDA y UNFPA lanzan una hoja de ruta para frenar nuevas infecciones por el VIH

10 de octubre de 2017

La coalición global para la prevención del VIH celebra la primera reunión en Ginebra, Suiza, destinada a encontrar maneras de reforzar y apoyar el compromiso político por la prevención del VIH

GINEBRA, 10 de octubre de 2017—En el marco de los esfuerzos globales por poner fin a la epidemia de sida como una amenaza para la salud pública, ONUSIDA, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y otros socios han lanzado una hoja de ruta para reducir el número de nuevas infecciones por el VIH. La hoja de ruta de prevención del VIH para 2020 fue lanzada durante la primera reunión de la coalición global para la prevención del VIH. La coalición está presidida por los directores ejecutivos de ONUSIDA y UNFPA y reúne a los Estados miembros de las Naciones Unidas, la sociedad civil, organizaciones internacionales y otros socios como parte de los esfuerzos para reducir las nuevas infecciones por el VIH en un 75% para 2020.

A pesar de los avances logrados en la reducción de las muertes relacionadas con el sida, que han disminuido en casi un 50% desde el pico de la epidemia, la reducción en el número de nuevas infecciones en adultos está estancada. Si bien las nuevas infecciones por el VIH en niños han disminuido en un 47% desde 2010, las nuevas infecciones por el VIH en adultos solo han disminuido en un 11%.

"Ampliar el tratamiento no servirá por sí solo para poner fin a la epidemia de sida", dijo Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. "Necesitamos más energía, un liderazgo más fuerte, más inversión y una acción sostenida en torno a la prevención del VIH para garantizar que todos, especialmente los grupos de población clave con mayor riesgo de exposición al VIH, puedan protegerse frente al virus".

"El aumento de las infecciones nuevas en mujeres jóvenes y adolescentes en el África subsahariana es especialmente preocupante", dijo la Directora Ejecutiva del UNFPA, Natalia Kanem. "En muchos lugares, la falta de acceso a educación, la falta de representación y la falta de autonomía sobre sus propios cuerpos impiden a las adolescentes reclamar sus derechos humanos. Y son las niñas más pobres las que tienen menos poder para decidir si desean casarse, cuándo desean hacerlo y con quién, y si quieren quedarse embarazadas, y en su caso, cuándo y con qué frecuencia. Esta falta de poder hace que estas niñas sean extremadamente vulnerables a la infección por el VIH, a las infecciones de transmisión sexual y a embarazos no deseados."

En 2016, en la Declaración política de las Naciones Unidas sobre el VIH, los países se comprometieron a reducir las nuevas infecciones por el VIH en un 75% (de 2,2 millones en 2010 a 500 000 en 2020). La nueva hoja de ruta elaborada por ONUSIDA, UNFPA y otros socios pone a los países en la vía rápida para acelerar la consecución de este importante objetivo.

"La coalición está aquí para reconocer que todos importamos", dijo Laurel Sprague, Directora Ejecutiva, Red Mundial de Personas que Viven con el VIH/sida (GNP+). "Esto significa trabajar duramente para garantizar que todas las personas que viven con el VIH puedan permanecer sanas, vivas y libres de prejuicios descorazonadores y discriminación, y para garantizar que todas las personas que no sean VIH-positivas tengan el apoyo y los recursos que necesitan para seguir siendo VIH-negativas."

La hoja de ruta de prevención del VIH para 2020 incluye un plan de acción de 10 puntos que señala las medidas inmediatas y concretas que deben tomar los países para acelerar el progreso. Estas medidas incluyen realizar un análisis actualizado para evaluar dónde hay oportunidades para conseguir un mayor impacto, elaborar directrices que identifiquen deficiencias y medidas para una rápida ampliación, impartir formación para desarrollar competencias en materia de prevención del VIH y para crear redes, y hacer frente a los obstáculos jurídicos y políticos a fin de llegar a las personas más afectadas por el VIH, como los jóvenes y las poblaciones clave.

La hoja de ruta identifica los factores que han dificultado el progreso, como las deficiencias en liderazgo político, leyes punitivas, falta de servicios accesibles a los jóvenes y falta de servicios de prevención del VIH en entornos humanitarios.

La hoja de ruta identifica además deficiencias graves de financiación y asignación de presupuesto: ONUSIDA estima que cerca de un cuarto del presupuesto para VIH debería destinarse a programas de prevención del VIH. Sin embargo, en 2016, muchos países gastaron menos de un 10% de sus presupuestos para VIH en prevención, y muchos donantes internacionales gastaron menos de un cuarto. 

"ONUSIDA reclama un compromiso y liderazgo para obtener resultados tangibles", indicó Sidibé. "Liderazgo para abordar cuestiones políticas delicadas y liderazgo para movilizar una financiación adecuada de los programas de prevención del VIH." 

Para reducir las nuevas infecciones por VIH en un 75% será necesario prestar especial atención a la prevención del VIH, así como ampliar el tratamiento y las pruebas del VIH. Resultará fundamental la adopción de una perspectiva basada en la población y la ubicación geográfica para garantizar una planificación y programación efectivas y eficientes, y de una perspectiva centrada en las personas que responda a las necesidades de los grupos de población clave con mayor riesgo de exposición al VIH.

Se necesitarán esfuerzos conjuntos para llegar a las mujeres jóvenes y adolescentes y a sus parejas masculinas, para ampliar los programas de prevención combinada del VIH a las poblaciones clave, para aumentar la disponibilidad y el uso de preservativos, para ampliar los programas de circuncisión médica masculina voluntaria para la prevención del VIH y para garantizar que los grupos de población clave con mayor riesgo de exposición al VIH tienen acceso a las medicinas preventivas. 

La hoja de ruta anima a los países a desarrollar un plan de 100 días para medidas inmediatas, que incluyan el establecimiento de objetivos nacionales, la revisión del progreso alcanzado en relación con el plan al cabo de los 100 días, la reevaluación de sus programas de prevención nacionales y la adopción de medidas correctivas inmediatas. Destaca la forma en que los distintos socios pueden contribuir y señala medidas para la sociedad civil, los socios de desarrollo, las instituciones filantrópicas y la comunidad empresarial. La consecución de estos objetivos debería acelerar significativamente el progreso en la reducción de nuevas infecciones por VIH, poniendo a los países firmemente en el camino hacia el fin de la epidemia del sida.  

Hoja de ruta de prevención del VIH para 2020 (en inglés)  http://www.unaids.org/en/resources/documents/2017/hiv-prevention-2020-road-map

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Declaración conjunta de la OMS y ONUSIDA sobre los servicios de pruebas del VIH: poner de relieve las nuevas oportunidades y los continuos desafíos

29 de agosto de 2017

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y ONUSIDA han hecho pública una declaración conjunta sobre los servicios de pruebas del VIH en el que se reafirman dos principios fundamentales que garantizan que las pruebas se hagan de acuerdo a un enfoque basado en los derechos humanos y en la salud pública.

La declaración afirma que las pruebas del VIH, con independencia de cómo se realicen, deben respetar siempre las elecciones personales y cumplir con los principios éticos y con los derechos humanos. Queda más que claro que la OMS y ONUSIDA no recomiendan que a las personas se les hagan pruebas del VIH obligatorias, forzosas o bajo coacción en nombre de la salud pública.

La declaración también expone que, para minimizar el riesgo de diagnósticos del VIH erróneos, todos aquellos que presten servicios de pruebas del VIH deben usar kits y procedimientos que cumplan con los requisitos de calidad de la OMS, u otros requisitos nacionales o regionales equivalentes. Se revisará la idoneidad de los procedimientos para la realización de pruebas para cada entorno en función de la prevalencia del VIH en la población. También se llevarán a cabo controles de calidad externos de manera periódica para detectar las causas potenciales de los diagnósticos erróneos de VIH.

La OMS y ONUSIDA sostienen que a nadie se le debe diagnosticar como seropositivo en base a un única prueba del VIH que resulte positiva. Para confirmar un resultado positivo, se deben seguir los procedimientos nacionales para las pruebas del VIH, y, antes de comenzar un tratamiento antirretrovírico permanente, a todas las personas se les deberían repetir las pruebas.

El informe de 2017 de ONUSIDA Poner fin al sida: avanzar hacia los objetivos 90–90–90 estima que tan solo el 70% de las personas que viven con el VIH conocen su estado serológico. Este es el primero de los objetivos 90–90–90, que aspiran a que para 2020 el 90% de las personas que viven con el VIH conozca su estado serológico, que el 90% de las personas que conocen su estado seropositivo reciba tratamiento antirretrovírico y que el 90% de las personas en tratamiento presente supresión de la carga vírica.

Citas

“Ampliar el acceso a las pruebas del VIH ofreciendo a todo el mundo el derecho a conocer su estado serológico gracias a programas de realización de pruebas del VIH que respeten los derechos humanos y la dignidad de los individuos es de vital importancia para poner fin a la epidemia de sida para 2030”.

Michel Sidibé Director ejecutivo de ONUSIDA

ONUSIDA da la bienvenida a Tedros Adhanom Ghebreyesus como nuevo Director General de la Organización Mundial de la Salud

23 de mayo de 2017

GINEBRA, 23 de mayo de 2017—ONUSIDA acoge calurosamente la designación de Tedros Adhanom Ghebreyesus como Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El anuncio se confirmó en la ceremonia de nombramiento celebrada tras la votación final de los Estados miembros de la OMS en una sesión a puerta cerrada durante la 70.ª Asamblea Mundial de la Salud.

"Tedros Adhanom Ghebreyesus es una fuerza impulsora del cambio con amplia experiencia y conocimientos especializados sobre la salud mundial ", afirmó Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. "Es un líder dinámico, un excelente conciliador y comparte nuestro deseo de poner fin al sida en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Espero establecer una colaboración estrecha con él para alcanzar nuestros objetivos."

En una entrevista con ONUSIDA, el Sr. Tedros dijo que las enseñanzas extraídas de la respuesta al sida han sido fundamentales para moldear el futuro de la salud mundial. Declaró que la creatividad, el compromiso y el enfoque multisectorial de la respuesta al sida serían necesarios para situar la cobertura sanitaria universal en el centro de la aplicación de todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En la actualidad, el Sr. Tedros es Asesor Especial del Primer Ministro de Etiopía. Tiene 30 años de experiencia en dirección en el ámbito de la salud, en política y diplomacia, durante los cuales ha sido Ministro de Relaciones Exteriores y Ministro de Salud de Etiopía. Ejercerá su nuevo cargo a partir del 1 de julio de 2017, asumiendo las funciones de Margaret Chan, que ocupó el puesto de Directora General de la OMS durante 10 años.

La OMS es uno de los 11 Copatrocinadores de ONUSIDA en la promoción de la respuesta al VIH. ONUSIDA colaborará estrechamente con el nuevo Director General de la OMS para fomentar el progreso de la salud mundial y poner fin a la epidemia de sida como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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