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Invertir en prevención efectiva

28 de noviembre de 2016

El afianzamiento del compromiso político a nivel mundial para la prevención del VIH debe ir acompañado de la consolidación del compromiso económico. Los éxitos de la respuesta al VIH hasta la fecha se han incrementado gracias a inversiones extraordinarias. Se estima que la cantidad total de recursos financieros para la respuesta al VIH en países de ingresos bajos y medios alcanzó los 19 000 millones de dólares estadounidenses en 2015, una cifra que dobla la de recursos disponibles en 2006.  Sin embargo, en 2015 la financiación internacional para servicios dentro del país disminuyó por segundo año consecutivo hasta los 8 200 millones de dólares estadounidenses: una reducción del 7% con respecto a los 8 700 millones de dólares estadounidenses en 2014.  La inversión nacional pública y privada se incrementó en 400 millones de dólares estadounidenses en ese mismo periodo de tiempo. Como resultado, se estima que la disponibilidad de recursos total fue similar en 2014 y 2015.

Los datos disponibles reflejan que, a lo largo del tiempo, las inversiones en prevención del VIH han aumentado ligeramente en varios países. No obstante, el incremento de gastos para el tratamiento del VIH es cada vez mayor, lo que deriva en que el porcentaje de recursos totales dedicados a una amplia variedad de servicios de prevención se convierta en una tendencia decreciente. Dichos servicios de prevención incluyen la prevención de la transmisión maternoinfantil, que en los últimos años ha alcanzado el 20%. Este porcentaje se queda lejos del compromiso expuesto en la Declaración Política sobre el VIH/sida para garantizar que los recursos financieros para la prevención del VIH sean adecuados y constituyan al menos una cuarta parte de los gastos para el VIH a nivel mundial.